Spagnolo y Luwau-Cabarrot se bastan ante un gris Milano

Quinta victoria consecutiva de Saski Baskonia como local en esta Euroliga, y que dure. No fue el mejor partido de la historia, pero ante un rival lleno de ausencias y gris hasta la náusea, el talento de Luwawu-Cabarrot y sobre todo Matteo Spagnolo resultó más que suficiente para lograr una victoria con un diferencial que se hizo hasta corto.

Gytis Radzevicius no tardaría nada en debutar, ni pudo tener mejor estreno. Saltó en el quinteto titular, en un arranque de partido frío y desacertado por parte de los dos equipos. Las dos primeras canastas fueron sendos palmeos de Simmons y Booker y tuvieron que pasar casi cuatro minutos de primer cuarto hasta que, a tabla, Matteo Spagnolo anotaba la primera canasta sin necesidad de rebote ofensivo posterior.

Tras el 23-20 del primer cuarto, con el amanecer del segundo llegaron las primeras canastas de Radzevicius y la máxima renta baskonista, luego de unos minutos con poco acierto que un triple a la contra de Matteo Spagnolo desatascaba. Tanto es así que Peppe Poeta -muy aplaudido en su presentación, al igual que un Shavon Shields negado de cara al aro- debió frenar el partido con un tiempo muerto y un 32-25 en el luminoso.

LLEGA LA ESCAPADA

Un 42-34 fue el primer amago de ruptura por parte gasteiztarra, pero no fue posible aún. Armoni Brooks y Devin Booker encontraban el acierto en un momento crucial para encauzar el partido camino a los vestuarios. Sin llegar a empatar y sin saber contener a un Spagnolo como pez en el agua asumiendo el mando de las operaciones, los entrenados por Poeta aguantaban en la estela del Baskonia.

Con todo, un triple de Nowell al filo del descanso volvió a estirar a los de Paolo Galbiati con un merecido 49-42 en el marcador. Merecido y preludio de la escapada tras el receso. Un parcial de 6-0 elevaba el 55-42 al marcador sin que se atisbara reacción alguna por parte italiana, amén de bandejas sencillas erradas por Bolmaro y LeDay, y un poco de desesperación y pérdidas absurdas por su parte.

El único lunar en ese momento de desconcierto visitante fue que el propio Baskonia no terminaba de despegar, y siete puntos de Shields traían incertidumbre. Pero dos triples de Luwawu-Cabarrot, Nowell y Spagnolo, sumaban un parcial de 10-0 sentenciando el duelo con diez minutos por delante. En ningún universo paralelo podría este Armani Milano tan lleno de bajas y bajo de energía remontar un 70-54 adverso en diez minutos.

Otro 8-2 en el amanecer del cuarto final suponía la puntilla para el encuentro, aunque Armani Milano lograría maquillar el resultado. Después de los cambios en la plantilla y este breve parón, al menos el resultado valió la pena.