Se trata de tres machos y dos hembras de entre 80 y 86 días de edad que serán liberados con la técnica de «jaula-hacking», una instalación que durante varias semanas mantendrá a las águilas en un recinto de aclimatación ubicado en la propia zona de reintroducción y donde terminarán su desarrollo antes de ser liberados al medio natural. Esta técnica crea en las aves un apego especial a la zona, lo que garantiza su regreso para establecer en ella su territorio de cría.
De los cinco pollos que han llegado a Nafarroa, dos proceden de Andalucía, gracias a la colaboración de la Junta, de nidos con puestas múltiples, y los otros tres del centro de cría en cautividad de Christian Pacteau en La Vendée. Todos ellos llevarán nombres locales, tomados de otras tantas corralizas de Kaseda: los machos serán Cabezón, Uriz y Mulgar y las hembras Maricusina y Lasaga.
Aunque el estado de alarma decretado por la crisis sanitaria ha complicado el proceso que desarrolla el equipo técnico del proyecto, finalmente se ha podido realizar con todas las garantías sanitarias, tanto las acciones de rescate y translocación de pollos salvajes desde Andalucía, como la cría en cautividad de los centros colaboradores.
En la actividad de recibimiento, realizada en la campa de San Isidro de la localidad, han tomado parte la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez; el alcalde de Kaseda, Jesús Esparza; una representación de la sociedad local de cazadores y otra de Senda Viva y de Viscofán, empresas que colaboran con esta iniciativa. Por parte de esta última han asistido Jesús Calavia y Armando Ares.
Tercer año de esta iniciativa
Se trata del tercer año consecutivo en que Kaseda acoge esta acción de reforzamiento de la presencia del águila de Bonelli en uno de sus territorios tradicionales de hábitat. A la implicación de la localidad en la recuperación de esta rapaz se sumó el pasado año la firma del Ayuntamiento y la sociedad local de cazadores de un Acuerdo de Custodia para la conservación del águila de Bonelli, en el que se comprometen a colaborar en distintas acciones del Proyecto AQUILA a-LIFE. Durante 2019, cazadores y técnicos del Departamento y de la empresa pública GAN-NIK han trabajado conjuntamente sobre un territorio de 13,4 hectáreas, mejorando notablemente el estado de conservación de los hábitats para las especies presa del águila de Bonelli, así como para muchas otras especies de fauna y flora.
Además de la colaboración e implicación continua de otros ayuntamientos de la zona como Galipentzu, Irunberri y Zangoza, el proyecto cuenta también con el respaldo de un convenio recién firmado entre la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno navarro y el Parque de Naturaleza Sendaviva para el acondicionamiento y gestión de un equipamiento dedicado al águila de Bonelli en las instalaciones del Parque.
El proyecto AQUILA a-LIFE, financiado por la Unión Europea, tiene por objetivo aumentar la extensión de la presencia del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental, ubicación tradicional de esta especie, e invertir su tendencia poblacional regresiva. Para ello se contempla la liberación de ejemplares en el Estado y Cerdeña, así como abordar las principales amenazas actuales para el águila de Bonelli, con especial dedicación a prevenir y reducir las electrocuciones.
El proyecto AQUILA a-LIFE, que comenzó en 2018 y estará operativo hasta septiembre de 2022, está coordinado por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su hábitat (GREFA) y también participan en él como socios la Diputación Foral de Araba, la Fundació Natura Parc (Mallorca), la sociedad pública Gestión Ambiental de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Estado francés).