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Osasuna Segunda derrota en El Sadar

Los rojillos cotizan a la baja por sus fallos en estrategia

El conjunto cántabro llegó con peligro en tres jugadas a balón parado, dos de las cuales transformó en gol.


OSASUNA 0

RACING 2

Osasuna está entrando en una peligrosa espiral que la propia escuadra rojilla vivió en su anterior descenso a Segunda y que otros exprimeras también han venido protagonizando de manera reciente. Sin defender, en la categoría de plata no se puede sobrevivir. Los de Jan Urban demostraron que no tuvieron suficiente con la lección del Anxo Carro, de ahí que decidieron volver a repetir capítulo, esta vez ante su público.

El Racing que, no hay que olvidarlo, el año pasado militaba en Segunda B, llegó con peligro en tres ocasiones, todas ellas a balón parado. En dos de ellas consiguió horadar la portería de un Asier Riesgo que ayer no tuvo precisamente su mejor día a la hora de salir de su marco. No cabe atribuirle todo el demérito al guardameta debarra, pues en el primer gol quienes erraron fueron los que permitieron que el conjunto cántabro pudiera aprovecharse de un rechace en el que hasta dos futbolistas visitantes tuvieron la ocasión de disparar solos y al unísono.

Semejante lastre no pudo ser compensado en esta ocasión por el poderío ofensivo que el equipo había mostrado en anteriores jornadas. El Racing, con la lección bien aprendida, y a veces con la fortuna de su lado, sí que supo mantener su portería a cero, merced a que presionó bien el manejo de balón local y a sus constantes ayudas.

A ese bien entramado bloque de contención, Osasuna contrapuso más acciones individuales que lances colectivos fruto de un juego con sentido y verticalidad. Bien marcados en sus movimientos, los chispazos de De las Cuevas o Nino, activos pero sin margen de maniobra, de poco sirvieron en esta oportunidad, y fueron contrarrestados por un solvente Mario.

A falta de un cuarto de hora para el final llegaron los momentos claves del partido. Koné debería haber cogido el camino de vestuarios tras una entrada de roja a De las Cuevas en el 73, un chutazo con la derecha de Cadamuro lo escupió con violencia el larguero en el 76 en lo que pudo ser el empate -la suerte tampoco estuvo del lado de los anfitriones- y, en la siguiente jugada, el Racing consiguió su segunda diana.

La reacción desde el banquillo resultó acorde a lo que se veía sobre el verde. En un carrusel de cambios que suelen ser más fruto del corazón que de la cabeza, Jan Urban fue acumulando delanteros en el terreno de juego, cumpliendo una vez más la máxima de que ello no es sinónimo de peligro. El juego osasunista todavía se trabó más ante la falta de conducción del balón.

«El partido se decide en dos detalles»

Cuestión de detalles. Así lo veía Jan Urban a la conclusión de la segunda derrota que acumula Osasuna en El Sadar en lo que se lleva de temporada. «El partido se decide en dos rechaces porque mejoramos en defensa a pesar de los goles. No son dos errores graves, pero está claro que hay que tapar los rechaces y Asier (Riesgo) debió salir con más contundencia», criticó.

«Hoy (por ayer) hemos estado bien en el centro del campo, no ha sido un partido tan abierto como los que habíamos jugado con anterioridad. Lo cierto es que no puedo achacar al equipo que no se haya vaciado, sé que los aficionados se habrán marchado a casa de mala leche, pero no van a poder decir que los suyos no hayan peleado», defendió a sus pupilos.

«Sabíamos que, si perdíamos, vamos a estar abajo y no por poco tiempo porque muchos equipos ya se nos están yendo -admitió-. Está claro que esto es muy largo, pero no se puede esconder que siempre es mejor empezar con un buen bagaje de puntos». Y lo malo es que el futuro no se presenta, a priori, nada halagüeño. En una semana aguarda el Alcorcón en su estadio y con un notable número de bajas del lado rojillo. Pese a ello, el preparador polaco aseguró que «como dice nuestra afición, no nos vamos a rendir nunca, iremos a por el partido», arengó.

Del lado cántabro, su entrenador, Francisco Fernández, explicó que entre semana habían estudiado en profundidad a Osasuna «porque de medio campo para adelante sigue siendo un equipo de Primera, con gente que tiene mucho gol». Por esa razón, la principal consigna de la escuadra racinguista era «no meternos muy atrás para evitar encajar fácil. A medida que adelantaban líneas, disponíamos de más espacios, nos hemos protegido bien en las bandas y ha sido todo ese trabajo el que nos ha dado la victoria», señaló el míster visitante. N.M.