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Mensaje de confianza de Matarazzo en su llegada: «Sé lo que hay que hacer»

El estadounidense toma las riendas de un club del que destacó «la pasión y la identidad», así como su «valor para invertir en la cantera». Aseguró que ha visto numerosos partidos estas dos últimas campañas y que la plantilla «tiene mucho potencial».

Matarazzo, Aperribay y Bretos, durante la presentación del nuevo técnico realista. (Gorka RUBIO | FOKU)

Tras casi 8 años continuados con un entrenador vasco a los mandos de la Real -desde que Imanol ocupó de forma interina la plaza de Eusebio-, el club blanquiazul da un golpe de volante y se encomienda al estadounidense de origen italiano Pellegrino Matarazzo ‘Rino’, cuya experiencia en la élite hasta la fecha se ha enfocado en la Bundesliga alemana, Hoffenheim y Stuttgart

Matarazzo fue presentado ayer. Tras la introducción del presidente Jokin Aperribay, el técnico inició su alocución saludando en euskara con un «kaixo guztioi», antes de leer una nota en español asegurando que es «un gran honor» entrenar a la Real, un club del que destacó «la pasión y la identidad», así como su «valor para invertir en la cantera».

Ya en inglés, fue respondiendo a las numerosas cuestiones planteadas, añadiendo que conoce bien a la plantilla. «Tiene muchísimo potencial, necesita rendir mejor, es importante buscar la clave y trabajar. Ha llegado la hora de ganar partidos», remarcó.

Sobre el dibujo, matizó que en el Stuttgart logró el ascenso «con cuatro atrás», y que no tendrá problemas en adaptarse a lo que le ofrece la plantilla. «Mi trabajo es encontrar la mejor formación con estos jugadores, aunque deberíamos dejar de pensar en la estructura y pensar más en el comportamiento en el campo».

GUSTO POR EL FÚTBOL OFENSIVO

Añadió que le gusta un fútbol «ofensivo y de ataque, no basado en la posesión, sino en crear oportunidades. Presión alta, dinámica intensa, pero entiendo la necesidad de jugar en bloque bajo frente a algunos rivales. Soy flexible y pragmático».

Respecto a la apurada situación clasificatoria, reconoció que «este equipo no está acostumbrado, pero yo ya he estado ahí antes». Se incorporó a un Hoffenheim que luchaba por evitar el descenso, «terminamos en el puesto 12 y al año siguiente nos clasificamos para la Europa League. Sé lo que hay que hacer». En cuanto a la Copa, recordó que «es la forma más fácil de ganar un título», por lo que tiene «ganas de afrontar esta competición».

Preguntado por la barrera del idioma, confió en que sabiendo italiano no tendrá grandes problemas en aprender español, que además estudió en el instituto. Además, sus dos ayudantes hablan la lengua de Cervantes, y buena parte de la plantilla habla y entiende el inglés.

Matarazzo remarcó la necesidad de dar en este arranque conceptos básicos para voltear la situación. «Si les llenas la cabeza no lo tendrán claro, tengo un plan ya para la primera semana. No estaría aquí si no supiera lo que es aceptar un reto, sé dónde estoy, todo lo que he hecho hasta ahora ha sido para llegar hasta aquí. Estoy preparado».

Terminó su intervención destacando que las instalaciones de Zubieta son «fantásticas» y que ha visto varios partidos del Sanse y que algunos jugadores del filial «estarán entrenando con nosotros».

PRIMER CONTACTO EN OCTUBRE

Después llegó la hora del presidente Jokin Aperribay y del director deportivo, Erik Bretos. Este último reveló que «contactamos con ‘Rino’ por vez primera por octubre, es parte de mi trabajo estar preparados. Desde el primer momento sentimos que teníamos muchas cosas en común, nos conocía, estaba habituado en clubes similares. En el momento que tuvimos que tomar la difícil decisión de prescindir de Sergio, sentimos que ‘Rino’ era nuestro entrenador».

Remarcó que la decisión de elegir al de Irun como relevo de Imanol en la pasada primavera se tomó «desde el más absoluto convencimiento, dar la oportunidad a la gente de casa siempre es una buena decisión. No nos ha salido bien, no estábamos dando con la tecla, y cuando sientes que la situación no va a cambiar hay que tomar decisiones».

Aperribay subrayó que Matarazzo «es un valor seguro» y que los futbolistas «tienen muchas ganas de revertir la situación, no se están escondiendo, tenemos que mejorar de forma individual y colectiva, poniendo lo individual al servicio de lo colectivo». En ese sentido, rechazó que exista «falta de liderazgo» en la plantilla, aunque «no están saliendo las cosas, no lo estamos haciendo bien, es obvio». No obstante, remarcó que «hay una buena base para confiar».