GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Borja se puso en el mapa


El pueblo zaragozano de Borja de cinco mil habitantes se convirtió de repente en un punto turístico internacional debido a una de esas circunstancias que no es posible colocar en un programa de promoción o en un currículo docente de escuela superior de Turismo. El motivo fue por un difundido accidente que una mujer con aficiones pictóricas propició al intentar restaurar por sus medios una pintura de Elías García Martínez que estaba en un santuario a las afueras de la ciudad.Desde aquel agosto de dos mil doce, cuando un periódico dio la noticia y se difundieron fotos del fallido trabajo, se convirtió en un Ecce Homo y Cecilia Giménez, su autora, adquirió una fama que se basaba en una suerte de humillación por el desaguisado. Ha muerto Cecilia con noventa y cuatro años y en aquellos días tragicómicos, con decisiones de muchas instancias sobre el cuadro, se convirtió en una figura pop, durante semanas y meses el eccehomo ocupó memes, portadas, artículos, columnas, declaraciones, revisiones de la historia del arte y entró por derecho propio dentro de la iconografía más exigente de santuarios y museos.

Y Borja pasó a ser un pueblo con cientos y miles de visitas para ver en el santuario de la Misericordia ese proceso transformador de una obra de arte. Mientras Cecilia la aficionada a la pintura sufrió depresiones debido a la presión mediática, a todo lo que se la maltrató de manera agotadora por esa equivocación irreversible, aunque se llegó a pensar en hacer un trabajo de restauración para devolverlo al estado original. Hoy es un hito. Y Cecilia una artista legendaria. Descanse en paz.