Los pupilos de Martín intentarán culminar un inmaculado play-off
Los rojillos parten con la ventaja del 2-1 de la ida ante un rival que no ha perdido en su campo desde mediados de diciembre pasado, pero contra el que empataron a cero en abril. El técnico de Campanas mantiene la incógnita hasta el último momento de Kenan Kodro.
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Llegó la hora de la verdad, el empujón definitivo. Osasuna deberá hacer valer en Montilivi la ventaja que cosechó el miércoles si quiere verse la próxima temporada en Primera. Los de Enrique Martín, y el técnico de Campanas lo sabe, no pueden saltar al césped del estadio gerundense a especular. El 2-1 de la ida es tan valioso como peligroso, e ineficaz si se apuesta por un 0-0 que podría romperse en los minutos finales y dejar a quien encaje sin poder de reacción alguno.
Los rojillos son conscientes de que ante su correoso rival deberán firmar un encuentro similar en cuanto a intensidad y acierto al que protagonizaron en Tarragona, a sabiendas de que los de Pablo Machín van a ser un adversario mucho más pegajoso e incómodo. No obstante, el mejor aval de la escuadra navarra son sus más recientes resultados, al haber encadenado cuatro victorias consecutivas.
Ese rendimiento y la enorme fuerza mental que han demostrado los pupilos de Martín en los peores momentos –cuando el Nàstic marcó el 1-0 hace una semana o el Girona empató el miércoles– son suficiente bagaje como para creer en las posibilidades de este equipo para que acabe realizando algo muy grande en la presente campaña. Solo falta la guinda y parece que el vestuario rojillo está más que mentalizado para materializar un objetivo impensable al comienzo del ejercicio liguero.
Que nadie piense, en todo caso, que el reto de doblegar al Girona va a ser una tarea para nada sencilla. El cuadro catalán no pierde en propio estadio desde mediados de diciembre pasado, si bien ha empatado en cuatro de sus últimos doce partidos caseros, entre ellos el 0-0 que firmaron ambos conjuntos a principios de abril.
Martín tendrá la duda hasta el último momento de Kenan Kodro, aquejado de un fuerte golpe en el gemelo, lo que le obligó a ser reemplazado en el descanso del envite de hace tres días. El delantero donostiarra no entrenó con sus compañeros por decisión técnica para favorecer su recuperación, que parece está siendo óptima.
De este modo, el míster rojillo repetirá el once que tan buen sabor de boca está dejando en este play-off, a la búsqueda de un marcador que haga estallar la felicidad en toda Nafarroa. Ocurra lo que ocurra, este equipo ya se habrá hecho un hueco en el corazón de los aficionados por su tesón y derroche.
«Se están poniendo los cimientos del futuro»
La comparecencia previa al decisivo encuentro dio para mucho más que para hablar únicamente de dicho partido. Enrique Martín también se explayó sobre la trascendencia que puede tener esta campaña a punto de finalizar. «Creo que se están poniendo los cimientos de cara a un futuro, en el que debe ser esencial la participación de la cantera. El club no debe perder ni este sentimiento ni su identidad, ningún presidente de turno nos puede sacar de esa dinámica y esa realidad, no puede haber aquí fichajes de tres millones de euros», señaló.
«La explosión que hemos proyectado es que Osasuna ha resucitado y hay mucha gente que nos ha visto en estos tres últimos partidos y ha sentido envidia sana. Hemos trasladado ilusión y el equipo ha progresado muchísimo, transmitiendo su fuerza mental al campo. Mi única preocupación era que el impacto que se produjo en Sabadell no se quedase en flor de un día, creo que hemos conseguido que aquello haya tenido continuidad en el tiempo», aseguró al respecto el técnico de Campanas. N.M.
Paralelismo con el final liguero de 1997 de Martín
Nadie diría que no a extrapolar el final liguero del Osasuna de 1997 a la actual temporada. Por entonces, Enrique Martín cogió al equipo para salvarlo de la Segunda B. En sus últimos cinco encuentros, obtuvo cuatro victorias y un empate final.
Un posible millar de rojillos en Montilivi
Aunque difícil de saber de antemano por la venta on line, la cifra de aficionados rojillos presentes en Montilivi podría acercarse al millar. Al club han llegado 550 entradas, no exentas de polémica por su distribución.