JAN. 20 2015 Mark Knopfler no rompe el guion con su álbum «Tracker» El octavo álbum del escocés Mark Knopfler, «Tracker» se editará en marzo. Contiene once cortes y se mueve entre el clásico sonido de su Fender, los ritmos medios y cierto aire folk, en ocasiones de tonos celtas. En julio gira por la península, pero sin parada en Euskal Herria. Pablo CABEZA BILBO Solo se necesitan un par de segundos para adivinar que los acordes acústicos de «Beryl» pertenecen a la guitarra de Mark Knopfler, duda que, de existir, se extingue con tres o cuatro tic tac más. El resto aún es más evidente al entrar en juego la Fender Stratocaster del músico o su voz, aún más centrada en el estilo del fallecido JJ Cale. De hecho, hasta la canción parece un homenaje al músico de Oklahoma. Knopfler apunta en esta introducción a «Tracker», el álbum que se editará en marzo, que de cuerdas vocales va flojo y que de guitarra sigue con su habitual sonoridad y estilo. No obstante, no parece que esto sea un problema, ya que la mayoría de sus fieles no querrán oír otra cosa que sonido Knopfler. Y lo tienen. Por contra, quienes se saciaron hace tiempo de su templanza rítmica, en parte o del todo, ni probar. En cuanto a homenajes (o complicidad estilística), lo que sí es consciente en Mark es el irónico tributo que le rinde en «Beryl» a la novelista inglesa Beryl Bainbridge, a quien en 2008 «The Times» la incluyó en la lista de los cincuenta escritores más importantes desde 1945, mientras que «The Guardian» la clasificó como «un tesoro nacional». Beryl falleció en 2010 a los 75 años. «Tracker» es el octavo álbum en solitario del escocés. Contiene once temas y destacan otros títulos como «Beryl Bainbridge» y «Basil bunting». El disco ha sido producido por Knopfler y Guy Fletcher y grabado en los British Grove Studios de Londres. Guy Fletcher no es un desconocido para Mark, puesto que fue teclista en Dire Straits y ha colaborado con Mark a lo largo de toda su carrera discográfica, tanto interpretando como produciendo. Son grandes amigos y músico-dependientes. La banda que acompaña al creador de «Sultans of swing» (un souvenir inolvidable de 1978) está integrada por el propio Guy Fletcher a los teclados, John McCusker al violín, Mike McGoldrick a la flauta y silbato, Glenn Worf al bajo e Ian Thomas a la batería. Entre los músicos invitados se encuentran Ruth Moody (de The Wailin' Jennys) en las voces, Nigel Hitchcock al saxo, y el reconocido músico folk Phil Cunningham, con numerosas visitas a Euskal Herria, al acordeón. Formación que orienta sobre la mezcla que desde hace unos años, y prevalece en «Tracker», es parte del fondo musical del guitarrista: rock y folk, en ocasiones zurcido de aires celtas. Knopfler comenta: «El título del álbum surge de mi esfuerzo a lo largo de estas décadas por encontrar mi camino. De mi recapitulación del tiempo (visitando personas, lugares y cosas de mi pasado) como si abordase el tracking de una grabación de un tema en el estudio». Las huellas, en definitiva.