«La lucha por unas pensiones dignas no es solo de los jubilados. Afecta a toda la sociedad»
Garantizar un sistema público de pensiones que permita cobrar prestaciones dignas tanto a los actuales jubilados como a los del futuro es una de las reivindicaciones de la huelga de hoy. Los colectivos de pensionistas destacan que se trata de una demanda que afecta a toda la sociedad
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«Los jubilados no estamos de huelga. Apoyamos la huelga y participamos en las movilizaciones, y llamamos a toda la sociedad en su conjunto a movilizarse. Es importante porque en los dos años que llevamos de movilización se han conseguido cosas pequeñas, pero hay que seguir adelante», explica Benito Uterga, de Pentsionistak Martxan, a NAIZ, minutos antes de que comience la manifestación de Iruñea.
El objetivo es garantizar unas pensiones dignas en un sistema pública y Uterga destaca que hay mucho que hacer. «No se han tomado medidas para garantizar de forma permanente el IPC. No se toman medidas para garantizar una pensión pública digna, que la ciframos en 1.080 euros. Lo mismo pasa con el salario mínimo de 1.200, que podría suponer un alivio importante para la caja de la Seguridad Social. La Seguridad Social sigue pagando pensiones que deberían correr a cargo de los presupuestos generales del Estado. En definitiva, tenemos las mismas razones que teníamos hace seis meses para participar en una gran movilización».
El planteamiento de una gran movilización fue lo que le trasladaron las asociaciones de pensionistas a los sindicatos. Finalmente, la forma de movilización escogida ha sido la huelga general de hoy. «Los sindicatos tienen el apoyo de las asociaciones de pensionistas que seguimos manteniendo las revindicaciones», señala.
«Es importante unir la reivindicación de los pensionistas con la de los jóvenes, pero también con las de toda la sociedad. La precariedad está afectando a los sectores que están en activo, también a las mujeres. Todo eso tiene consecuencias en el futuro. De lo que hagamos hoy en día depende que todos esos sectores sociales tengan en el futuro una pensión digna. No es un problema de pensionistas, es un problema social», subraya Uterga.
«La pobreza tiene rostro de mujer, y también de trabajador»
Un planteamiento similar tiene Ana Sarobe, de Oneka, colectivo que agrupa a mujeres pensionistas. «Tenemos que luchar todos. La pobreza tiene rostro de mujer, pero también de trabajador. Hay sueldos muy escasos. Aunque trabajen toda la jornada no llegan a final de mes. Están en la pobreza. Aquí mismo, en Iruñea, en Nafarroa, ¿cuánta gente va al comedor social de París 365? Al principio eran inmigrantes, pero ahora también hay gente de aquí. Hay muchas problemas y no hay derecho a que algunos ganen tanto dinero y otros no tengan ni para comer».
Sarobe también subraya que para garantizar un sistema público de pensiones dignas en el futuro es necesaria la movilización de la juventud y del conjunto de la sociedad. Recuerda que las reformas implementadas por José Luis Rodríguez Zapatero con el apoyo de CCOO y UGT no son suficientes. «Subieron la jubilación hasta los 67 años. Pero la que llegue a esa edad aunque haya cotizado 40 años no tendrá una pensión digna. Antes con quince años de cotización quedaba una pensión bastante decente, ahora cada vez es más largo el plazo para calcularlo. Quieren llegar al conjunto de la vida laboral. Imagina qué sueldo podías tener hace 40 años», denuncia.
Sarobe destaca que hay una brecha salarial entre los pensionistas hombres y las mujeres. «A datos de diciembre, cerca del 72% de las mujeres pensionistas cobra menos de mil euros. De estas, un 27-28% cobra de 150 a 600 euros. Es vergonzoso. ¿Qué ha pasado con las mujeres? Que durante años nos hemos ocupado de los cuidados. Y seguimos haciéndolo. Sin cobrar. Como Oneka pedimos que todas las mujeres cobren al menos el salario mínimo o 1.080».