MAR. 15 2015 HEMEROTEKA Parar el zarpazo yanqui contra Venezuela Ángel Guerra Cabrera REBELIÓN, 2015/3/13 (...) Únicamente alguien que ha perdido la capacidad o el poder de regular su conducta puede afirmar que Venezuela representa una «amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior» de Estados Unidos, a tal grado que lo obliga a decretar estado de «emergencia nacional». No en balde el presidente Rafael Correa ironizó si se trataba de un chiste de mal gusto. Lo mismo con Bush que con Obama, Estados Unidos lleva 15 años de guerra no declarada contra Venezuela mediante acciones que violan flagrantemente el derecho internacional. Pero Obama y el Congreso de Estados Unidos se volaron la cerca en noviembre pasado e iniciaron un camino muy peligroso al atribuirse la ilegal facultad de sancionar a funcionarios venezolanos, cuyo único delito ha sido proteger al pueblo y al Estado (...). Es falso que los funcionarios citados por sus nombres en el decreto presidencial sean responsables de la muerte de 43 «estudiantes» y la violación de derechos humanos. (...) Sí hubo 43 muertos pero en su mayoría chavistas, miembros de los cuerpos de seguridad y transeúntes; no estudiantes. (...) En el seno de la elite estadunidense hay un fuerte sector que se resiste a aceptar la crisis de hegemonía que les plantea el creciente poderío de China y Rusia, ambas camino a una sólida alianza que acelera el tránsito hacia la multipolaridad. Mucho menos el cambio de época en la relación de nuestra región con Estados Unidos. (...) El decreto de Obama le ha dado una bofetada en pleno rostro a nuestros pueblos justo en el momento en que el proceso hacia el restablecimiento de relaciones con Cuba puesto en marcha de común acuerdo con La Habana había hecho vaticinar a algunos que el premio Nobel, por fin, iba a cumplir la promesa hecha al inicio de su mandato de un «nuevo comienzo» en la relación de Washington con América Latina y el Caribe. Lo que ha ocurrido revela al mismo Estados Unidos de siempre, enemigo pertinaz de la independencia, la libertad, la democracia y los derechos humanos al sur del río Bravo. (...)