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El único Obradovic que viaja a Kaunas será el entrenador del Mónaco, tras eliminar a Maccabi

Pese a tener a Jordan Loyd y Mike James tocados y pese a los 27 tantos de Wade Baldwin, los de Sasa Obradovic se han impuesto por 97-86 en el desempate. En Madrid, gracias a un Sergio Rodríguez mágico, el Real Madrid remonta 18 puntos de desventaja y el 0-2 de la eliminatoria ante el Partizan.

Jordan Loyd, uno de los destacados de la victoria monegasca ante Maccabi. (Valery HACHE | AFP PHOTO)

AS MÓNACO 97 (3) - MACCABI 86 (2)

Sasa y no Zeljko, será el único Obradovic en Kaunas. En su segunda temporada en la Euroliga, AS Mónaco jugará su primera Final Four, enfrentándose a Olympiacos en su semifinal. La Salle Gaston Medecin ha vivido un partido infartante, en el que los monegascos han sabido sobrevivir a los problemas físicos de Mike James y Jordan Loyd, que han combinado torceduras de tobillo y puntos a tutiplén, así como han sobrevivido a los 27 puntos de Wade Baldwin, que ha tirado cuanto ha podido del carro macabeo, pero que en los últimos minutos se ha visto excesivamente solo, luego del mal partido de Lorenzo Brown y la inferioridad de los israelíes debajo del aro.

Porque por mucho que le guste gesticular y gritar e intentar intimidar al Maccabi, lo cierto es que Mónaco ha aguantado en sus peores momentos merced a hacerse fuerte en la pintura. Cierto que el convite a tirar de tres al conjunto de Tel Aviv ha podido costarle caro, ya que ha firmado un 14 de 29 –rozando el 70% durante los dos primeros cuartos–, aunque desde la línea de tiros libres se ha dejado ocho viajes, la mitad de ellos el propio Baldwin y además ha perdido 15 balones.

El primer cuarto ha sido estratosférico, con Maccabi queriendo romper el ánimo del cuadro del Principado. Nada menos que 33 puntos han caído de su lado, pero con un tremebundo Mike James, As Mónaco ha recogido el guante para aguantar el chaparrón: 26-33. Y cuando se han empezado a apaciguar los porcentuales triplistas visitantes, los Donta Hall y Motiejunas, entre otros, se han sumado a Mike James –que ha sumado sus 21 puntos antes del descanso– para remontar en el segundo asalto y llegar al receso con un 53-49 a su favor.

No obstante, el salto de fe de los de Sasa Obradovic ha llegado tras el receso. Los interiores locales se han cargado de faltas y la respuesta del técnico monegasco ha sido meter al ex de Manresa Chima Moneke, acción más acertada imposible, ya que la intimidación y el desparpajo del ala-pívot ha sido esencial para evitar que Maccabi se escapara.

Se escapara, sí, porque Mike James ha caído mal y se ha lastimado un pie. Y entre su dolor y el miedo de sus compañeros, Maccabi se ha vuelto adelantar, aunque solo ha sido por un punto, 78-79, valiéndose de los balones perdidos que ha encadenado Mónaco.

Hasta que Jordan Loyd, que ha ido apareciendo poco a poco, también se ha hecho daño cuando ha aterrizado sobre el pie de Colson. Los árbitros han decretado una rigurosa antideportiva al intento triple de Loyd, y el ex de Valencia Basket y Estrella Roja ha encadenado ocho puntos, lo cual ha supuesto, por un lado, la liberación de los de Sasa Obradovic, y por el otro, el penúltimo clavo en el ataúd de Maccabi.

El penúltimo, porque Loyd también se ha hecho daño en el pie, pero ha asomado Elie Okobo en esos últimos compases. Wade Baldwin se ha visto demasiado solo, mientras que Mónaco, ya lanzado, no ha dejado escapar la coyuntura y se ha ido con una renta por encima de la decena.

REAL MADRID 98 (3) - PARTIZAN 94 (2)

Se esperaba que, de haber un Obradovic en Kaunas, ese sería Zeljko y no Sasa, porque nunca nadie en la historia de la Euroliga había remontado un 0-2 adverso. Pero el Real Madrid, que ha tenido una desventaja de hasta 18 puntos, sí lo ha logrado. Los entrenados por Chus Mateo, como en la pasada campaña, volverán a verse las caras contra el Barça en semifinales.

Ha tenido que aparecer Sergio Rodríguez, el «Chacho», para levantar a un Real Madrid que sobre todo en el segundo cuarto parecía virtualmente eliminado. Tras sus dos partidos de sanción, Kevin Punter ha regresado a toda velocidad, al punto que ha anotado nada menos que 28 puntos. De su mano y de un planteo excepcional del partido del genio de Cacak, Partizan de Belgrado ha rozado la Final Four de Kaunas con los dedos, al llegar al descanso ganando por un incontestable 39-55.

Pero el base tinerfeño, de quien tantas veces se ha puesto en duda su valía como si solo fuera un artista de balón, cuando en realidad tiene un carácter ganador indomable –sin necesidad de gritar a los cuatro vientos ni bracear para que se le vea–, ha tomado el partido por los cuernos, y se ha ido con 19 puntos, 6 asistencias y 26 de valoración, logrando involucrar a Mario Hezonja, a Dzanan Musa y hasta a Sergi Llull, que después de protagonizar la bochornosa tangana del segundo partido, ha tenido un cara a cara amistoso con Kevin Punter, luego de que ambos se han ido encestado en la cara del otro triples a cada cual más imposibles.

De la mano de Sergio Rodríguez y Mario Hezonja el Real Madrid ha volteado el partido, aunque un triple de LeDay ha puesto el duelo patas arriba al acercarse el cuadro serbio 97-94 ya con los últimos segundos descontando. Más aún, un «trap» defensivo sobre Adam Hanga ha provocado la pérdida del alero húngaro, por lo que los «Sepultureros» han tenido una posesión para empatar y han encontrado a Punter para ejecutar el triple desde la esquina.

Sin embargo, Punter ha errado con los apuros de tiempo y Hezonja, con un rebote defensivo y un tiro libre, ha certificado la remontada madridista, dándole el boleto a Kaunas.