Si, hasta el momento, Aspe había venido monopolizando todas las txapelas puestas en juego durante este 2014, tanto en Primera como en Promoción, Asegarce aprovechó la primera feria estival, la de Iruñea en San Fermín, para acaparar todos los títulos y premios posibles -ganaron el Cuatro y Medio con Olaizola II, tienen seguro el título por parejas con los cuatro finalistas suyos y ayer se hicieron con el Desafío del vino- y tomarse su pequeña revancha. Seguro que cambiarían estos logros por txapelas, pero nadie hará ascos a las 1.200 botellas y si no que se lo pregunten a Iñaki Artola, que ya desde la concentración en Fitero soportó la presión de sus nuevos compañeros para que no dejara escapar la primera victoria de ayer.

Tuvo que sufrir de lo lindo el de Alegia para no defraudar a los suyos y encarrilar el camino al goloso premio que se repartirán todos los integrantes de la promotora vizcaina. Le tocó lidiar con Jokin Altuna, amezketarra con el que tantos y tan bellos partidos ha disputado en aficionados, y lo cierto es que tuvo su objetivo muy cuesta arriba cuando su rival se adelantó 13-3 en un comienzo de partido muy exigente y peloteado, en el que al de Aspe le salió todo.

Sin embargo, el esfuerzo físico -el calor también hizo presencia por fin en Iruñea- terminó pasándole factura y ahí es muy inferior a Artola, todo un portento, que pudo resarcirse. Le costó al de Asegarce entrar en el partido, pero cuando lo consiguió, revirtió el partido con un demoledor parcial con el que dio el primer punto a su empresa al ganar por 18-22.

Triste adiós de Titín

Al margen de la pugna por las 1.200 botellas de vino, el festival de ayer, que registró media entrada en el Labrit, también tenía como aliciente que era el último de Titín en la Bombonera, y lo cierto es que el de Tricio, tan competitivo, no se llevará un muy buen recuerdo de su último San Fermín, por mucho que se llevara la ovación de la tarde, ya que ha perdido los tres partidos disputados esta feria -dos con Tolosa y el de ayer con Rezusta-, para un total de ocho derrotas consecutivas en sus últimos compromisos.

En un partido de alternativas y de no demasiado brillo, Urrutikoetxea e Ibai Zabala también tuvieron que remontar un resultado adverso, en este caso algo menos abultado (11-7) para conseguir el punto definitivo para su empresa. La clave en este partido estuvo en que Rezusta no pudo dominar a Ibai Zabala como sí hizo en la final del Promoción, con lo que las opciones de Titín adelante mermaron y el de Tricio ya no está para crearse sus huecos y necesita un zaguero dominador.

Sí que tiene esa capacidad Mikel Urrutikoetxea y fue precisamente cuando decidió aprovechar esa potente derecha para abrir brecha cuando el partido quedó visto para sentencia. Si en la primera parte del choque el de Zaratamo aceptó jugar en corto, enfrascándose en una guerra de guerrillas con Titín en los primeros cuadros sin demasiado éxito, cuando cambió de táctica e impuso su mayor pegada, todo fue mucho más fácil para la pareja vizcaina, que obtuvo una victoria relativamente clara por 17-22.

Con las 1.200 botellas camino de las bodegas de Asegarce, el desafío concluyó con un partido del mano a mano entre Iker Arretxe y Jon Jaunarena. En este caso también se adelantó el de Aspe, 1-5, pero el de Luzaide obtuvo la victoria más contundente de las tres de Asegarce, imponiéndose por 22-11. Pese a gozar de menos golpe y llevarse un chichón en la cabeza, Arretxe II fue mucho más consistente que el de Leitza, que demostró muy poca confianza en sus posibilidades y no opuso resistencia.

Con esta victoria, a expensas de lo que suceda esta noche, el balance en Iruñea es de 15 victorias de Asegarce y 7 de Aspe.