Tirando del ronzal

Entusiamo, lo que se dice entusiasmo, no ha generado la histórica jornada del domingo en los medios que opinan que las vascas y los vascos tenemos la capacidad de decidir qué película podemos ver en el cine, y poco más. Empezando por «La Razón», que ayer hizo un alarde de periodismo cuartelero. Así, en páginas de opinión afirmaba que la cadena humana fue «por encima de cualquier otra interpretación, una operación de propaganda proetarra», y añadía después que «más allá del número y de que se colocaran de forma estratégica para aparentar una movilización que no fue tal, las personas que ayer entrelazaron sus manos (...) compartieron la estrategia de Sortu, Bildu y Amaiur. Por tanto, salieron a defender a los verdugos». Y si esto les parece fuerte, en su parte «informativa» titulaban la noticia de esta forma: «Mascarada independentista para apoyar a ETA», agregando que «muchos participantes de la cadena humana llevaban el rostro cubierto y banderas pidiendo el regreso de los presos». ¿Rostros cubiertos? Si acaso por el calor. Están de atar, pero de verdad...

En casa, «Diario de Navarra» le dedicaba a la mayor movilización celebrada en este pueblo una página par que incluía un despiece titulado «La Policía denuncia la utilización de niños en la cadena». En la portada, la foto no era para las miles de personas que unieron sus manos, sino para Rafa Nadal, un tenista que es muy bueno, sí, pero que ya me dirán si ayer era el principal protagonista en estos lares. En páginas de opinión, ni mentaban la cadena. Por si acaso.

Bastante más espacio le dedicaban «El Correo» y «El Diario Vasco», con foto de portada. Aunque tampoco echaban cohetes, pues el editorial compartido por ambas cabeceras advertía de que «lo que ayer reivindicaron tantos miles de personas solo se hace legítimo si se vehicula a través de la democracia representativa y no pretende desbordar el cauce de las instituciones y las leyes». Porque una cosa es la libertad y otra el libertinaje... Los de Vocento también tenían recado. Así titulaba la edición vizcaina su información: «El gran éxito de la cadena soberanista no empuja aún al PNV al choque con el Estado». En el texto, la cronista aseguraba que «lo cierto es que el PNV, partido mayoritario y de gobierno, mantendrá su actual estrategia, que consiste básicamente en nadar y guardar la ropa». A eso se le llama tirar del ronzal para que no se les desmadre la hacienda. Algunas no han entendido que el futuro ya no está en manos de ningún partido. Gure esku dago.