APR. 13 2014 TXOKOTIK El vecino del quinto (II) Iker Bizkarguenaga Periodista Cuentan que Illarramendi va a tener que pagarles una cena a los fisioterapeutas del Real Ma- drid porque apostó con ellos que no marcaría más de dos goles este año. Con el que le metió a la Real ya van tres, así que le tocará apoquinar. Lo que todavía no se sabe es cuánta gente va a tener que pagar una cena en este país a cuenta del proceso catalán; seguro que tanta como la que aseguraba que tarde o temprano nuestros amigos/hermanos acabarían rilándose. Parece que no, aunque fíate del bueno de Artur Mas y no corras... Ya veremos. En todo caso, si alguna lección cabe extraer de Catalunya es que cuando en la misma ecuación se junta una mayoría social decidida, con un objetivo claro, y una clase política a la altura, capaz de hacer frente a las presiones de lo que antes se llamaban poderes fácticos y ahora se llaman lobbies, cualquier cosa es posible. El Gobierno español no va a pasear los tanques por las Ramblas, y si la amenaza económica no ha surtido efecto ya, todo queda en manos de la sociedad catalana. Se le ha reprochado a Mas que no acudiera al Congreso a defender la consulta, pero es que Turull, Rovira y Herrera representaban mejor el carácter colectivo y popular de un proceso que el Parlament y los políticos han asumido como propio. Nada que ver con el Plan Ibarretxe, proyecto personal del lehendakari que, por no tener, al final no tuvo ni el aval de su partido. Cómo olvidar la cara que puso Imaz cuando Arnaldo dijo que le daría los votos. Tan personal, que tras el portazo de Madrid lo guardó bajo llave, convocó elecciones y hasta hoy. Lo saben los catalanes y lo dijo Eguiguren en estas páginas: «cuando una mayoría clara quiere la independencia, da igual lo que diga la Constitución o las leyes, se hace la independencia». El presidente del PSE también tiene razón en que esa mayoría incontestable aún no existe en Euskal Herria, pero lo que no es cierto es que para lograrlo sea necesario el aval de los «no nacionalistas». Porque aquellos que él llama no nacionalistas son en verdad nacionalistas españoles, y a ver quién convence al no nacionalista Ares, al no nacionalista Urquijo y a la no nacionalista Barcina de que este pueblo debe ser independiente. No, la clave está en esas personas que no lo tienen claro en este y otros temas, que pueden votar, y votan, una cosa o la contraria, que muchas veces se abstienen y que suman más gente que ninguna fuerza política. La llave la tiene el famoso vecino del quinto, que ahí sigue, esperando a que le hagamos una oferta que no pueda rechazar.