«Good save» Luisito

«Aunque somos como la noche y el día, valoro la valentía de Paolo Di Canio de decir lo que piensa».

Luciano Lucarelli, ex jugador del Livorno y convencido comunista, sobre el exjugador de la Lazio y declarado fascista.

«Nada odia más un livornés que Pisa; quizá a un fascista, pero no está claro», sintetiza Enrique Peinado en ``Futbolistas de izquierdas''. Quizá por ello un desconocido británico llamado Luther Blissett y de cuyo nombre nadie quiere acordarse en el Milan de 1983, es venerado en Livorno por ser quien con su gol envió esa campaña a la Assoziacione Calcio Pisa al infierno de la Serie B. Y quizá por ello volverse a ver las caras con la Lazio en la máxima categoría pone y mucho a unos livorneses nacidos para tifar a su equipo. Como este pasado fin de semana.

El 14 de abril de 2012, Piermario Moriosini se desplomó en el campo vistiendo la camiseta del Livorno en un choque de Serie B ante el Pescara. Una hora más tarde, el jugador juvenil falleció. La Federación italiana asumió el duelo, decretando un minuto de silencio en los partidos del fútbol profesional italiano, gesto que tuvo una excepción, la de los hinchas de la Lazio.

Cuando amarantos y `biancocelestes' se citan sobre un terreno de juego, es algo más que fútbol, un duelo entre dos ideales, comunismo contra fascismo. El rojo de la ciudad costera de la Toscana ante el lazial de la ciudad eterna capitalina. El equipo que apadrinó el Partido Comunista italiano -aunque su estadio fuera construido en 1935 gracias a la actividad de fomento del deporte del gabinete del Duce y tomara como primer nombre el de su hija, Edda Ciano- enfrente del club con el águila de la legión romana en su escudo, del que fuera socio Benito Mussolini. Los cánticos de «Bella Ciao» o «Bandeira Rossa» rivalizando con esvásticas, cruces célticas y rostros del propio Duce. La Brigate Autonome Livornesi estrechamente ligada a ultras de izquierda como los del AEK ateniense, Olimpyque de Marsella, Celtic o St. Pauli, enconados con los Irriducibili cercanos a los extremistas de derecha del Hellas Verona, Inter, Real Madrid o Espanyol.

La Curva Nord del Olímpico de Roma recibió como era de esperar a los de la hoz y el martillo. Al final, por fortuna, solo hubo fútbol y dos goles del veterano artillero alemán Klose, de origen polaco, fueron suficientes para derrotar a los livorneses. Sorprendentemente la Curva Nord laziale no fue la clausurada esta jornada por la Federación italiana; el dudoso honor le tocó a la de la Roma, por cánticos racistas hacia Mario Balotelli y eso que jugaban fuera de casa, y a la del Inter, por cantos de discriminación territorial hacia Nápoles, y eso que también jugaban fuera.

Dos partidazos que acapararon las miradas del Calcio, toda vez que la Juventus, con un triplete del Apache Tévez -cansado de que Llorente acaparara portadas-, se deshiciera del humilde Sassuolo, y suma ya 8 victorias consecutivas sin encajar un solo gol. Renovado además el chileno Arturo Vidal, se negocia con Andrea Pirlo, que dicen no quiere más dinero sino más años, tres, de contrato, a sus actuales 34, y la incógnita está en el francés Pogba, sobre quien dicen el PSG le quiere en su millonario proyecto.

El Nápoles truncó su mala racha de resultados con un solvente 4-2 al Inter, un duelo también de banquillos entre el exentrenador del Inter contra el exentrenador del Nápoles, la tercera posición en juego, y al final, la vendetta fue para Rafa Benítez, aunque Walter Mazzarri fue recibido con pitos pero también una pancarta de los tifosi que rezaba: ``Sin tinta dibujaste una película emocionante. Los que comprendieron el final estarán agradecidos''.

En el otro gran duelo, Milan y Roma firmaron las tablas. Esta temporada los rivales de los milaneses han necesitado 6,4 tiros para marcarles; los de los romanos, 27,6 disparos. Al final, empate a dos en San Siro y pudo ganar el partido Balotelli en el 92' o Gervinho en 93'. La buena nueva para los gilarossi es la vuelta del inmortal capitán Fracesco Totti, por mucho que en el choque de la temporada pasada Balotelli le dijera aquello de «estás acabado, abuelo».

Espadas en todo lo alto, cinco puntos de ventaja de la Juventus aupado cómodamente en su liderato, y este domingo el clásico Inter-Milan, enésima repetición de la tragedia a lo Rómulo y Remo `made in Milan'... El derbi de la Madonnina se jugó por primera vez en tierras suizas; el de esta jornada no tiene favorito claro, aunque los Nerazzuri parten con ventaja en la tabla.

La Premier no para ni en Navidad

El Manchester City-Arsenal fue el partidazo de la semana en la Premier, con permiso de la victoria por fin del United 0-3 -regresó dos años después el escocés Darren Fletcher tras superar una colitis ulcerosa y tiene para un mes de baja Robin van Persie-, la goleada 4-1 de un Everton lanzado que está en la pomada europea, y el palizón 0-5 del Liverpool del imparable `Luisito' Suárez -dos goles, dos asistencias y quinta expulsión que provoca en su carrera en la Premier- ante un Tottenham que hace aguas y cuyo estadio, a pesar del histórico revés, le despidió con el clásico ``You'll Never Walk Alone''. Esto es la Premier. Esto es el `Pistolero' Suárez. El charrúa suma 17 goles en la 16ª jornada y eso que no jugó las seis primeras; Alan Shearer tiene el récord de goles en una Premier (34, en la 94/95); en aquella J-16 llevaba 14 goles.

«Sobre Clemente hay leyenda como la de Gardel. Jugó poco», ironizó una vez Jorge Valdano. Sobre el ya extécnico portugués del Tottenham André Villas-Boas casi se podría decir lo mismo. Mucha leyenda. Triunfó en el Oporto, pero ha fracasado en la liga inglesa -antes en el Chelsea y ahora con los Spurs- y desde el martes ingresa la lista del paro. Como acertó a sentenciar el técnico irlandés Eoin Hand, «solo hay dos cosas ciertas en la vida: la gente muere y los entrenadores son despedidos».

Los de Londres vendieron a Gareth Bale y ficharon por cien millones a Roberto Soldado, Nacer Chadli, Christian Eriksen o Erik Lamela. Nada de nada. A Villas-Boas le ha seguido el técnico del West Brom y todo aunta a que el siguiente puede ser el de West Ham. La Premier ya no es lo que era. Todo lo contrario de Steve Bruce en el Hull City y su valiente 3-5-2 o de Roberto Martínez en la revelación Everton en el que el catalán Deulofeu se lesionó en su primera titularidad. Jose Mourinho ganó justito 2-1 y el lunes tiene un órdago en el Emirates donde rinde visita al líder Arsenal.

A los Gunners les salió todo mal en su visita al City. ``Poco a poco, el Arsenal se tambalea», auguró Paul Wilson, en ``The Guardian''. Se lesionó su central Koscielny, el joven Jack Wilshere dirigió una `peineta' a la grada y seguramente será sancionado, Özil ni apareció y al final su capitán Mertesacker le abroncó por no ir a saludar a sus aficionados, en un partido con las ausencias de Arteta y Cazorla, y aun así Arsene Wenger se soltó un «honestamente, podíamos haber marcado al menos seis goles también. Fue un partido muy abierto pero cometimos muchos errores».

Pero la realidad es que fueron apabullados por el potencial goleador de los Citizen de Pellegrini, 6-3 final, que promedian más de cuatro goles por partido en su estadio. Bestial. ``El Manchester City fue como un gato jugando con un ratón antes de devorárselo», lo describió Matt Stanger en ``Sky Sports''. Un Silva pletórico, la letal pareja Agüero-Negredo, un plantel de muchos kilates que arrasa en su estadio, pero con un punto flaco, un tipo rumano llamado Costel Pantilimon, su portero.

En la Premier, los cinco primeros clasificados están en cuatro puntos. En la Bundesliga el Bayern se destaca ya con siete sobre un Leverkusen que pinchó en su estadio ante el Eintracht Frankfurt. Los de Guardiola ganaron 3-1 al Hamburgo -695 pases completados por los 177 que hizo el rival- y el Dortmund de Jurgen Klopp empató a domicilio y pierde tanto fuelle que hasta Julian Reus, campeón alemán de 100 metros lisos, ha desafiado a su veloz delantero Aubameyang a que en los primeros 30 metros le saca como mínimo un metro.

Los renanos están ya a ocho del líder bávaro, que acaba como campeón de invierno, lo que en 15 de las últimas 18 veces ha significado que ganas el campeonato. El Bayern suma 41 partidos invicto, lejos aun del Lincoln gibraltareño, que lleva 71.

Otro que no cede es el PSG parisino, que resolvió con 1-3 su partido y otro gol de Ibrahimovic, aunque solo saca dos puntos al Mónaco, donde Falcao sigue lesionado. Todo a la espera este domingo del PSG-Lille, primero contra tercero, cuatro puntos. Además, empate 2-2 entre los dos Olympiques, Lyon y Marsella, venidos a menos.

En Argentina, finalmente el San Lorenzo de Juan Antonio Pizzi se proclamó campeón del Torneo Inicial 2013, logrando así refrendar las excelentes maneras que dejó a los mandos de la Universidad Católica de Chile. Además del club del Papa Francisco hubo otros campeones, como O´Higgins en Chile -58 años después- o los Panzas Verdes del León en México, donde con los de Guanajuato silenciaron el Azteca ante el dueño del estadio, el América, y son ya ocho vencedores distintos en otros tantos campeonatos.

Último fin de semana futbolero del año en las competiciones domésticas, excepto para la Premier, donde el balón no para, con un Manchester City-Liverpool el 26 o un Chelsea-Liverpool el 29. Good save Luisito.