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Mundial de Brasil 2014

Cambiar es vivir, estancarse es perder


Costa Rica es otra de las grandes alegrías que regala este Mundial. Con poco ruido mediático, los dirigidos por Jorge Luis Pinto le han recordado al mundo que la CONCACAF tiene fuerza más allá de México y los Estados Unidos. Decía José Antonio Marina: «El sentimiento de euforia tiene dos efectos muy distintos: uno, desde el punto de vista intelectual, esas sensaciones sintetizan mayor cantidad de datos y perciben relaciones más distantes. De manera que una de las características de la euforia es que es capaz de manejar más datos y es capaz de percibir relaciones más amplias...». Ese testimonio, recogido en el libro Liderazgo, de Juan Mateo y Jorge Valdano, sirve para comprender el éxito del entrenador colombiano: se abstrae de tanta celebración para comprometerse aún más con la evolución del combinado que dirige. Sus declaraciones pueden ser desafiantes, pero su capacidad para encontrar variantes es lo que debemos estudiar. Cambiar es vivir; estancarse es perder. Su continuidad en el Mundial le recuerda a aquellos que jamás compitieron que la ambición del deportista es infinita y que conformarse no está en su ser. Es también otra prueba de que el trabajo bien hecho siempre rinde frutos. Como el de Louis Van Gaal, que ha ido adaptándose a lo que cada encuentro pedía casi como un camaleón, gracias a su inteligencia emocional y a la riqueza táctica de este grupo de futbolistas. Todos los equipos van cambiando porque son vida, pero una de las labores del entrenador es propiciar modificaciones, y en eso Van Gaal sigue dictando cátedra.