Primera cornada de la era Prigioni
Una malísima imagen defensiva ante un Gran Canaria muy efectivo trajo consigo algo mucho peor que la derrota en sí: la frustración.
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GRAN CANARIA 100
SASKI BASKONIA 82
Saski Baskonia se llevó una cornada en su orgullo en su visita a la cancha de Herbalife Gran Canaria. Perder entraba dentro de lo posible, pero la imagen, sobre todo los 100 puntos encajados, no era tan esperable.
Los de Prigioni llegaron vivos al descanso, y si alguien tuvo la culpa de ello, ese fue Jayson Granger. El base uruguayo anotó 20 de los 43 puntos del Baskonia –de sus 28–, valiéndose de su tremendo físico ante Oliver y un acierto muy de agradecer en el tiro exterior.
Gracias a ello, porque la hundida defensa gasteiztarra hizo aguas en demasiados momentos y Gran Canaria se tomaba la molestia de castigar cada debilidad de su rival. Teniendo en cuenta que los «¡pío, pío!» llegaron a disfrutar de hasta diez puntos de renta, el 46-43 del descanso fue una bendición. La cruz de esa moneda fue Timma, castigado por las faltas. O Huertas, que estuvo desdaparecido en todo el partido.
Ofuscados y castigados
Shengelia –21 tantos– se unió a Granger para llevar el peso anotador baskonista, pero la defensa de los de Prigioni tenía que elevar su nivel y no lo hizo. De hecho, el cuadro gasteiztarra encajó la friolera de ¡33 puntos! en el tercer cuarto. Y menos mal que anotó 27.
Y es que una canasta mal concedida a Eriksson y muy protestada desestabilizó al Baskonia, que encajó un parcial de 7-0, agravado todo ello por una falta clara no pitada a Diop. Por si faltara algo, Eriksson entró en combustión a golpe de triple –16 puntos en un cuarto–, y Oliver dio un clínic más de cómo desgastar al rival.
Con 79-70 en el marcador, el partido necesitaba un cambio radical en los diez últimos minutos. Pero no llegó. Shengelia siguió percutiendo, pero a Granger se le agotó el gas, mientras que Gran Canaria encontró en Paulí el improvisado «puntillero» de un partido que nació torcido y torcido terminó, con la desventaja disparada, pespunteado con amagos de tangana entre Diop y Báez, con Shegelia con la caldera al rojo vivo y con Iván Martínez y Luca Vildoza teniendo que soportar el chaparrón ejerciendo de jugadores en los instantes de la basura.
«Nos quedamos en el vestuario», feroz mutismo de Prigioni tras la derrota
«Nos quedamos en el vestuario», señaló Pablo Prigioni, dos veces, a la entrevista a pie de pista nada más terminar el partido. El de Río Tercero reservaba sus palabras para el vestuario y la sala de prensa. Con todo, su mutismo fue bien elocuente.
«En la segunda parte no salimos a competir», reiteró cuando, más sosegado, compareció en la sala de prensa. «Si aquí no compites, pierdes de 20. Competimos en la primera mitad y en la segunda no quisimos competir. Y perdimos de 20», sentenció.
«El responsable principal soy yo. Quizá no se lo dejé del todo claro. Tengo que mejorar, y aclararles a mis jugadores que en campos como este, como no compitas, como no juegues con huevos y con cabeza, no tienes nada que hacer», remachó.A.G.