Los casos de acoso a mujeres cierran los choques Sánchez-Feijóo de 2025

No fue el mejor de los finales. El último cara a cara del año entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición , Alberto Núñez Feijóo, tuvo errores y el mismo nivel de crispación de siempre, con las denuncias por acoso de mujeres contra dirigentes del PSOE como protagonistas y, de trasfondo, la disputa por el voto femenino.

«¿Qué atributos tenían Koldo, Paco Salazar y Santos Cerdán para convertirles en hombres de su confianza? ¿Puede detallarlo?», comenzó un Feijóo escueto. No suele hacerlo, pero esta vez formulaba una pregunta concreta, de respuesta práctica y sin prólogo. Hacía alusión a los involucrados en el caso de presuntas mordidas que ha sacudido al PSOE en la primavera y al del exalto cargo de Moncloa denunciado por presunto acoso por excompañeras y subalternas.

El líder del PSOE entendió a lo que iba su rival y, como suele hacer, ignoró la pregunta y respondió: «Como ya he dicho, el feminismo a todos nos da lecciones, incluido a mí mismo. La diferencia es que nosotros asumimos los errores cuando se cometen y actuamos en consecuencia. Ustedes se abrazan al error histórico que se llama Vox».

«Usted no contesta a nada. Porque no puede, porque los ha elegido a imagen y semejanza. Usted no es mejor que ellos, usted es uno de ellos», señaló Feijóo en su réplica y le afeó el «silencio en la Moncloa para quien acosa a las compañeras», en alusión a Salazar, recordando que «le tuvo años en el Gabinete y le iba a nombrar secretario de Organización hasta que le advirtieron» de esas denuncias.

El expresidente de la Xunta citó el caso conocido el martes del presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, quien ha sido denunciado por el canal interno del PSOE por acoso sexual. «Parece que ya no es un caso aislado, sino un código de conducta. Entre el acosador y la acosada, usted está con el acosador. La lección de feminismo se la debieron haber explicado en los prostíbulos», disparó, ante los abucheos de la bancada de enfrente.

OTRO TROPIEZO

Allí vendría otro tropiezo de Feijóo, el segundo consecutivo en sus preguntas de control al Gobierno, el momento de la semana más importante para un líder de la oposición.

«El feminismo no se practica, se…», comenzó a decir hasta que se corrigió a sí mismo, ante las risas socialistas y las caras de sorpresa de sus compañeros conservadores. «El feminismo no se predica, se practica», acabó aseverando y acusando recibo del error, dijo que entendía que los diputados del PSOE se rían, «porque no lo predican ni lo practican».

En el último pleno de control, a fines de noviembre, Feijóo también cometió un error de calado al concluir su discurso con una pifia que viralizó durante días en las redes sociales, al equivocarse al mencionar el nombre que la “biopic” sobre Sánchez y su Gobierno podrían tener. «Anotop», dijo aquel miércoles y Sánchez luego le vaciló. Esta vez, lo dejó pasar.

El presidente del Gobierno español tampoco tuvo su mejor día al cometer por su parte otro error, y más grave aún: tachó de «acoso laboral» las denuncias contra Salazar, diciendo que son un «problema estructural y sistémico» y citando una encuesta publicada recientemente del Ministerio de Igualdad en la que «una de cada tres mujeres dicen haber sido acosadas». La palabra laboral disparó los abucheos y críticas de la bancada del PP.

Fuentes de Moncloa explicaron luego a GARA y otros medios que Sánchez «se ha equivocado» en su frase, pero que citó correctamente la encuesta, que habla de un 33 por ciento de mujeres que trasladan haber sido víctimas de acosos o abusos sexuales. Pero el error ya estaba hecho y fuentes de Génova calificaban de grave esa afirmación en un día en el que se conocía la denuncia de Lugo.

También desde Moncloa pedían tiempo antes de opinar sobre la celeridad de actuación del PSOE de Galiza en el caso de Lugo: «No sabemos si son acusaciones consistentes y si el partido actuó a tiempo o no. Pedimos tiempo hasta que el sistema que hay para canalizar las denuncias funcione».

En su réplica a Feijóo, Sánchez le afeó que el exconselleiro de la Xunta obligado a dimitir por denuncias similares fue «despedido entre aplausos» y que su Gobierno es el que «más apoya a las mujeres». «Si hay una amenaza, es la coalición del PP con el señor Abascal», culminó.

La portavoz del grupo parlamentario del PP, Esther Muñoz, le dijo al ministro Félix Bolaños que el machismo «es estructural en su partido» y relató algunas de las denuncias de mujeres contra Salazar, a quien el PP e incluso algunas personas en el seno del PSOE creen que se ha tratado con cierto grado de protección.

El ministro de Justicia y Presidencia respondió: «Estos comportamientos que usted ha narrado coincido en que son repugnantes». Pero añadió que las mujeres «no esperan nada del PP y de Vox, pero sí mucho del Partido Socialista. No les exigen nada porque nada esperan». Luego Muñoz exhibió una foto con Abalos, Cerdán y Salazar juntos y el epígrafe que eligió fue el de «prostitución, corrupción y acoso sexual», para luego concluir con un exabrupto: «Esto no sorprende, porque Sánchez es una persona que ha vivido de la prostitución con normalidad».

FISCAL GENERAL

El portavoz adjunto y número 2 del PP, Miguel Tellado, eligió la sentencia contra el ex fiscal general del Estado Álvaro García. «Es el primero condenado, siguen batiendo récords, engordando el museo de los horrores. Y veíamos al presidente criticando al Supremo y defendiendo al condenado», dijo en su pregunta.

Bolaños reiteró su respeto y acatamiento al fallo con «discrepancia» del contenido y recalcó que la parte en la que sí concuerda con el fallo es en la que se dice «que el abogado de la pareja de Ayuso reconoce que se habían cometido dos delitos fiscales y que el jefe de gabinete de Ayuso mintió abiertamente».

Importantes dirigentes del PSOE admitieron en conversación con GARA que el PP está en una operación de acoso y derribo para arrebatarle el voto del segmento femenino del electorado, que cabe recordar, fue clave para la remontada en las últimas estatales. Esta semana se ha conocido una nueva encuesta de la empresa 40dB en la que se retrata la fuga de votos en las mujeres de mediana edad que se habían decantado por el PSOE.

Desde Moncloa responden ante esto que «no» compran «esas tesis de que las mujeres ahora irán a votar al PP» por estos casos, aunque sí podrían quedarse en casa y optar por la abstención. Y añaden que «para saber si eso ocurre queda un año y medio», cuando el escenario podría cambiar.

Entre tanto, la última sesión de control de 2025 no significa que el Congreso entre en descanso: hoy se volverá a votar la senda de gasto y otras proposiciones y si bien por las elecciones en Extremadura este año se acaban antes los plenos, la semana que viene habrá varias citas de alto impacto en las Cortes: la comparecencia de la exconsellera valenciana Salomé Pradas, el lunes, y la del exnúmero 3 del PSOE Santos Cerdán en el Senado el miércoles.