Miles de personas salen a la calle contra el proyecto de reforma de las pensiones
Miles de personas se han movilizado la tarde de este sábado en Bilbo para reclamar la retirada del proyecto de ley de reforma de las pensiones. Ha sido la cita más concurrida de una jornada en la que esta reivindicación ha salido a la calle también en Iruñea, Gasteiz, Donostia y Eibar.
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A los sones de ‘El pueblo unido jamás será vencido’ (‘Herri batua ez da inoiz garaitua izango’), la canción de protesta ya universal que popularizó en los 70 el grupo chileno Quilapayún, ha arrancado a las 17.30 de este sábado la última de las manifestaciones convocadas en Euskal Herria para la jornada por el movimiento de pensionistas de Euskal Herria.
La última movilización de un sábado ha sido un día reivindicativo y movido, ya que al mediodía se han registrado también manifestaciones en Iruñea, Gasteiz, Donostia y Eibar. La protesta también se ha vivido en otros puntos del Estado, como Barcelona y Madrid.
Gorras y pañuelos rojos, banderas republicanas, pancartas en representación de las asambleas de pensionistas de distintos pueblos... y muchos gritos, discursos por megafonía, reivindicación y hasta txistularis, porque las manifestaciones de los pensionistas si algo son es coloridas.
Aunque estaba previsto que salieran de la plaza del Sagrado Corazón, al final la manifestación ha arrancado desde la plaza Elíptica. En el camino, multitud de slogans, de lo más imaginativo. Estaban los habituales: ‘Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden’, ‘Urkullu escucha, pensionistas en lucha’ o ‘Así, así, ni un paso atrás. esta batalla la vamos a ganar’. Y algunas que recordaban la lucha obrera: ‘Arriba la lucha del proletariado’ o ‘Este es el Palacio del caco Bonifacio’, recitada al pasar ante la sede de los grandes bancos.
La manifestación ha discurrido por el centro de Bilbo, contrastando con unas calles en las ya se ha notaba el ambiente de compras prenavideñas, hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, donde cada lunes se concentran para recordar «que no nos pararán», como han dicho. Desde los organizadores hasta se ha lanzado con humor la propuesta de que la plaza sea renombrada como ‘Plaza de los Pensionistas’.
Tres años y así
Lo cierto es que, como han recordado, tres años después de que los pensionistas se echaran a la calle, siguen en vigor las medidas por las que movilizaron. «El proyecto de ley presentado por el Gobierno de Sánchez solo tiene dos objetivos: mantener las reducciones de las reformas en las pensiones de 2011 y 2013, y hacernos trabajar más años, cobrando menos pensión. Se quiere reducir el Sistema de Pensiones Públicas, para impulsar las privadas», han añadido.
Han lamentado «los recortes que se anuncian tras la cortina del incremento de las cotizaciones» y han advertido que se busca solo «perpetuar el Factor de Sostenibilidad, cambiándolo simplemente de nombre». Del mismo modo, se han mostrado contrarios al incremento de los años para el cálculo de la pensión y han advertido que seguirán movilizándose en las calles en defensa de su tabla reivindicativa, tal y como llevan haciendo desde enero de 2018.
«Los recortes en pensiones y salarios están empeorando nuestras condiciones de vida mientras los gobiernos imponen políticas fiscales que benefician a los que más tienen y reducen los servicios públicos», han sostenido.
Como ha apuntado en declaraciones a la prensa uno de los portavoces del movimiento, Jon Fano, lo que piden son pensiones mínimas de 1.080 euros y pensiones de viudedad del 100%, y ha alertado también de que en el proyecto de ley de reforma de las pensiones supone una rebaja del poder adquisitivo. «Asistimos a un proyecto de ley muy regresivo que no explica con claridad lo que supone», ha lamentado, para añadir que, de ser aprobado en el Congreso, generará un «descontento generalizado entre los pensionistas».
En este contexto, se ha mostrado crítico con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y ha reclamado al Ejecutivo que no se «doblegue ante las presiones de Europa, del empresariado y de los grandes poderes económicos». Por contra, le ha instado a «hacer cuentas», ya que en el Estado hay 9.000.000 de pensionistas.
Dicen que no pararán y, de momento, ya hay nueva cita en la calle: el próximo 1 de diciembre, han dicho, volverán a salir a las calles para apoyar la movilización convocada por las organizaciones sociales y sindicales.