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La psicología femenina en la historia

Jane Campion. (Filippo MONTEFORTE AFP)

Es curioso que en su etapa de madurez la neozelandesa Jane Campion haya conseguido su definitiva consagración con un western, género que remite a actitudes y ambientes masculinos, cuando el resto de su carrera ha estado consagrada al estudio de la psicología femenina a través de la historia. Se ha debido de sentir muy segura, o muy sobradamente preparada, para dar ese paso decisivo que le ha llevado a adaptar una novela del Oeste original de Thomas Savage en ‘The Power of the Dog’ (2021), con el coprotagonismo de Benedict Cumberbatch y Jesse Plemons, como dos hermanos rancheros de Montana, y con nada menos que Keith Carradine secundándoles. 

La veterana cineasta afincada en Australia lleva cuatro décadas dirigiendo en las que apenas ha realizado una decena de películas, lo que quiere decir que mide muy bien sus proyectos, y que nunca se ha dejado envenenar por el éxito, ni tan siquiera cuando ganó la Palma de Oro en Cannes, junto con un Óscar, gracias a ‘El piano’ (1993). Con la perspectiva del tiempo, sobrevive lo esencial que, sin duda, está contenido en la interpretación de la pequeña gran actriz Holly Hunter. Representa muy bien la exploración que la Campion ha llevado a acabo desde sus primeras películas sobre el estado mental de la mujer, en otras épocas sometido a una presión desequilibrante por parte del poder patriarcal, ante la imposibilidad de realización o de lograr encontrar su sitio en el mundo.

En su etapa reciente, otro giro dado por Jane Campion ha sido su aclamada incursión en la televisión con las miniseries ‘Top of the Lake’ (2013) y ‘Top of the Lake: China Girl’ (2017), siempre estelarizadas por una extraordinaria Elisabeth Moss, cuya original caracterización detectivesca le ha valido el Globo de Oro a la Mejor Actriz. La crítica especializada se ha deshecho en elogios ante un producto sugestivo como pocos, que se adentra en la serie negra y de intriga desde un guion propio coescrito por la cineasta de Wellington. De tal manera que le ha servido para desquitarse con su fallida aproximación al thriller erótico en ‘In the Cut’ (2003), a partir de una novela de Susanna Moore.