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GENOCIDIO EN GAZA

El Ejército israelí mata a seis desplazados tras sufrir cuatro bajas

Israel mató al menos a seis palestinos, entre ellos varios niños, en un bombardeo a tiendas de desplazados. Unas horas antes, la resistencia palestina había causado al menos cuatro heridos entre las tropas israelíes en Rafah, en el sur de Gaza, donde decenas de combatientes resisten atrapados hace semanas. Hamas ha pedido organizar su salida, pero Israel solo prevé la rendición.

Milicianos de Hamas y la Yihad Islámica transportan el cuerpo de un prisionero en Beit Lahia. (AFP)

El Ejército israelí mató ayer a seis personas, entre ellas niños, y provocó varios heridos al bombardear las tiendas de desplazados de Al-Mawasi, en Jan Yunis. Unas horas antes, al menos cuatro soldados israelíes habían resultado heridos, uno de ellos de gravedad, en combates que estallaron en Rafah, en el sur de la Franja, bajo control total de las fuerzas israelíes, cuando los soldados se toparon con un grupo de combatientes.

En Rafah continúan atrincherados en túneles decenas de milicianos, aunque Israel eleva esta cifra a centenares, a los que el Ejército impide pasar a la zona que no ocupa. La resistencia palestina ha demandado que autorice su salida, pero el Gobierno de Netanyahu mantiene su postura de «capturarlos o eliminarlos», a no ser que se rindan y entreguen sus armas.

Hamas insiste en que sus combatientes no se van a rendir y ha pedido a los mediadores una solución para que estos milicianos puedan desplazarse a las zonas que quedan fuera de la «línea amarilla», que marca el repliegue las tropas israelíes. «Nuestros combatientes en Rafah no pueden aceptar rendirse ni entregar sus armas a la ocupación», declaró Hossam Badran, un alto cargo de Hamas.

Según el grupo palestino, en marzo se perdió el contacto con un destacamento de sus combatientes e se intentó negociar su salida a través de los mediadores, algo que Israel rechaza. Sin posibilidad de abandonar Rafah, los combates se vuelven inevitables.

Ayer, Netanyahu convocó de urgencia a su gabinete y advirtió de que «Israel responderá en consecuencia» al ataque. Lo consideró una violación del alto el fuego, a pesar de que Israel ha lanzado ataques durante 43 de los 54 días de tregua y ha matado al menos a 360 personas con total impunidad.

El enviado de EEUU, Steve Witkoff, declaró en noviembre que hasta 200 combatientes estaban atrapados en túneles en Rafah y llegó a sugerir que podría ofrecerse una amnistía que podría servir de modelo para aplicar en el resto de Gaza.

El Ejército israelí afirma haber abatido a cerca de medio centenar de militantes palestinos en operaciones dirigidas en estos túneles. Uno de los últimos es Abdulah Hamad, hijo del alto cargo de Hamas Ghazi Hamad, caído el domingo en un ataque aéreo junto a otros tres milicianos.



Líbano, amenazado, habla con Israel

Representantes libaneses e israelíes participaron ayer en una reunión del mecanismo de vigilancia del alto el fuego en el sur de Líbano, en las primeras conversaciones directas entre ambos Estados en más de 40 años. La reunión, bajo presión de EEUU, se produce mientras el régimen sionista ataca constantemente el país de los cedros, ocupa su territorio y amenaza con una intervención a gran escala.

Las dos delegaciones, lideradas por civiles, se reunieron en la sede de la fuerza de la ONU (Finul) en Naqura, en presencia del enviado estadounidense, Morgan Ortagu. Washington presionó para que Líbano incluyera a un civil cuando hasta ahora solo había enviado militares a este organismo El exdiplomático libanés Simon Karam y el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Uri Resnick, lideraron las delegaciones. El primer ministro libanés, Nawaf Salam, enfatizó que estas no son negociaciones de paz y criticó a su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, por exagerar la decisión de Beirut, subrayando que la normalización de relaciones «está vinculada a un proceso de paz». Tel Aviv calificó el encuentro como «un avance histórico» y «un intento inicial de establecer la base para una relación y cooperación económica entre Israel y Líbano».

Israelí presiona a Líbano para que fuerce el desarme de Hizbulah, empujándolo a una posible guerra civil o a otra campaña militar, constantemente aireada en medios de comunicación y políticos. La ONU ha registrado más de 10.000 violaciones del acuerdo de paz, durante el que Israel ha matado 127 civiles.GARA