Suecia mira al podio a costa de una Japón irreconocible

Dos cocos se ha encontrado Suecia tras superar una cómoda fase de grupos y con ambos ha podido, en dos partidos muy diferentes. En la tanda de penaltis, tras un decepcionante encuentro, dejó fuera de combate a la tetracampeona Estados Unidos, que nunca antes había quedado fuera del podio. Y hoy, con una sensacional actuación, ha superado justamente a la que estaba siendo la mejor selección de este Mundial, una Japón que ya era la única que contaba sus partidos por victorias, que solo había encajado un gol, era la máxima goleadora y había demostrado dominar todas las facetas del juego. Pero las nórdicas han conseguido que se viera a un equipo, que aunque en la recta final haya acortado distancias a la desesperada, metiendo mucha tensión al choque, se ha visto muy diferente, empequeñecido, impotente, inofensivo en ataque –incluso ha fallado un penalti– y superado por momentos en defensa. Y eso ha dado al equipo europeo el billete a semifinales por quinta vez en un gran torneo en los últimos siete años.

Y es que si por algo partía Suecia entre las candidatas a, como mínimo, el podio, es precisamente porque a la calidad de sus futbolistas se le une una larga trayectoria en conjunto. Una decena de las futbolistas que consiguieron la plata en los Juegos de Rio en 2016 disputa este Mundial a las órdenes de Peter Gerhardsson, que relevó a Pia Sundhague tras la cita olímpica y con el que el equipo europeo se colgó el bronce en el Mundial de Francia hace cuatro años, de nuevo la plata en los Juegos de Tokyo –cayendo en la tanda de penaltis ante Canadá–, cayó en semifinales ante la imparable Inglaterra en la Eurocopa del verano pasado y que tiene su único lunar en la de cuatro años antes, cuando tuvo que volver a casa en cuartos. Es, en definitiva, una selección que se conoce, con un once que casi puede recitarse de memoria, y al que, por eso, su técnico sabe qué pedir en cada momento. Porque la Suecia que ha superado a Japón es diferente a la que empató con Estados Unidos o la que goleó a Italia.

Era difícil prever, en cualquier caso, que hoy fuera a imponerse con tanta autoridad. Sobre todo porque las niponas han salido como casi siempre en este torneo, tensionadas y muy verticales. Como que antes del medio minuto ya habían forzado su primer córner. Otra jugada a balón parado casi de inmediato les ha permitido volver a poner a prueba a Suecia en su especialidad. No les ha salido y no han vuelto a mirar a Musovic de cerca hasta la segunda parte. Porque esta vez el equipo europeo no se ha conformado con protegerse. La buena presión les ha permitido ahogar el centro del campo rival, recuperar rápido el balón y llevarlo también con velocidad a zonas de peligro. Las ocasiones no acababan de ser claras –aunque Blackstenius ha perdonado una clarísima tras ganarle la partida a Kumagai– pero si algún gol se esperaba, era el de Suecia. Ha llegado recién superada la media hora. Y la acción y su protagonista no han causado demasiada sorpresa porque Amanda Ilestedt se ha llevado el traje de «killer» al Mundial, donde ya ha marcado cuatro goles, y el balón parado es el arma más peligrosa de su equipo. Ha sido, en este caso, una falta botada por Asllani, que tras el despeje de Yamashita, ha desencadenado una serie de remates y rebotes y que Ilestedt, bien posicionada, ha convertido en el 1-0.

El gol le ha sentado fatal a Japón, lo que ha permitido a las suecas seguir a lo suyo, dominando el juego y generando cada vez más peligro. Yamashita, sensacional, y el palo han evitado que Asllani ampliara distancias poco antes del descanso. Lo ha hecho Angeldal nada más volver de vestuarios, y justo después de que se le escapara a Kaneryd, gracias a un penalti por mano de Nagano.

Futoshi Ikeda, que ya había dado entrada a Endo –la única del triunfo ante Noruega que se había quedado en el banquillo– en el descanso, ha vuelto a retocar inmediatamente el equipo metiendo a Ueki por Tanaka. Y bien porque ha acertado, bien porque su equipo ha dado un paso adelante forzoso, bien porque Suecia ha empezado a apreciar más las virtudes de la cautela que las del desenfreno, el partido se ha equilibrado un tanto. Eso sí, ha habido que esperar hasta el minuto 69 para que la selección asiática rematara a puerta por primera vez.

Estaba aquello muy lejos, de todos modos, del huracán ofensivo que estaban acostumbrando las Nadeshiko. Tanta pólvora han debido gastar en sus cuatro partidos anteriores, que incluso han fallado un penalti a un cuarto de hora del final. Un empujoncito de Janogy a Ueki, que la propia delantera del Beleza ha estrellado en el larguero. Curiosamente, la acción que podía haber noqueado definitivamente a Japón, le ha metido en el partido. Ha vuelto a mirar al banquillo Ikeda, se han revolucionado sus futbolistas, le ha entrado el tembleque a Suecia y todo ello ha conducido a una recta final de máxima tensión. Y eso que las niponas han apurado y ha habido que esperar hasta el 87 para que acortaran distancias. Nanano ha estrellado en el larguero una falta, el balón ha rebotado pegadito a la línea de gol, la jugada ha seguido con las suecas al borde del ataque de nervios y Musovic tocada y Hayashi ha acabado por resolver, colocando el 2-1 en el marcador.

Ni la veteranía ha salvado al equipo europeo de la histeria en los minutos finales, en los que Musovic, todavía tocada, ha vuelto a salvar a su equipo como ya hiciera ante Estados Unidos. El premio lo disfrutará el próximo miércoles, cuando Suecia y España peleen en Auckland por un puesto en la final.

Japón: Yamashita; Takahashi (Hamano, min.92), Kumagai, Minami; Shimizu, Nagano (Hayashi, min.80), Hasegawa, Sugita (Endo, min.46); Fujino, Tanaka (Ueki, min.59) y Miyazawa (Seike, min.80).

Suecia: Musovic; Bjorn, Ilestedt, Eriksson, Andersson; Angeldal, Rubensson (Bennison, min.84); Kaneryd (Jakobsson, min.84), Asllani (Hurtig, min.72), Rolfo (Janogy, min.72); y Blackstenius.

Árbitra: Esther Staubli (Suiza). Amarolla a Ueki (79’).
Goles: 1-0, min.32: Ilestedt. 2-0, min.51: Angeldal, de penalti. 2-1, min.87: Hayashi.
Incidencias: Partido de cuartos de final, disputado en el Eden Park de Auckland ante 43.217 espectadores.

Dos más

El cuadro de cuartos se completa mañana con otros dos partidos. En Brisbane (9.00), se enfrentan Australia y Francia, dos selecciones que vienen de menos a más y solventaron con brillantez sus partidos de octavos de final. Las anfitrionas, de nuevo con Sam Kerr en duda, suspiran por alcanzar la semifinal por primera vez. Las francesas, que confían en recuperar a Lakrar, solo lo han hecho en una ocasión, hace ya doce años, pero en las dos últimas ediciones se han estrellado también en cuartos de final.

En Sidney (12.30), serán Inglaterra y Colombia las que peleen por un puesto en la semifinal. El campeón europeo afrontará el choque sin Lauren James, que deberá cumplir dos partidos de sanción tras su autoexpulsión ante Nigeria, y con la duda de Walsh, que volvió a marcharse tocada. El subcampeón sudamericano, que ya ha superado su listón en el torneo, recupera a la txuriurdin Manu Vanegas, que se perdió los octavos ante Jamaica por sanción.