¿Cómo se dice gol en alemán?

El término `hat-trick' viene del cricket: eliminar tres bateadores seguidos. Resulta que una vez a un lanzador le regalaron un sombrero (hat) por ese truco (trick). Una jugada que firmó el delantero alemán y último Bota de Oro en Sudáfrica 2010 Thomas Müller, en su partido número 50 con la Mannschaft. Con 8 goles en 7 partidos en Mundiales, y con 24 años, el récord anotador (15) de Ronaldo y su veterano perseguidor y compatriota Klose (14) ya tiene sucesor potencial. La goleada germana ante Portugal y el protagonismo rematador del delantero del Bayern nos dejó, además, un dato revelador: los jugadores apellidados Müller acumulan 25 dianas en la historia de la Copa Mundial: Gerd (14), Thomas (8), Dieter (2) y Hansi (1).

Una fiebre goleadora la desatada en el Mundial de Brasil que de mantener esta media en los 64 enfrentamientos del torneo, se pulverizará el récord histórico en las fases finales, hasta la fecha registrado en Francia'98, con un total de 171 goles. El capitán de las `Barras y Estrellas' estadounidense Clint Dempsey firmó el más rápido de lo que llevamos de campeonato, a los 30 segundos -el más madrugador es del turco Hakan Sukur a los 11 segundos-, ante Ghana, a la que los `yankes' sorprendieron con un juego basado en el orden, el físico y ganaron con un segundo gol a falta de cuatro minutos. Ya no están los Donovan, Lalas, Wynalda, Cherundolo y Tony Meola, pero su camiseta Nike `meola' que no veas.

Fue una de las sorpresas agradables de esta cita mundialista, todo lo contrario del decepcionante empate sin goles entre los iraníes del luso Queiroz -contratado por el propio Mahmud Ahmadineyad a razón de 1,4 millones de dólares al año, mientras cada jugador solo tiene una camiseta- y nigerianos, ante 39.081 espectadores, que al menos nos dejó un par de detalles, como que Teymourian, de ascendencia armenia, es el primer capitán de Irán de fe cristiana, en tanto en el bando africano, si bien Abédi Pelé, el tres veces Balón de Oro africano, nunca fue a un Mundial, dos de sus tres hijos fueron titulares, Andre y Jordan Ayew.

Menos sorprendente fue la derrota de la Portugal de Cristiano Ronaldo ante Alemania, aunque sí la facilidad de la misma. Todo hacía presagiar que el madridista iba a completar un partido grandioso. Cuando la megafonía del Arena Fonte Nova de Salvador anunció al dorsal `7' de Portugal, no solo rugieron en las gradas los hinchas portugueses, sino que los brasileños también vitorearon al Balón de Oro. Numerosas pancartas con mensajes como ``Solo hay un Ronaldo'', ``Ronaldo estoy libre esta noche'' o ``Quiero un hijo de Cristiano'', mostraron las simpatías que despierta el goleador del Real Madrid. Pero CR7 apenas pudo responder a las expectativas y prolongó su mala racha contra Alemania, a la que se enfrentaba por cuarta vez en un gran torneo desde 2006. ¿El resultado? Cuarta derrota y ningún gol para el delantero.

A Portugal le mira un tuerto

Portugal, ``Sin pies ni cabeza'', titulaba ayer la portada de «A Bola»; «la selección ya está como siempre, quejándose del árbitro», cuestionaba el diario ``O Jogo'', que encabezaba con un irónico ``Lindo servicio''... La prensa lusa, unánime: «Desastre». Khedira y Schweinsteiger consolaban a CR7 después del varapalo. Nadie hizo lo propio con Pepe, expulsado. «Pepe... estúpido. Deja tirados a sus compañeros», tuiteó el inglés del United Rio Ferdinand. Desde 2002, Portugal ha visto seis tarjetas rojas en 15 partidos de la Copa del Mundo, el doble que el segundo equipo con más expulsiones. Un desastre. Y de paso pierde a Coentrao y al `bigotudo' Hugo Almeida para los dos próximos partidos por lesión muscular.

Todo lo contrario de una Alemania que mostró sus credenciales y dejó sastisfecha a los aficionados alemanes, como los cientos que siguieron el choque tumbados en los 850 sofás distribuidos por todo el césped del estadio Unión Berlín. Goleada y revolución táctica incluida de Joachim Löw en el Mundial: `falsos laterales', ni una subida al ataque y con los 4 atrás casi como centrales; y ni `9', ni `falso 9', sino un `13' goleador como Thomas Müller. Podolski y Klose son, en esta versión, como afirma el periodista Ignacio Benedetti, «opciones y no el camino». El nuevo principio de Alemania en el Mundial funciona: cuando se defiende bien, se ataca mejor. Y de eso seguro que sabe un rato la canciller Angela Merkel, que no dudó en bajar al vestuario de su selección para fotografiarse con los jugadores y hasta hacerse un `selfie' con Lukas Podolski.

Autoretratos no, lo que se ha puesto de moda en Holanda son los `persieing', fotografiándose emulando el acrobático remate del ariete orange que se la coló a Casillas por arriba. Y hablando de Holanda, que hoy puede certificar su pase a octavos ante Australia, la velocidad de crucero a la que Arjen Robben dejó atrás a Sergio Ramos no es de 37 km/h como ayer publicaba el diario «Marca», sino de 31,03 como ha constatado la propia FIFA. De cualquier manera, punta de velocidad equiparable a la de un velocista: el jamaicano Usain Bolt alcanzó los 44,72 km/h entre los metros 60 al 80 en los 100 lisos.

Ambas imágenes han dado vueltas al mundo en las redes sociales, casi tanto como la particular forma de Lukas Podolski de saludar a su compañero Hummels tras su gol a Portugal, apretándole sus genitales, o la previa inspección de la nariz del técnico alemán Joachim Löw con la mano que luego estrechó a Cristiano Ronaldo. Y mientras Mario Balotelli cuelga una foto en su Facebook con la doble hoja de Italia del álbum Panini y su cromo pegado en cada una de las casillas, el sueco Zlatan Ibrahimovic, uno de los grandes ausentes en Brasil, hacía lo propio pero tras las rejas de una celda de la vieja cárcel de Alcatraz, donde está de vacaciones.

«Roja» solo puede quedar una

Una encerrona a lo ancho y largo del verde de Maracaná es la que prepara la `Roja' chilena a la `Roja' española' esta noche (21.00 Telecinco). «Chile no vino al Mundial para eliminar a España, vino a salir campeón del Mundo», avisó el volante chileno Arturo Vidal ante el crucial partido. La bochornosa derrota en el primer partido ante Holanda ha dejado al equipo español con la obligación de ganar a los sudamericanos de Sampaoli si quiere seguir con opciones de clasificarse para los octavos de final. Vicente del Bosque sabe de la necesidad del partido y ha preparado algunos cambios en el once inicial, como la entrada de Koke y Pedro Rodríguez, y habrá que ver si del navarro Javi Martínez. El técnico tiene perfilado su once. Los de Del Bosque se agarran a una estadística: en los 88 encuentros con el salmantino en el banco nunca encajaron dos derrotas seguidas.

Chile, de la que se espera una enorme presión sobre los jugones españoles, tiene ante sí también el reto de quitarse su mala espina con España, a la que no ha derrotado. «Se ha dicho en algunos sitios que tenemos un estilo suicida. Yo creo que es solo el ímpetu que tenemos por ser campeones», ha insistido el biannconero Vidal. «Un partido soñado», lo definió. Como alguien dijo alguna vez en el fútbol, hay que decidir si quiero ser toro o torero. Y Chile viene decidida a ser lo segundo. España-Chile. Para los primeros una final. ¿A qué quieres que te gane?