El Eibar disfruta de una temporada excepcional pero su éxito tiene un precio. Los azulgranas ya están acostumbrados a que las buenas temporadas se salden con una estampida en el vestuario pero lo habitual es que suceda en junio, cuando los objetivos ya se han cubierto, y no a mitad de campaña, cuando todavía queda un duro camino por recorrer.

Es el escenario en el que se encuentra ahora mismo el club guipuzcoano, que perderá a uno de sus baluartes en las próximas horas. Raúl Albentosa, llegado a Ipurua la pasada temporada y cuya aportación resultó tan fundamental entonces como lo está siendo ahora, tiene pie y medio en el Derby County. A no ser que en el último momento se cruce otro club. No será por falta de pretendientes. En las últimas semanas, el nombre del central alzireño -que hasta el choque frente al Espanyol, cuando causó baja por acumulación de amonestaciones, había disputado todos los minutos de competición- se ha vinculado a un puñado de equipos, con clara primacía del fútbol inglés, donde definitivamente acabará. Faltan los habituales flecos y ninguna de las tres partes lo hará oficial hasta que no se cierre, pero es cuestión de horas que el Derby abone los 600.000 euros en los que se situaría su cláusula de rescisión y le extienda un contrato por las próximas tres temporadas y media.

Cabe suponer que a cambio de un buen montante de dinero porque Albentosa abandonará al octavo clasificado de Primera para fichar por un equipo de la Segunda inglesa. Y eso pese a que su contrato con los armeros expira el próximo 30 de junio, lo que le abriría un abanico aún mayor de posibles destinos.

Al Eibar le toca ahora mover ficha para cubrir una posición para la que tiene a Raúl Navas, compañero habitual de Albentosa en el centro de la defensa, Borja Ekiza y Txema Añibarro. El club, consciente del interés fundamentado por Albentosa desde hace semanas, ya tendría avanzada esa forzosa incorporación, aunque a falta de su llegada, Didac Vilà o el recién fichado Borja Fernández podrían ejercer también de centrales.

Un mensaje revelador

Aunque muchos días antes de que se abriera el mercado, el nombre de Albentosa ya era un habitual en los chascarrillos, la noticia tomó cuerpo ayer. La pista definitiva la ofreció uno de sus compañeros, y buen amigo, a través de Twitter. «Hoy me despido de una persona con la que he disfrutado, reído y hasta enfadado. Nos vemos pronto hermano, te voy a echar de menos», publicaba Lillo a media mañana en la red social.

Casualidades de la vida, a esas horas Álex Aranzabal mantenía una reunión informal con la prensa. La posible marcha de Albentosa ya estaba siendo uno de los temas estrella y lo fue más aún cuando se conoció el mensaje del jugador azulgrana. En cualquier caso, el discurso del presidente azulgrana no varió. «Contamos con todos los jugadores», aunque su posible marcha «es una realidad con la que hay que convivir, porque el mercado se mueve y hay equipos muy poderosos, y que hay que intentar gestionar lo mejor posible». En el caso concreto de Albentosa, aseguró que «ahora mismo es jugador del Eibar. No tenemos nada que decir de cuestiones que no son oficiales», zanjó Aranzabal, que reconoció que había recibido llamadas. Pero «se pregunta por jugadores a lo largo de todo el año», añadió.

La comparecencia del presidente no fue la única coincidencia. El propio Lillo debía ofrecer una rueda de prensa rutinaria tras el entrenamiento matinal, convocada desde la víspera, en la que la primera pregunta fue evidente. ¿Se refería su despedida en Twitter a Albentosa? «No tiene nada que ver», aseguró el jugador, lógicamente ceñido al discurso oficial, aunque resultó ciertamente complicado creerle. «Se pueden oir cosas» en el vestuario, añadió, de nuevo cuestionado al respecto, «sabemos lo mismo que vosotros. Es una cuestión suya. Ahora mismo es nuestro compañero, es jugador del Eibar, mañana estará en el entrenamiento y el sábado estará para jugar», aseguró.

El lateral reconoce «normal» que surjan rumores en torno a los futbolistas azulgranas «porque la temporada está siendo muy buena» pero no cree que vaya a afectar al vestuario. «Ya pasó el año pasado. El equipo estaba bien, en los puestos de arriba de la clasificación, y desde diciembre se empezaron a oir cosas de diferentes jugadores. No nos afectó y no creo que vaya a hacerlo este año».

Otra cosa son las certezas. Porque Albentosa podría no ser el único en hacer las maletas durante este mercado invernal. Algunas informaciones suenan disparatadas -como la hipotética pretensión del Málaga de hacerse con la cesión de Saúl, al no estar dispuesto a pagar un traspaso- pero otras podrían estar muy cercanas a la realidad.

No parece que Lillo vaya a ser uno de los que cambie de domicilio, teniendo en cuenta que hace una semana renovaba su contrato hasta el 30 de junio de 2017. Curiosamente, el pasado verano tuvo que aguardar hasta que el Eibar decidió renovarle. Pero su versatilidad y buen rendimiento en Primera le han valido ahora la continuidad. El jugador se reconoció «feliz». Por la renovación y por haber decidido esperar a los azulgranas en verano, pese a que manejaba varias ofertas de Segunda. «Quería jugar sí o sí en Primera -confesó-. Esperé, el Eibar me dio la oportunidad y he intentado aprovecharla. Ahora quiero seguir en Primera y qué mejor sitio que aquí», donde reconoce sentirse como en casa. Algo que también influye en sus buenas prestaciones. «Estoy contento con mi trabajo, con el esfuerzo. Lo más importante es que el míster está contando conmigo y está contento. Eso y que la gente te quiera, sentirte a gusto, hace que rindas más».