El Real Madrid somete en San Mamés a un ineficaz Athletic

Era el duelo número 189 entre Athletic y Real Madrid. Partido marcado en rojo en el calendario en Bilbo. De hecho, los leones ganaron la temporada pasada al Real Madrid.

Esta vez, el Athletic llegaba con confianza tras vencer al Levante y poner fin a la mala racha a domicilio. Era el primero de los tres partidos que jugará el conjunto vasco en siete días ante Real Madrid, Atlético y PSG. Con peores sensaciones, llegaba un cuestionado Xabi Alonso, tras perder el liderato debido a los tres últimos empates cosechados en Liga.

Nuevamente, encuentro de alto voltaje en San Mamés, y sinónimo de ambiente de gala en La Catedral con muy buena entrada (51.313 espectadores) a pesar de ser un frío miércoles.

Como era previsible, empezó el Real Madrid mandando con el esférico. En el minuto 7 y sin tiempo que perder debido a la falta de puntos de los madrileños últimamente, Mbappé, con la portería entre ceja y ceja, dejó atrás a Lekue, recortó a Laporte en el vértice del área y con un disparo seco y ajustado, puso el primero. En el minuto 25 llegó la primera clara para los locales. Tras una recuperación de Rego en campo rival, encadenaron los leones varios pases verticales para que terminase el balón en las botas de Guruzeta. El disparo del donostiarra obligó al portero belga a sacar una buena mano por alto y desviar el balón a córner.

Más clara fue todavía la ocasión de Berenguer a la media hora de encuentro. Tras un pase filtrado por Guruzeta, se llevó el rebote el extremo navarro y en carrera, mano a mano con el portero, Courtois se hizo grande y volvió a salvar al Real Madrid. Empezó a vibrar La Catedral a consecuencia de las tres ocasiones seguidas de su equipo.

JARRO DE AGUA FRÍA

Cuando mejor estaban los leones, doblaron ventaja los blancos antes del descanso. Un gran pase filtrado por Bellingham a la banda derecha, llegó a Arnold, que de primeras la colgó para Mbappé. De francés a francés, este se la dejó en bandeja a Camavinga, como si de voleibol se tratara, y el centrocampista marcó a placer.

En el minuto 60, llegó el tercer gol que provocaba el bajón anímico tanto entre los jugadores como en San Mamés, que se quedaba enmudecido. Kylian Mbappé, alejado del área y pegado al costado izquierdo, sacó un potente disparo pegado al primer palo, que pilló desprevenido al guardameta Unai Simón.

A partir de ahí, el Real Madrid durmió el balón con posesiones largas y cerró el partido. El Athletic apenas llegó a aportería contraria.