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¿Cómo queda Nafarroa tras el vendaval electoral?

La victoria de Bel Pozueta acapara los titulares, pero los resultados electorales en Nafarroa tienen letra pequeña para todos los partidos. 

Los candidatos de Navarra Suma, al inicio de la campaña. (Iñigo URIZ/FOKU)

En Navarra Suma hay jaleo. Salen vencedores e incluso mejoran porcentaje de voto con respecto a abril. Pero los números enteros son muy malos. UPN se arrimó a Ciudadanos pensando que apostaba a caballo ganador, pero el pinchazo naranja hace que los de Albert Rivera estén sobrerrepresentados dentro de Navarra Suma. Lo peor, sin embargo, es que casi no habían tenido tan pocos votos en la vida. Estas letras están escritas al 99,24% y Navarra Suma no llega a los 100.000 votos. Parece que no llegará. Que UPN no alcanzara esta cifra tan señalada no sucedía desde el año 1989. Y hay que tener en cuenta que ya no es UPN en solitario, sino que es una coalición de UPN, Ciudadanos y PP. 

Para el PSN lo de menos, probablemente, sea el haber perdido el segundo escaño. Ese puesto había recaído en una política prácticamente desconocida para la opinión pública, Conchi Ruiz. Fue un regalo inesperado. Ellos no han bajado en porcentaje de voto. Se instalan en el 25%. Por tanto, no se puede acusar un coste político negativo a la decisión de plantear un gobierno con Geroa Bai y Podemos, apoyado en la abstención de EH Bildu. En estas elecciones, esto no les ha influido ni para bien ni para mal. Hay que tener en cuenta que Navarra Suma hizo campaña buzoneando «las mentiras del PSN». Visto está que estas tácticas a Santos Cerdán le han resbalado. Y, desde luego, los votantes del PSN no se han ido a esa Navarra Suma que cae de los 100.000 votos. Esparza no ha acertado y al PSN no le ha ido mal para nada.

EH Bildu está de celebración se mire como se mire. Se anota unos resultados históricos. Ha sacado 56.117 votos, lo que supone un subidón potente con respecto incluso a lo que consiguió Amaiur (49.208) en plena ola tras el fin de la violencia por parte de ETA. A nivel porcentual aún se ve mejor. En 2011 Amaiur sacó el 14,86% y ahora EH Bildu casi está en el 17%.

Manda al Congreso, además, a una mujer con mucho carisma. No se explica un resultado tan redondo sin Bel Pozueta. Hay que recordar que el abertzalismo vasco en Nafarroa no colocaba a un representante en el Congreso desde la irrupción de Podemos en 2015. Y esto puede dar una enorme visibilidad a Pozueta. La labor ejercida por Uxue Barkos y Sabino Cuadra en el Congreso fue seguida con detenimiento desde Nafarroa. Este escaño es muy importante, muy referencial. Y, además, puede ser muy jugón. El Gobierno en Madrid no está para nada claro y los cinco diputados de EH Bildu podrían hacerse valer si no hay una gran coalición tácita. 

Podemos se queda con su escaño. Ione Belarra lo mantiene con holgura. Si estas elecciones forzadas por Sánchez estaban pensadas para acabar con Podemos y reforzar a Ciudadanos, le ha salido el tiro por la culata. Los morados están muy vivos y siguen pidiendo el gobierno de coalición en Madrid. La mayoría PSOE-Ciudadanos es la que ha saltado por los aires. Lo sucedido en Nafarroa es una traslación de esa tónica estatal. Cabe apuntar también que el modelo de gobierno en Nafarroa parte de un entendimiento entre PSN y Podemos. Si las negociaciones en Madrid de Sánchez e Iglesias vuelven a irse al traste, correrán malos vientos contra el Gobierno de María Chivite. 

Geroa Bai ha sufrido una sangría de voto importante. La formación no pesa lo mismo si falta Uxue Barkos. Sin embargo, su mal resultado probablemente tenga mucho de coyuntural. Buena parte de los votantes de Geroa Bai sabían que Bel Pozueta había rozado el escaño y que ellos no tenían ninguna posibilidad. Y existe simpatía entre ciertos sectores de la coalición que lidera Barkos y EH Bildu. Parece que ha habido un préstamo de votos. Se verá con el tiempo. Eso sí, EH Bildu tiene una oportunidad de oro. A ver cómo se las apaña para conservarlos. En cualquier caso, el abertzalismo navarro quería recuperar su voz en Madrid y lo ha hecho. 

Vox sigue sin rascar bola. No funciona en Nafarroa tan bien como en el resto del Estado. No ha subido siquiera un punto y se ha quedado en el 5,61%. Eso no quiere decir que no haya que encender alarmas cuando se ven resultados en ciudades como Tutera, donde supera el 12% de los votantes. Nafarroa está lejos de la media estatal, pero el fascismo ya campea sin disfraz. Son más de 18.000.