El debut de Berrocal al frente del Baskonia se salda con una dolorosa derrota (74-82)
La Copa se pone más difícil todavía para Kirolbet Baskonia después de una dolorosa derrota en el debut de Josep María Berrocal en su banquillo. Ha tenido momentos de buen juego, con Stauskas al frente, pero tras adelantarse 66-59, el cuadro castellano ha reaccionado y la ansiedad ha podido con los gasteiztarras.
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El debut de Josep María Berrocal se ha saldado con una dolorosa derrota, cuando durante muchos minutos ha jugado bien, con un Stauskas muy incisivo y en el que se ha visto cierta mejoría en el juego colectivo. Pero cuando los gasteiztarras se han adelantado 66-59, se han dado de bruces con un gran San Pablo Burgos, con Benite, McFadden, Lima y Bassas dando el callo, y Joan Peñarroya muy clarividente desde el banquillo. Y así ha caído el cuadro gasteiztarra y ahora, ¡ay la Copa!
La sorprendente derrota de Valencia Basket en Manresa –gracias, don Pedro Martínez– ha puesto el camino expedito a Kirolbet Baskonia para garantizarse, o casi, un sitio en la Copa, así como la paliza del Real Madrid ante Morabanc Andorra, el triunfo del Barça en la cancha del Joventut de Badalona. Y por si todo ello fuera poco, San Pablo Burgos se ha presentado en Zurbano con las bajas de última hora de Jean Pierre Tokoto y Goran Huskic. Por ende, el debut de Josep María Berrocal al frente del banquillo del Baskonia se ha presentado con todo a favor, a falta de ver cómo reaccionaba la plantilla gasteiztarra, que según había dicho Tornike Shengelia en la previa del duelo, le corresponde ahora dar un paso adelante después del despido de Velimir Perasovic.
El señor Berrocal, al fin y al cabo segundo de a bordo de Perasovic, ha alineado un quinteto titular bien reconocible: con Vildoza y Henry compartiendo pista, Micheal Eric como referencia interior, más Shengelia y Stauskas. El arranque, con Eric anotando los tiros libres con limpieza y Stauskas haciendo daño a la floja defensa de Vitor Benite, ha sido más que prometedora, con un parcial de 7-1. Claro que los de Joan Peñarroya no han tardado en replicar: sendos triples de Ferrán Bassas para empatar primero, las entradas de Earls Clark en un cara a cara de lo más interesante con Shengelia, y después de las primeras rotaciones, un triplazo de McFadden para poner el 13-16 para el cuadro castellano –con casi 3.000 espectadores en las gradas del Buesa Arena–, obligando a Berrocal a parar el partido.
Convaleciente aún de muchos males, el Baskonia ha planteado un partido más vivo, de mucho ritmo y con mayor primacía para sus tiradores. Lo que pasa es que San Pablo Burgos, con sus limitaciones ya antes citadas, no le ha perdido la cara al envite gasteiztarra. Así se ha podido ver un final de primer cuarto demasiado apresurado, en el que una falta de Barrera a Shields ha puesto el susto en el cuerpo a la grada baskonista, aunque el norteamericano de pasaporte danés ha podido continuar sin excesivos problemas. Bastantes problemas ha habido en la sucesión de pérdidas de los gasteiztarras, que ha terminado el primer cuarto con un adverso pero levantable 16-18 en el luminoso.
Las precipitaciones han seguido ocurriendo en el segundo cuarto, acentuadas en cierta medida. A golpe de triple, los gasteiztarras han conseguido ponerse por delante en varias ocasiones, pero en todas las veces se han topado o bien con Benite o bien con McFadden para responder desde el perímetro. Afortunadamente para el Baskonia, los jugadores de San Pablo Burgos han estado más preocupados en acabar cada jugada por el suelo que en jugar con concentración, de modo que han cometido un sinfín de errores de ejecución en sus ataques, por no hablar de su desacierto en los tiros libres. En todo caso, ni esas frivolidades le han valido al Baskonia para adelantarse, quizá también por verse imbuido en ese caótico ritmo que han pretendido imponer los pupilos de Joan Peñarroya. Por otro lado, las soluciones individuales han seguido sustituyendo el juego ofensivo del Baskonia, al que quizás le han podido las ganas. En todo caso, el 31-32 con el que ha llegado el marcador al descanso ha sido nuevamente perfectamente remontable.
De la alarma al despertar
Tan remontable ha sido el resultado del descanso como alarmante el arranque del tercer asalto. Quizá porque en esta segunda mitad los de Joan Peñarroya sí han podido ver el reloj de posesión –y no los de Berrocal, a causa de una avería–, han olvidado mínimamente sus prisas y le han endosado un 1-7 de parcial a los gasteiztarras, provocando las alarmas en Zurbano, con 32-39 en el luminoso.
La defensa de los pupilos de Berrocal ha dejado demasiado que desear, pero al menos en ataque un renacido Nik stauskas ha hallado el acierto. el de Ontario ha aguantado el tirón castellano casi en exclusiva, con el acompañamiento de un Shengelia que, a la contra, ha empatado el duelo a 47, obligando a Peñarroya a pedir tiempo muerto.
Pero por fin ha despertado el Baskonia tras esa reaccio´n. Por fin los espectadores del Buesa Arena han igualado en calor a los de San Pablo Burgos. Y todo hay que decirlo, el trío arbitral ha tenido algún que otro gesto con los gasteiztarras. Todo les ha venido bien a los de Berrocal, que han podido cerrar el tercer cuarto con 56-54 en el marcador después de un alley oop de Sergi García para Ilimane diop que ha enardecido al público, que por fin se ha reconocido en su equipo, entre otras cosas porque por fin se ha puesto a jugar como tal, y no como una suma de talentos individuales.
Pero también hacen falta talentos individuales, ¡vaya contradicción! Y en estas, Shavon Shiends ha reclamado su espacio. Siete puntos seguidos del alero con pasaporte danés han disparado a los gasteiztarras, hasta un 66-59 que ha enardecido al pabellón de Zurbano, aunque una respuesta en forma de triple de Vitor Benite ha vuelto a meter a San Pablo Burgos en el partido, con muchos minutos por jugarse todavía.
Y de un mandoble, partióle en dos
Y del 66-59, al 67-70, un parcial de 1-11 con Benite, McFadden y Lima haciéndole la vida imposible a un Baskonia algo autopresionado, con ganas de romper su mal momento y además, porque ganar era poner pie y medio en la Copa. Y en estas ha aparecido Ilimane Diop, después de un triple de Earl Clark, para mantener con vidal al Baskonia con cinco puntos seguidos, triple a tablero incluido. Para finales lisérgicos, nada mejor que jugadas como la del gasteiztarra de Dakar.
Pero se ve que San Pablo Burgos está hecho por jugadores con nervios de acero. Así, a pesar de errar un mal ataque, Ferrán Bassas ha emergido para rebañar un rebote casi perdido y, lo que es peor, con apenas un minuto por jugarse, elevar el 72-76 con un triplazo que ha silenciado a los 9.000 baskonistas y encendido a los casi 3.000 castellanos.
Y como para no encenderlos, como el tapón de Earl Clark a Shengelia ya dentro del último minuto, o la canasta en «fade away» que Benite le ha metido a Shields para poner el 72-78 a medio minuto. Tiempo muerto de Berrocal, y a rezar.
Ese, «a rezar» ha traído un mate de Shengelia y una pérdida por cinco segundos de los burgaleses. Pero hasta ahí. El saque de fondo de Pierria Henry ha servido solo para certificar su mal partido, ya que ha perdido el balón en su intento de buscar a Vildoza, y ahí sí, entre Fitipaldo y Clark, san Pablo Burgos ha terminado de hundir al Baskonia, con difíciles salida a Berlín y Zaragoza en el horizonte.