Cuando Iceta elige a Hitler

Las declaraciones de Miquel Iceta identificando las elecciones plebiscitarias con el nazismo, no son únicamente lamentables: son incomprensibles. Iceta actúa con una mala fe y una demagogia que no tienen perdón. Sabe perfectamente que el nazismo no tiene nada que ver con el movimiento soberanista de Catalunya. Y que, si acaso, si el nazismo tiene que ver con algún contendiente político hoy es con el españolismo. Hay algo que convierte en repugnantes sus palabras: la manipulación que hace de la historia de su partido. Porque el PSOE es, precisamente, el protagonista esencial de una de las elecciones plebiscitarias de más renombre de la historia política.

Hablo del 12 de abril de 1931. En cumplimiento del pacto de San Sebastián, las fuerzas democráticas acordaron convertir las elecciones municipales en un plebiscito sobre la monarquía. Y eso fue impulsado fundamentalmente por Manuel Azaña y por el líder socialista vasco, Indalecio Prieto. Prieto mismo ideó el eslogan que daba carácter plebiscitario a las elecciones. Dijo que España debía pronunciar: «con el rey o contra el rey». (...)

Esto que Prieto define, sustituyendo la palabra «rey» por la palabra «independencia», son las plebiscitarias que nos proponen hoy. Y es evidente, por tanto, que Iceta pudo encontrar en su compañero socialista una inspiración nítida, no tan solo sobre todo esto que pasa hoy en Catalunya, sino sobre el porque hay que hacerlas y sobre el cómo hay que hacerlas. Unidos contra el régimen, superando temporalmente las diferencias ideológicas y marcando un hito que delimita quién está en un lado y quién está en el otro. (...)