Como estaba previsto, la proposición de ley impulsada por UPN, PSN y PP para reestructurar la deuda que tiene Osasuna con la Hacienda navarra salió adelante con los 31 votos de los proponentes, frente a los 18 sufragios negativos del resto de grupos parlamentarios, Bildu, Aralar-NaBai, I-E y Geroa Bai. La propuesta de esta última formación sí pasó el trámite para debatirse, pero posteriormente resultó desestimada por 47 votos negativos frente a 2 positivos.

Sí que se consiguió un mayor consenso en torno a la enmienda presentada por el PSN dentro de la primera proposición, por la que se pide la realización de un informe a la Cámara de Comptos en torno a la actuación de la Hacienda navarra y la obligación por parte de Osasuna de someterse a una auditoría externa. A su favor se pronunciaron 47 parlamentarios, amén de dos abstenciones.

En el turno de intervenciones, más que defender su propuesta, los impulsores de la proposición posteriormente aprobada se dedicaron a atacar a aquellas formaciones que no iban a dar su voto positivo, Así, el portavoz de UPN, Carlos García Adanero, se dirigió en especial a los «grupos nacionalistas» para hacerles una comparativa con respecto a las ayudas institucionales que han recibido Athletic y Real, a la par que aseguró que en su partido «no hay miedo» a lo que pueda deparar el informe de la Cámara de Comptos.

En parecidos términos, el representante del PSN Roberto Jiménez también les espetó que «probablemente lo que más les molesta es que Osasuna sea algo identificativo de Navarra» y, en su segunda intervención, incluso fue más lejos, al indicar que «lo que quieren es que sea el filial de algún otro equipo».

Amaya Zarranz, del PP, defendió su proposición de ley porque, «con una buena gestión, Osasuna puede ser un buen contribuyente», además de que con dicha fórmula, no solo aseguró querer «salvar» al club rojillo, sino también «cobrar». «Defendemos el pago íntegro de la deuda y la dación. No es un borrón y cuenta nueva, hay responsabilidades políticas».

Desahucios e informes

En el otro lado de la balanza, Bikendi Barea, de Bildu, contrapuso que «yo también quiero que Osasuna se salve, pero tenemos una responsabilidad con la ciudadanía». En este sentido, censuró la «urgencia» en la tramitación de la proposición de ley, su condición de reglamento «ad hoc» para un caso concreto y las «dudas» expresadas por el informe realizado por los servicios jurídicos del órgano foral. Puso como ejemplo comparativo el caso de un desahucio y se preguntó: «¿No se merecen los propietarios expulsados de su inmueble el mismo trato jurídico que va a dar este Parlamento a Osasuna? ¿Somos todos iguales ante la ley?».

Patxi Zabaleta, de Aralar-NaBai, solicitó la retirada de las dos proposiciones, la realización de una auditoría previa y la de un informe jurídico del Consejo de Navarra. Defendió, asimismo, la existencia de suficiente normativa como para no acudir a una medida especial, en sintonía con lo dicho en la última conclusión del documento anteriormente citado.

Geroa Bai, a través de Patxi Leuza, defendió su propuesta, aseguró no entender «el flotador que le ha echado PSN a UPN» y pidió una comisión de investigación. Por último, Txema Mauleón (I-E), empleando términos futbolísticos, comentó que la propuesta era «un patadón hacia arriba y a ver si alguien mete gol».