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PAPEREZKO LUPA

Fuego que fue amigo


En lenguaje bélico se le llama fuego amigo al que proviene del propio bando o de aliados con poca punteria o mala baba, que de todo hay en la guerra. Y en la política pasa lo mismo, como bien están comprobando en el PP, que está recibiendo de lo lindo por parte de quienes hasta hace dos días les reían todas las gracias. Como muestra, el botón de «Libertaddigital», que ayer titulaba su editorial de esta guisa: «La derrota del PP vasco». Afirma el editorialista que «el Partido Popular en el País Vasco se ha convertido en el principal ariete de la Dirección Nacional para fustigar a los afiliados que les dan la espalda, insultar a las formaciones de nuevo cuño que amenazan con tomarles grandes bolsas de votos», y añade que «es lógico que un partido con una trayectoria electoral reciente tan calamitosa como el PP vasco intente por todos los medios mejorar sus expectativas, bastante más preocupantes de lo que sus rectores quieren admitir». Pero critica que «lo que resulta inaceptable es que esta estrategia de supervivencia incluya ensañarse con el disidente utilizando argumentos que hasta hace poco eran patrimonio exclusivo de los proetarras». Hala lo que ha dicho... Ya ha mentado la bicha. Tras zurrarles por llamar fachas a quienes se han ido a Vox, el escribiente, tan facha como los aludidos, dispara diciendo que «su actitud, amparando al Gobierno en su denigrante política antiterrorista y contemporizando con los proetarras de Bildu, suponen un cambio tremendo que ahora sus responsables quieren disimular a base de insultar a los que ponen de manifiesto semejante obviedad». Pues servidora no ve el cambio tremendo por ninguna parte.

En el mismo digital, un habitual como Santiago González tiraba del mismo tema y escribía que «el PP vasco, que durante tantos años fue un referente para muchos españoles, por su gallardía y firmeza en la defensa de las libertades y de la Constitución, lleva desde la marcha de María San Gil, en el 2008, en manos de unas personas muy mediocres, mucho más preocupadas por criticar y polemizar con los suyos que, por ejemplo, con los del PNV o Bildu. El numerito de este fin de semana en Valladolid, jaleado por los medios afines al PP, queriendo ensalzar y entronizar de una manera tan forzada como artificial a Arantza Quiroga, es de los espectáculos más lamentables que uno recuerda en el centroderecha». Centroderecha, dice. Pintan bastos en la derechona.