Victor Lafay sorprende al Jumbo y hace justicia a la apuesta del Cofidis quince años después

Victor Lafay ha dado al Cofidis la victoria en el Tour que se le resistía en los últimos quince años en la segunda etapa vasca entre Gasteiz y Donostia, de 208,9 kilómetros, que ha dejado por delante a un grupo de 24 corredores al que ha sorprendido el escalador de Lyon. Adam Yates ha mantenido el maillot amarillo y Tadej Pogacar ha sacado otros siete segundos a Jonas Vingegaard.

Cofidis ha encontrado la recompensa a su apuesta por el ciclismo. Es el sponsor que más tiempo lleva en el pelotón profesional, desde 1997, también es el patrocinador de la Federación Española, sin dejarlo a pesar de escándalos de dopaje en los que se vio implicado a inicios de los 2000 y de la falta de victorias en el Tour desde que en 2008 logró dos con Samuel Dumoulin y Sylvain Chavanel.

Con el paso del tiempo, ganar en el Tour se había convertido casi más en una obsesión que en un objetivo y la victoria la ha conseguido un Victor Lafay que ya le dio una etapa en su debut en el Giro en 2021. A los 27 años ha logrado su triunfo más importante en Donostia en su segundo Tour, abandonó el año pasado, con la ayuda de Ion Izagirre y bajo la dirección de dos directores vascos, Bingen Fernández y Gorka Gerrikagoitia, tras una etapa muy dura por los 3.000 metros de desnivel, los 209 kilómetros, la calidad de Neilson Powless y el empeño de UAE de atraparlo antes de coronar Jaizkibel para disputar la bonificación.

Escapada de nivel

El norteamericano, que ha reforzado su liderato de la montaña tras pasar en cabeza todos los puertos menos el último, Rémi Cavagna (Soudal) y Edvald Boasson Hagen (Total) han formado la escapada que ha encontrado el permiso del pelotón para alcanzar una ventaja de cinco minutos.

A partir de ese momento un impresionante Mikkel Bjerg ha tomado el mando del pelotón y ha coronado con 1:48 a 68 de meta Alkiza, donde se ha quedado descolgado Cavagna. Una caída de Trentin ha hecho a UAE levantar el pie y ha aumentado la ventaja a más de tres minutos, pero al ver que no iban a recuperar al italiano han decidido acelerar y le ha costado acercarse a menos de dos minutos de Powless, ganador de la Klasikoa de Donostia en 2021, que ha dejado a Boasson Hagen en Gurutze.

Ha tenido el apoyo de Uno-X, Jumbo e Ineos para rebajar la desventaja a 1:30 en el inicio de Jaizkibel a 25 de meta. Jayco también ha trabajado en una subida repleta de aficionados, como todo el recorrido, pero ha sido el UAE el que ha atrapado a Powless a 2,6 del alto para dejar el grupo muy reducido y lograr los ocho segundos de bonificación con Pogacar, por cinco para Vingegaard y dos para Simon Yates.

Ha dado la sensación de que el esloveno quería dar al inglés del Jayco el maillot amarillo, pero el danés no le ha dejado más opción que la de pelear los ocho segundos. No ha parado y ha bajado rápido, pero Vingegaard no le ha dado ningún relevo, como después de Pike Bidea, y han sido atrapados por el reducido grupo perseguidor del que ha saltado Pello Bilbao, cuyo intento ha anulado Jumbo a cinco de meta.

Luego el equipo de Vingegaard no ha sido capaz de responder al ataque de Victor Lafay en el último kilómetro y además ha visto cómo Pogacar lograba cuatro segundos más de bonificación al ser tercero por detrás de Van Aert, en un grupo de 23 corredores en el que Pello Bilbao ha sido quinto y también ha entrado Mikel Landa con los demás favoritos. El alavés ya es noveno en la general que encabeza Adam Yates con seis segundos a Pogacar y Simon Yates, doce a Victor Lafay (Cofidis), 16 a Wout van Aert, 17 a Jonas Vingegaard (Jumbo) y 22 a los otros seis corredores que han llegado en el primer grupo los dos días.

El orgullo de Pello Bilbao

El gernikarra ha señalado en meta que «teniamos las ideas claras con un punto de rabia después de lo de ayer, sabiendo que tenía buenas piernas, con confianza y con el plan claro. Mis compañeros han intentado hacer un hueco para dar la sorpresa. Al final contra un equipo como Jumbo y con el viento de cara es difícil llegar, pero he hecho mi camino y lo he intentado. Luego en el sprint he intentado meterme, sin muchas piernas, pero quería hacer algo para dar la cara por los aficionados vascos, por lo vivido en casa y demostrar a los que han confiado que ha merecido la pena».

Ha adelantado que «las piernas están bien y cada vez que el terreno sea propicio lo vamos a intentar, seguro». En la tercera etapa vasca quieren jugar la baza de Phil Bauhaus en el sprint: «Está con mucha ilusión porque es su primer Tour y a ver si entre todos podemos ayudarle»

Sobre la etapa ha señalado que «ha sido muy, muy intensa, con lluvia en la parte media de la etapa que ha dificultado y ha metido mucha tensión en el grupo. Al final hemos visto que Tadej y Vingegaard, una vez más, son claramente superiores al resto. Todos hemos visto en las carreras de principio de temporada que no tienen nadie a la par y ellos también lo saben. Será un marcaje entre ellos. Por lo menos estamos ahí con Mikel, tenemos confianza en la clasificación general, con la intención de disputar esa tercera plaza del podio y por mi parte cada vez que haya opción de disputar una victoria lo intentaré».

Mikel Landa, satisfecho

Mikel Landa ha señalado que «mi objetivo era no perder tiempo y no encontrar ningún obstáculo y lo de Pello es una pena que los del Jumbo hayan cerrado esa ventaja que había conseguido. Tienen un equipo muy fuerte, dominan la carrera».

Sobre las dos primeras etapas ha comentado que «ha sido muy especial, en la salida y en las cunetas he visto a muchos amigos. Día a día, espero ir a mejor. Creo que estas dos primeras etapas son para estar contentos».

Asume que Pogacar y Vingegaard están por encima: «La pelea es otra y, si algún día tengo la oportunidad de estar con ellos, lo voy a intentar y aprovechar ese margen a mi favor».

Otra etapa en Euskal Herria 

La  tercera etapa del Tour también se disputará en su integridad en Euskal Herria, con salida de Amorebieta Etxano a las 13:00 y llegada a Baiona a las 17:30 tras 193,5 kilómetros que intentarán aprovechar los sprinters a pesar de que también presenta casi 2.700 metros de desnivel.

La dureza está concentrada en la primera parte de la etapa con las subidas de Trabakua, Milloi, Itziar e Igeldo desde Orio, para volver a pasar por Donostia y coger dirección a Irun por la N1. Los equipos de los velocistas tendrán margen después para intentar anular la escapada que se pueda formar en la parte inicial.