«Estoy en paz con la pelota. No tengo deuda con ella», dice Barriola

Exultante. Abel Barriola era ayer el hombre más feliz del mundo. Es más. Sus propias palabras lo delataban. «Estoy en paz con la pelota, no tengo ya ninguna deuda con ella. Si mañana acaba mi carrera estaré satisfecho». Feliz. Eufórico. Como un niño con txapela nueva. Sí, la de parejas. «Hay muchos pelotaris que trabajan mucho durante años y no tienen premio. Yo he tenido suerte de tener los tres campeonatos. Tengo 35 años y esto es el premio a muchos años de trabajo. Es una satisfacción inexplicable. Todo el trabajo de una carrera plasmado en un partido y una victoria». No cabía en sí. A su lado, más serio, Juan Martínez de Irujo. «No esperaba ganar la txapela ni loco», llegó a reconocer, no se sabe si dando continuidad a ese papel de víctima del que a veces, ante los grandes partidos, se disfrazan los pelotaris. Lo cierto es que la pareja navarra entró bien en el partido y acabó mejor, a pesar de que Barriola apuntillara que «no cuentan los méritos, sino llegar al cartón 22».
Ambos coincidieron en que les funcionó la estrategia. «Hemos regalado menos que ellos, hemos llevado la voz cantante, hemos salido a quitarle a Aimar, a castigar a Andoni, a arrimársela y nos ha salido bien. Hemos cogido renta y hemos jugado más tranquilos», explicaba un Irujo al que la zurda le aguantó «hasta el tanto 11 o 12», luego la reservó. La ventaja se lo permitió y bastó para «llegar al 22, que era lo importante».
Abel Barriola, que insistió en que «lo que tenga que venir en adelante bienvenido sea», dada esa satisfacción del deber cumplido, quiso acordarse no solo de su familia, sino también de todos los seguidores que le han apoyado y apoyan, y en especial de Mikel Olazabal, pelotari para el que tuvo una dedicatoria especial. Por su parte, Irujo quiso agradecer la txapela a los médicos y fisioterapeutas, en especial a Jokin Etxaniz por «aguantarme estos días» y, aunque se olvidó, se lo recordaron. «¿Y a la familia?»... «También, también, que estos últimos quince días he estado insoportable». Genio y figura.