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PAPEREZKO LUPA

«Apocalypse Now»


El menú venía servido ayer tras el anuncio de la fecha y la pregunta encadenada del referéndum en Catalunya. Una se esperaba todo tipo de reacciones, desde las más sensatas e ideológicamente honradas hasta las directamente golpistas o abiertamente guerracivilescas. Pero es que no aprendo y una vez más me quedé corta. Editorialistas y columnistas salieron en tromba como si les fuera la vida en ello.

Me ha venido a la memoria la genial frase del Coronel Kurtz, interpretado por el gran Marlon Brando en la magistral película «Apocalypse Now» de Francis Ford Coppola. «He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja. Ese es mi sueño, más bien mi pesadilla». Y sí, España es ese caracol que se desliza por el filo de la navaja, entre pesadillas existenciales, sin voluntad ni madurez alguna de encarar los problemas con espíritu democrático y con «fair play».

Y visto el afilado y punzante desafío nacional articulado en Catalunya, el caracol sangraba ayer de lo lindo, expulsaba mala baba e insultos de tal calibre que no tienen cabida en este espacio. Como muestra, sin embargo, bastan las siguientes «perlas».

El periódico de Pedrojota, «El Mundo», titulaba con un «Jaque a España» que auguraba el tono con el que tratatan el asunto. En su editorial hablaban de un referéndum que «empuja a Cataluña al precipicio» y señalaba que era una decisión «tramposa, sin sentido, que conduce a la fractura social y a un futuro muy incierto». En su columna, el hiperfacha Jiménez Losantos iba más allá y hablaba de un «referéndum golpista contra el régimen constitucional español». Ya ven como les molan los golpe de Estado y el lenguaje apocalíptico.

«El País» no se andaba tampoco con chiquitas y en su editorial volvían a la carga con lo del «golpe de fuerza» que «precipita a la sociedad en una sima» y constituye una «promesa de muchos destrozos». O sea, un argumento clonado y la apocalipsis llamando a la puerta.

En «Abc» y «La Razón» se ponían casco y chaleco y se iban directos a la guerra. Vía artículo 155, escribían de la suspensión de la autonomía, y en especial, de la Policía y la Hacienda catalanas. Y entre los columnistas, titulares como «la peste y el golpe» -como les ponen las asonadas-, «psicodelia política» y un sinfín de testosterona del cual les ahorro los detalles.

El caracol no puede deslizarse por mucho tiempo al filo de una navaja. Al final, su caparazón se resquebraja. Como España.