OCT. 12 2014 Interview INAZIO AZKARRAGAURIZAR ALCALDE DE ARRASATE «La apuesta de Cata por Fagor ha devuelto la esperanza a Arrasate» El alcalde de Arrasate se muestra optimista con la reanudación de la actividad de las plantas de Fagor Electrodomésticos de la mano de Cata y afirma que la gente está deseando de empezar a trabajar, pese al hándicap que supone el hecho de que no sea una cooperativa. Ve necesario, no obstante, actuar «con pies de plomo» y cree que lo fundamental ahora es que el empleo que se genere sea «de calidad». Joseba SALBADOR Este jueves se cumple justo un año desde que Fagor Electrodomésticos presentó el preconcurso de acreedores, uno de los acontecimientos de mayor impacto en el panorama socio-económico vasco y que arrastró a la comarca de Deba Garaia a una difícil tesitura, con dos mil personas sin trabajo de un día para otro. En un año, sin embargo, las cosas han cambiado mucho y otro fabricante de electrodomésticos se dispone a reanudar la actividad de las plantas tras haberse hecho con sus activos. Tal y como reconoce el alcalde, «era impensable que en un año estaríamos en esta situación». Usted se reunió la pasada semana, junto al diputado general, Martín Garitano, con los máximos responsables de Cata. ¿Cómo ve el Ayuntamiento el proceso de reanudación de la actividad de Fagor? De primeras, la impresión que hemos tenido es buena y estamos esperanzados. Según los datos que nos han aportado, por el momento están trabajando 60 personas y sus planes pasan por reanudar la actividad a finales de este mes, con la puesta en marcha de las plantas de Garagartza, Eskoriatza y Geyser en Bergara. La plantilla se iría incrementando paulatinamente hasta llegar a las 500 personas el año que viene y a 750 en 2017. En este momento están analizando el mercado y las relaciones con los proveedores, y nos dicen que la impresión que están obteniendo es buena. Y en la calle, ¿qué opinan los vecinos? ¿Se puede decir que ha vuelto la esperanza? Yo creo que sí. Después del duro golpe que supuso el cierre de Fagor, yo creo que la noticia ha devuelto la esperanza y la gente está con ilusión. Nos hubiera gustado más que se hubiese mantenido el carácter cooperativo de la nueva empresa, porque creemos que, pese a sus imperfecciones, es el mejor modelo, pero somos optimistas. En cualquier caso, tenemos que actuar con pies de plomo e ir poco a poco para terminar de dar la vuelta a la situación. ¿Cómo marcha el proceso de recolocación de los trabajadores por parte de Mondragon? Nos hubiera gustado que fuese más rápido, sobre todo porque en la comarca soportamos un paro de casi el 16%, pero somos conscientes de que es complicado. Los datos que tenemos son que ya hay unas 1.200 recolocaciones y unas 250 prejubilaciones o ceses con indemnización. La pasada semana, un medio de comunicación aseguró que la mayoría de exsocios, incluso los que aún no están recolocados, ha rechazado la oferta de Cata y ha preferido mantenerse bajo el paraguas de Mondragon, pese a que las recolocaciones son temporales. ¿Hay algo de cierto en ello? En la reunión que tuvimos la pasada semana con Cata nos desmintieron tajantemente esa noticia y nos dijeron que, en los contactos que han mantenido con los exsocios, la mayoría está aceptando su oferta. Sí es verdad que las situaciones personales son diferentes, hay que tener en cuenta que no es lo mismo una persona joven que una que está a punto de jubilarse, pero muchos nos están diciendo que están deseando empezar a trabajar. El cambio va a ser muy grande, ya que se pasa de una cooperativa a una sociedad anónima, pero también hay que decir que ésta ha adquirido el compromiso de aplicar el convenio del Metal. Por tanto, lo fundamental ahora es que el empleo que se genere sea de calidad. El miércoles se volvió a retrasar la firma para la transmisión definitiva de los activos de Fagor a Cata por razones jurídicas y administrativas. ¿Tiene usted constancia de que estén surgiendo problemas de última hora? En principio, parece que se trata únicamente de cuestiones técnicas, ya que aún hay varios cabos que atar, como el de la Seguridad Social, pero se espera que esta próxima semana se proceda a la firma. ¿Es cierto que la Seguridad Social está poniendo en riesgo la reanudación por anteponer el cobro de su deuda? Aquí lo que ocurre es que cada uno mira lo suyo, cuando lo que hay que hacer en una situación como esta es facilitar la operación y que salga adelante. Este próximo jueves se cumple un año desde que se anunciase el preconcurso de acreedores de Fagor. ¿Qué impacto ha tenido el hecho en el día a día? El impacto fue muy fuerte, en primer lugar en el plano sicológico, porque nadie esperaba el cierre del buque insignia de la Corporación. Para mucha gente, el cierre fue una gran desilusión, porque supuso el fracaso de un modelo que se consideraba con futuro, además de la pérdida de los ahorros de toda una vida. En el día a día, lo que más se ha notado ha sido en el comercio, donde el consumo ha bajado un montón. También se ha notado en el transporte, así nos lo ha comunicado la gente que trabaja en el sector. Tuvimos una buena noticia, que tocó la lotería, pero es obvio que no todos se vieron agraciados. Desde entonces, tanto el Ayuntamiento como la Agencia de Desarrollo comarcal de Debagoiena han realizado una intensa labor para tratar de paliar la pérdida de puestos de trabajo. ¿Qué iniciativas se han llevado a cabo y cuáles han sido sus resultados? Gracias al trabajo en común entre las distintas instituciones y agentes de la comarca y al apoyo de la Diputación, hemos presentado un plan de empleo, dotado con una importante cantidad de dinero (500.000 euros) para el fomento de la contratación de personas desempleadas de larga duración que estaban cobrando la RGI, tanto por el Ayuntamiento como por las empresas de la comarca. También se ha suscrito un convenio con la universidad que fructificó en la feria del empleo y lo último que hemos puesto en marcha junto con Saiolan, el centro de empresas e innovación de Arrasate, es una línea de becas para nuevos titulados, con el fin de que realicen prácticas profesionales en empresas del municipio o de la comarca. La Agencia de Desarrollo también ha duplicado su presupuesto, hasta 1.500.000 euros, para poner en marcha diferentes proyectos de empleo. COOPERATIVISMO. «Nos hubiera gustado más que se hubiese mantenido el carácter cooperativo de la nueva empresa, porque creemos que, pese a sus imperfecciones, es el mejor modelo, pero somos optimistas».