JUN. 01 2014 Play-offs de la NBA Cuarta final consecutiva para Miami Con 25 puntos por cabeza, Chris Bosh y LeBron James desarbolaron a Indiana, que perdió por 117-92 y cae en la final del Este por 2-4. Arnaitz GORRITI Miami Heat jugará su cuarta final de la NBA consecutiva. Los vigentes campeones revalidaban su título de la Conferencia Este tras superar por 2-4 a los Indiana Pacers, a los que arrollaron por 117-92 en el sexto partido de su serie. Los Beach Boys aprovecharon su último partido en su cancha para finiquitar la serie sin discusión. Con 25 puntos por cabeza, Lebron James y un recuperado Chris Bosh arrasaron a unos Pacers que, por segundo año consecutivo, se quedaron a las puertas de la gloria. Después de caer en el quinto encuentro, los Heat decidieron que no querían volver a Indiana, de forma que saltaron en el sexto envite muy enchufados. Solo Paul George -máximo anotador del partido con 29 puntos- lograba dar la réplica a unos Heat que no daban respiro y abrían brecha de un inicio. Lance Stephenson trató otra vez de descentrar a Lebron James, pero The Choosen One no picó esta vez, y lo superó en cada una de las canastas. Al mismo tiempo, el regreso de Chris Birdman Andersen se notó, y cómo, para el juego interior de Miami. El «politatuado» pívot ofreció una tremenda y muy estimable solidez en la faceta reboteadora, amén de aprovechar los balones que le surtían sus compañeros -Miami repartió 24 asistencias, con Wade y LeBron James como principales pasadores, con 6 pases de canasta para cada uno-. Para el descanso, el partido, y por ende el resultado de la Conferencia Este, parecía totalmente decidido: 60-34. 37 puntos de ventaja Con un par de triples consecutivos, Paul George quiso devolver a la eliminatoria a sus Pacers, mientras que Frank Vogel intentaba hacer valer su poderoso juego interior dando una oportunidad a Hibbert y Haslem, en detrimento de un Luis Scola que apenas dispuso de siete minutos en este sexto choque. No había caso, empero. Rashard Lewis, uno de los «tapados» de esta final del Este, equilibró la balanza de los «trucos tácticos» a base de aprovechar su capacidad de abrir el campo. Sus 13 puntos, con tres triples en el repertorio, dieron estabilidad al juego de los de Erik Spoelstra, que además terminaban de dominar en la faceta reboteadora -37 a 28-, ante un adversario que tenía peores porcentajes de tiro. Por si había alguna duda, cuando la renta de los Heat llegó a los 37 puntos, 86-49, todo quedó aclarado. Lo único que restaba era dejar pasar el tiempo para que Miami Heat certificara su pase a la final. Tan claro lo vio Erik Spoelstra, que sentó a LeBron James en los 12 minutos finales, sin que los Pacers pudieran hacer más que maquillar el resultado: 29 puntos de Paul George, 16 de David West, y punto. Ahí terminó la resistencia de un Indiana que se quedó lejos de la imagen de contender serio que ofrecía hace ahora un año. Greg Oden recoge el trofeo Spoelstra no solo se permitió sentar a su jugador franquicia en los 12 últimos minutos, sino que pudo darle cinco minutos de gloria al pívot Greg Oden. Al ex de Portland los problemas físicos lo han lastrado definitivamente, pero sigue siendo un compañero leal y muy poco conflictivo, según cuentan sus compañeros. Eso le sirvió para ganarse el premio de disfrutar de cinco minutos de juego, y para tener el honor de levantar el trofeo de campeón de la Conferencia Este, recibido de la mano del propietario de Miami Heat, Micky Arison. Indiana se retiraba con la cabeza gacha, buscando la forma de rehacer un clima que se deterioró en el peor momento como para optar al anillo. «Estar en otra final no nos asegura que vayamos a ganarla» A LeBron James se le achaca una arrogancia que sus palabras no refrendan. El alero de los Heat se sintió «bendecido» al lograr con su equipo el pase a otra final de la NBA, pero advirtió que aún les queda mucho. «Tenemos de nuevo la oportunidad de luchar por el título, pero para nada lo damos por hecho; no damos por garantizado que vamos a ganar por el hecho de estar por cuarta vez en la final», dijo LeBron. El técnico de los Pacers, Frank Vogel, se mostraba resignado. «Es una decepción perder ante este equipo tres años seguidos, pero jugamos con el Jordan y los Bulls de nuestra era, y hay que quitarse el sombrero ante ellos», reconocía. GARA PALIZA. Sin dejar ningún resquicio a la duda, Miami Heat sumaba su cuarto triunfo de la final de la Conferencia Este apaleando a los Pacers. Ya para el descanso, con 60-34 a su favor, los vigentes campeones tenían la serie totalmente decidida.