Ocasión inmejorable para dejar en feo a Pellegrino

Los menos habituales del Alavés tienen una oportunidad inmejorable ante el Nàstic para dejar en mal lugar a Mauricio Pellegrino. El técnico argentino incluso retó a sus futbolistas suplentes a que le llevasen la contraria, motivándoles para que el equipo mantenga el buen nivel competitivo de las últimas semanas en una eliminatoria que está prácticamente ventilada con el 0-3 de la ida.

En este último compromiso albiazul que cerrará un 2016 para recordar, el preparador babazorro pondrá en liza a esos jugadores que han dispuesto de menos minutos, con el objetivo de testear su momento de forma y, de paso, dar descanso a los más utilizados, ante un año próximo que se presenta muy exigente. Los anfitriones, además, quieren sostener la buena línea de juego y resultados que atesoran en sus más recientes encuentros.

Pellegrino, que deseó que sus pupilos jueguen un buen partido para que luego puedan decirle «estás equivocado y tengo que jugar yo», quiere pasar a octavos dando continuidad a la trayectoria de cinco envites consecutivos sin perder. «Nunca es bueno relajarse y esta es una magnífica oportunidad para jugar al nivel más alto posible. Se trata de demostrar la madurez del equipo y que el Alavés cuenta con un plantel competente», indicó el entrenador de Leones.

Precisamente respecto a la actual composición de la plantilla habló el míster albiazul. Así, puso de manifiesto su decisión de reducirla en tres o cuatro componentes –en la actualidad está formado por 25 futbolistas con ficha profesional– y confirmó que los primeros que pueden salir son Manu Barreiro y Sergio Llamas. El primero tiene mucho boletos para recalar, de hecho, en el rival de hoy, el Nàstic, quien se ha interesado por el atacante gallego, que no se ha estrenado en Primera.

Pellegrino también ha aprovechado su comparecencia para referirse a otros temas, como el anuncio de la ampliación de Mendizorrotza. Se trata, a su juicio, de una actuación «buena para la ciudad y para todos, porque cuando uno dota a un club de una ciudad deportiva o de un estadio de máximo nivel, también puede exigirse el máximo nivel», explicó.

El Nàstic, lo contrario

Si el Alavés está viviendo un momento dulce, en el Nàstic sucede lo contrario. Después de que el ejercicio pasado soñase con el ascenso a la máxima categoría –Osasuna lo apeó en el primer play-off–, el cuadro catalán se encuentra ahora mismo en horas bajas. Aterriza en Gasteiz con cuatro derrotas seguidas a sus espaldas y una plantilla que pide a gritos descanso para recomponerse de cara a los próximos meses.