El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, tomó ayer la decisión de mantener en el banquillo a Jagoba Arrasate a pesar de la debilitada situación en la que se encuentra el técnico, que dirigirá el sábado el partido con el Málaga en Anoeta.

A pesar de que dentro del propio club la continuidad de Jagoba Arrasate tenía cada vez un mayor número de detractores, su mayor defensor, Jokin Aperribay, hizo valer su criterio de mantenerlo en el puesto y el técnico de Berriatua tendrá la oportunidad de trabajar para buscar la victoria que necesita el equipo de manera urgente.

Aunque no llegó a registrarse ninguna reunión del Consejo, Aperribay mantuvo durante toda la jornada del domingo contactos y reuniones con consejeros y con el director deportivo, Loren, para tratar el cambio de entrenador y se marcó unas horas de reflexión antes de tomar la decisión ayer de mantenerlo.

Se publicó ayer en un mismo medio que a Arrasate se le había comunicado su destitución y luego que se le había dado un margen de dos partidos, pero ninguna de las dos cuestiones es cierta. La decisión del presidente blanquiazul es la de no cambiar de entrenador y esperar a ver la reacción del equipo y el resultado ante el Málaga.

Arrasate dirigió el entrenamiento de ayer con absoluta normalidad a pesar de algún llamamiento en las redes sociales a acudir a Zubieta para mostrar su disconformidad con su continuidad. Dos coches de la Ertzaintza aparecieron de manera excepcional y los cuatro policías que acudieron a Zubieta se marcharon antes de que acabara el entrenamiento ante el escaso número de aficionados que acudió y su comportamiento. Solo uno dijo con voz tímida «Jagoba fuera» después de que otros mostraran su apoyo al técnico al término de la sesión.

La Real seguirá adelante con el plan previsto de la semana y Arrasate preparará el partido del sábado todos los días a la mañana a las once con todos sus jugadores menos los lesionados De la Bella, Elustondo y Rulli. Zubikarai e Iñigo Martínez no llegaron a saltar al césped para realizar trabajo de recuperación y Yuri y Vela se ejercitaron a la mañana para viajar a la tarde a Madrid a participar en la gala de la Liga de Fútbol Profesional.

Responsabilidad

El entrenamiento se desarrolló con la intensidad, la seriedad y la responsabilidad que exige la situación crítica que vive el club. La misma responsabilidad que llevó a Jokin Aperribay a imponer su criterio de seguir con el técnico, pese a que dentro del propio club esa decisión tenía cada vez más detractores.

Aperribay conoce la opinión de sus consejeros y la de Loren y ha analizado las posibilidades que le ha planteado la dirección deportiva en el caso de proceder a un cambio, y ha llegado a la conclusión de seguir la línea del Consejo de mantener a sus técnicos en situaciones difíciles porque tampoco el momento actual es el más adecuado para gastar el comodín del cambio de entrenador con dos partidos difíciles en casa a la vista.

Aperribay ya señaló hace quince días en su entrevista a GARA que antes de tomar «medidas drásticas» quería ver a sus jugadores importantes a buen nivel para llegar a la conclusión de que el problema es del entrenador. Cambiar antes de recibir a Málaga y Atlético antes de que, por ejemplo, Carlos Vela alcance su mejor nivel entraña el riesgo de quemar no solo a Arrasate, también a su sustituto.

Pero lo que realmente desea Aperribay no es alargar la continuidad de Arrasate, sino que con él llegue la reacción del equipo. La plantilla se ha confeccionado en base a los criterios de los técnicos habituales, se confía en todos ellos y en que el grupo actual sea capaz de superar un momento crítico.

Aunque el presidente ha quedado insatisfecho, como todos, de los últimos partidos de la Real, también es verdad que ganaba ante el Getafe y el Córdoba en el minuto 87. La predisposición defensiva del equipo el sábado fue buena y solo empató con un gol ilegal y la situación no es límite para impedir mantener la confianza otro partido.

Aperribay es consciente de que la decisión que tomó ayer es impopular, pero también lo fue cuando salvó a la Real del desastre en el que estaba el año 2008 o cuando muchos de los que ahora piden la cabeza de Arrasate exigían la de Montanier. Casi todas las decisiones que ha tomado han sido acertadas, tiene más información que nadie y conoce además que no solo la plantilla, la gran mayoría de los que trabajan en Zubieta apoyan su decisión de ayer.