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62 EDICIÓN DE ZINEMALDIA

Poesía cinematográfica


Naomi Kawase veterana de Zinemaldia, recibió el gran premio del jurado en Cannes por «Mogari no mori», rodeada de polémica. No es plato para todos los gustos. Aun así, Kawase regresaba este año al festival de los festivales y desde allá nos llegaba hasta Perlas «Still the water». La última obra de la realizadora japonesa da un paso distintivo en su estilo visual, quizá algo más sobrio y convencional esta vez, a pesar de mantener una continuidad en cuanto a la temática que siempre aborda: el ciclo de la vida. La nueva película de la autora de «Embrancing», una documentalista de mirada sabia, se centra esta vez en la cotidiana espiritualidad de los habitantes de la isla de Amami. Poético y bello, este viaje hacia la madurez retratado en el largometraje de Kawase es un oasis con forma de película, un bello cuadro cinematográfico que contemplar, lleno de emoción y de imágenes inspiradoras. Como inspiradora es también la obra de Christian Petzold, que presentaba ayer «Phoenix» en sección oficial a concurso. El director de «Barbara» realizaba en su nueva película una exhibición de saber hacer y oficio a la hora de retratar una de las tantas «historias mínimas» sucedidas en la Alemania pos-Holocausto. Con Nina Hoss como protagonista, partiendo de los mínimos recursos formales, el alemán extrae todo el jugo a una historia de dolor y desengaño ambientada en la Alemania pos-Holocausto. Como en «Barbara», Petzold sitúa a la mujer en el centro de su historia reivindicando así su lugar en los relatos vinculados a la memoria de la historia reciente alemana y regresa a la esencia de su «trilogía fantasma» para hablarnos de personajes fantasmales y recuerdos del pasado que jamás acaban de esfumarse de nuestras vidas.