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Campeonato de Parejas

Arrigorriaga ¿última parada?

En su participación número 22, Titín III jugará su último partido en caso de no poder llegar a ese número.


El Municipal de Arrigorriaga podría suponer, esta tarde, la última estación de una de las carreras competitivas más extensas de la mano profesional; la de Titín III. Las cuentas están claras, si la pareja riojana llega a 22, ese número mágico dentro de la pelota, el delantero de Tricio tendrá la opción de alargar, en al menos otros tres partidos, su idilio con un campeonato al que no ha faltado en sus 22 años como profesional.

En caso contrario, el trayecto competitivo que arrancó en 1992 habrá llegado a su fin, ya que aunque su despedida definitiva de los frontones tiene la fecha de caducidad dentro de 197 días en el Adarraga de Logroño, el caracolero ya no disputará ningún partido más de un campeonato oficial, si eso, algún torneo estival en verano.

«Ahora mismo no soy consciente de que puede ser mi último partido, espero que no, si ganamos tendremos otros tres de semifinales para disfrutar. Sería muy bonito, pero si perdemos habrá que tomarlo con normalidad, esto es deporte y unas veces ganas, pero otras toca perder», declaró el pelotari el pasado jueves en la elección de material.

La primera final

El Parejas siempre ha sido el campeonato fetiche de Augusto Ibáñez y el flechazo fue instantáneo, ya que alcanzó su primera final en su primera participación, la edición de 1992/93, un campeonato que vino marcado por las tensiones entre Unidas-Reur y Asegarce, las dos empresas profesionales por aquel entonces, que organizaron dos campeonatos paralelos. Aunque durante muchos años ha sido el icono de Aspe, Titín III debutó con la promotora bilbaina y, acompañado por Fernando Arretxe, llegó a una final en la que cayeron ante Alustiza-Maiz II por 22-20 en el Ogeta.

Su primera txapela de la distancia tampoco se hizo esperar demasiado. Solo un año después, de nuevo con Fernando Arretxe de escudero, el de Tricio logró su primer título como profesional, tras vencer en la final, otra vez en Gasteiz, a Retegi II-Beloki, por 22-14.

El de Mendizorrotza, un frontón que agradece el juego alegre y de ataque, siempre se le ha dado bien al pelotari riojano y allí llegó su segunda txapela, en el año 2000, con Óscar Lasa como zaguero, superando a Unanue-Errasti por 22-19.

El Atano III, donde ganó en 2004 junto a Fernando Goñi -22-8 a Irujo y Lasa III- y el Bizkaia -2012 junto a Merino II, ante Xala-Laskurain 22-15- también son lugares a guardar en esta pequeña historia de la pelota moderna. ¿Tendrá Arrigorriaga su hueco en ella?