NOV. 11 2018 BALONCESTO - DELTECO GIPUZKOA BASKET Domingo de Resurrección en el Donostia Arena Con los 25 puntos de Corbacho y los 19 de Burjanadze, Gipuzkoa Basket supo derrotar a San Pablo Burgos. Arnaitz GORRITI DELTECO GBC 92 SAN PABLO BURGOS 83 Hablen de Halloween, hablen de «La noche de los muertos vivientes» de George A. Romero, o de «Thriller», de Michael Jackson. Búsquenle la analogía que quieran a la actuación de Alberto Corbacho y Beqa Burjanadze anoche en Illunbe. Un total de ¡44 puntos! fue lo que sumó una pareja llamada a marcar la diferencia en Donostia –no solo ellos, obviamente– y que hasta la fecha apenas había aportado. Se adelantó el Domingo de Resurrección al sábado, cuando de la mano de estos dos jugadores Delteco Gipuzkoa Basket sumó su segunda victoria sobre un San Pablo Burgos que puso las cosas muy difíciles. Fue un partido de hacer afición, entre otras cosas porque Illunbe ofrecía una imagen más aseada que en anteriores citas –4.033 valientes, según números oficiales–, en buena medida por la numerosa hinchada burgalesa –800 aficionados– que llegaba a animar a los suyos; al punto de que a veces parecía que Delteco GBC no jugaba en casa. Por eso se jalearon tanto las canastas de buen inicio del cuadro castellano, sobre todo porque entre Huskic y Thompson dominaban al juego interior donostiarra. Los de Valdeolmillos no tardaron en reaccionar, fruto de su acierto desde el exterior. Nevels asumió su responsabilidad anotadora y además se encontró con compañeros como Burjanadze o Corbacho, capaces de secundar la «disciplina de fuego» y que empezaban a dar muestras de lo que acabarían aportando al equipo. Con todo, el primer cuarto acabó 22-21 para los guipuzcoanos después de pasarse los diez primeros minutos remando contra corriente. Por fortuna, fue el preludio de un enorme arranque de segundo período, en el que los donostiarras al fin parecieron disfrutar del juego, en especial un cuestionado Jorge Gutiérrez. Los de Valdeolmillos se escaparon gracias a un parcial de 11-3, provocando el enojo y el tiempo muerto de Diego Epifanio: 33-24. Le salió bien la jugada al técnico visitante, puesto que al volver Thompson, Huskic y Jaramaz consiguieron enjugar su desventaja al punto de alcanzar el empate a 38. Ese fue el resultado con el que se llegó al receso, valiéndose San Pablo Burgos de los rebotes en ataque que iba conquistando y los balones que perdía Dani Pérez, obcecado en jugar con Sekulic, pero doblándole balones algo bajos o largos para el pívot montenegrino. El tercer cuarto fue para el conjunto burgalés, que pareció dar un tirón de la mano de Thompson. Valdeolmillos atinó entonces al mantener a Dani Pérez y dar entrada a Sandaze, ya que el tiro del georgiano y la dirección del catalán sirvieron para aguantar el envite y llegar al cuarto final con empate a 59. Canastas imposibles Llegaba la hora de la verdad y un «tres más uno» de corbacho abrió la veda de las canastas imposibles. El delirio, por primera vez en mucho tiempo, llegó a Illunbe, cuando el balear empezó a meterlas desde muy lejos para llegar a los ocho triples. No obstante, no era suficiente. San Pablo Burgos, de la mano de Frazier y Cancar, aguantaba el tipo, al punto de que se adelantaba 66-67. Ahí apareció, empero, un increíble Burjanadze, capaz de meter un acrobático «dos más uno», y de asociarse con un Jorge Gutiérrez que también participó en este Domingo de Resurrección que tanto necesitaba Delteco Gipuzkoa Basket.