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Los más pequeños toman los columpios y las plazas de una ciudad a medio gas

Gasteiz presenta una imagen más propia de un fin de semana, con niños y niñas en los columpios y en los parques. Disfrutan de estas vacaciones improvisadas mientras la administraciones públicas establecen nuevas medidas para frenar el avance del coronavirus.

Una valla en el interior de un centro cívico de Gasteiz. (FOKU)

Algo ha cambiado de ayer a hoy en Gasteiz. La ciudad ha amanecido a medio gas, con menos tráfico de lo habitual. Se ha notado que los padres y las madres no han tenido que llevar a sus hijos e hijas al colegio, y que algunas empresas han empezado a aplicar el teletrabajo.

El centro de la ciudad al mediodía presentaba una imagen más propia de un fin de semana, con niños y niñas jugando en la Plaza Nueva y en las escalinatas del Palacio Foral. Disfrutando de estas vacaciones improvisadas bajo la atenta mirada de los abuelos y abuelas, que se han convertido en un refugio para quienes no pueden faltar al trabajo.

«Están la madre y padre trabajando, así de imprevisto, y no tenemos otra opción», ha explicado en declaraciones a NAIZ María, una mujer que no tiene miedo al coronavirus. «Creo que no tengo riesgo de enfermedades», ha indicado.

Así, ha aprovechado el sol de la mañana para jugar con su nieto en el parque de la calle Vicente Goikoetxea, donde ha coincidido con Ritxar, un hombre que, como él mismo reconoce, tiene «suerte porque entre mi pareja y yo nos podemos ocupar prácticamente todo el día de los niños.

«No nos ha repercutido mucho», ha añadido antes de aseverar que la decisión anunciada por el Gobierno de Lakua les ha sorprendido, «porque no nos parecía tan grave como para tomar una decisión tan radical».

Sara, otra madre del parque, ha decidido salir de Gasteiz. «Me iba a ir en Semana Santa, y he decidido adelantar las vacaciones porque aquí no hago nada y cualquier punto puede ser un foco de infección», ha manifestado.

Menos turistas y menos gente en los bares

Ella se va a ir, y son muy pocos los que se atreven a venir a la capital alavesa. En la Oficina de Turismo han advertido de que se ha notado una reducción en el número de personas que entran solicitado información. Además, se están suspendiendo rutas guiadas. Según la Asociación de Jóvenes Empresarios de Araba (Ajebask) la facturación hotelera ha caído 1,5 millones de euros por el coronavirus.

En los bares también se nota menos gente, aunque nadie se atreve a señalar al coronavirus. En el restaurante Virgen Blanca, situado en el corazón de la ciudad, achacan el bajón la suspensión de las clases y el teletrabajo, que ha hecho que muchos no se acerquen al centro.

Donde sí se ven más personas es en los supermercados. La colas son más largas de lo habitual, y se ha disparado la venta a domicilio. En el BM de la calle San Prudencio se ha triplicado. Sin embargo, no se ven estantes vacíos, como se alertó el lunes en redes sociales.

Los mensajes de Whatsapp o Twitter han causado cierta alarma en la población, que se ha encontrado nuevas medidas en los edificios dependientes de administraciones publicas. En las oficinas que Lakua tiene en la calle Samaniego se ha marcado una línea en el suelo para establecer una distancia de seguridad. Y la escena se repite en centros sanitarios y oficinas municipales.

Eso sí, por el momento no es fácil ver a gente con mascarillas por la calle. Ni siquiera en el tranvía o en los autobuses públicos, que van más vacíos de lo habitual. Lo cierto es que, a excepción de los columpios, hoy todo está más vacío de lo habitual en Gasteiz.