JUL. 04 2014 Algo falla si se gastan en seis meses 24 millones en traspasos Joseba ITURRIA Con la contratación de Finnbogason la Real se ha comprometido en seis meses a abonar 24,5 millones por traspasos. Eso implica que, con las fichas de Canales, Vela y el islandés, en las próximas cuatro temporadas asumirá, con sus fichas, unos 44 millones de gasto en tres jugadores que van a suponer el 25% de los 44 millones de ingresos ordinarios que la pasada temporada preveía la Real. Antes de fichar a Canales y de la recompra de Vela, que igual obliga a amortizar de otra manera los tres millones del primer traspaso del mexicano, la Real preveía para el pasado ejercicio unos beneficios de 40 millones por la marcha de Illarra y la participación en Champions. Eso solo servía para devolver al club a unos fondos propios positivos de 7 millones, que es lo que debería ser su situación normal. Por ello Aperribay abogaba al dar estos datos antes de la Junta de Accionistas en la que fue reelegido que la Real debía seguir la misma línea de prudencia económica que le había permitido superar la peor crisis de su historia. Por ello sorprende que el Consejo haga lo contrario y firme los dos traspasos más caros de su historia con diferencia -el récord estaba en seis millones-, justo en el momento en el que el fútbol está en una dinámica totalmente contraria, en la que la mayoría de los equipos de Primera tienen que vender a sus mejores valores y buscan jugadores libres o por unas cantidades de traspaso muy inferiores. Algo falla en la Real si para aspirar a jugar en Europa debe pagar 24,5 millones por un suplente en un equipo peor clasificado que se ha roto dos veces el cruzado, un jugador que tenía contrato con la Real hasta 2016 y el máximo goleador de la Eredivisie. Para fichar esos jugadores por esos precios no hace falta dirección deportiva. Las mejores gestiones de Loren han sido, además de la renovación de los mejores canteranos, las que menos ha arriesgado, como las llegadas sin pagar traspaso de Yuri, De la Bella, Chory Castro y la primera cesión de Vela, lo que permitió invertir tres millones tras conocer su nivel. En las operaciones de traspaso -Llorente, Ifrán, Sarpong, Seferovic- el rendimiento nunca ha sido bueno. A una dirección deportiva hay que pedirle que fiche buenos jugadores al menor precio. El Celta vendió por 9 millones al Liverpool a Iago Aspas y pagó 3,6 por Charles y Nolito, que han marcado 26 goles esta temporada, y ha fichado con la carta de libertad a Larrivey tras meter doce. La Real ha preferido pagar 8-10 millones en una apuesta de alto riesgo que uno para recuperar a Borja Viguera tras ser pichichi de Segunda con 25 goles. Algo falla en la Real, pero también en la sociedad que le apoya si se aplaude gastar esos 24,5 millones y al mismo tiempo se pide que Lakua dé 10 al nuevo Anoeta y que Kutxabank participe en esa obra mientras recortan servicios sociales, destruyen puestos de trabajo y desahucian familias. Y más en Bizkaia, donde Hacienda tiene un trato de favor a los jugadores del Athletic y nadie pide que los 76 millones recaudados en dos años por Javi Martínez y Herrera se destinen a la parte de San Mamés Barria, 150 millones, que acordaron cubrir las instituciones.