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La Segunda afronta la recta final con la lucha por el ascenso más apretada del siglo XXI

Solo hay nueve puntos de diferencia entre los diez primeros clasificados, la distancia más reducida desde la temporada 99/00, cuando Osasuna era décimo y acabó ascendiendo. El Eibar, tercero, visita el domingo al líder Leganés.

El Leganés es líder desde la 12ª jornada pero el Eibar se colocará a un punto si le gana el domingo en Butarque. (SD Eibar)

Prácticamente desde que arrancó 2024, la previa de la jornada en Segunda incluye el comentario sobre la inminente ruptura de la clasificación en su parte alta. Pero no hay manera, quizá porque, con tantos equipos implicados y con el empate como resultado más repetido, aciertos y fallos se alternan, prolongando la situación de igualdad. Lo cierto es que la Liga se fue al parón navideño recién alcanzado el ecuador de la competición con nueve puntos de diferencia entre el líder y el décimo clasificado. Dos meses después, Leganés y Oviedo siguen ocupando esos dos puestos y la distancia entre ambos es idéntica.

Hay que irse hasta los estertores del siglo pasado para recordar una situación similar. Concretamente a la temporada 99/00, cuando el liderato a estas alturas era para el Salamanca, que aventajaba en nueve puntos a Osasuna, décimo clasificado. El arreón del equipo rojillo en el último tercio de la Liga fue espectacular y acabó la temporada proclamándose campeón de Segunda y celebrando, por tanto, el ascenso. El Salamanca ni siquiera le escoltó y junto a Osasuna subieron las Palmas y Villarreal, que a estas alturas del curso era séptimo.

Desde entonces, la diferencia media ha sido de 16 puntos, nunca ha bajado de los once y ha alcanzado o superado los veinte en media docena de ocasiones. Eran 26 en la campaña 16/17 los que separaban al Levante del Numancia, la distancia más alta en el siglo XXI a la conclusión del segundo tercio de la Liga. El propio Eibar aventajaba al Burgos, décimo, en veinte puntos hace dos temporadas aunque no le sirvió de mucho a final de curso, lamentablemente. El equipo armero también está en el meollo ahora, cuando las rachas de los equipos han ido provocando variaciones en las posiciones –salvo en el caso del Leganés, que solo estuvo fuera de ascenso directo el primer mes y medio de competición y es líder inamovible desde la 12ª jornada– pero no ha aumentado las distancias. El Racing de Ferrol, que es el tercer peor equipo de 2024, está todavía en posiciones de play-off y solo le separan siete puntos del liderato. Y al Eibar, que es el segundo mejor equipo del año, solo por detrás el sorprendente Cartagena, solo le separan dos malas tardes de volver a verse fuera incluso de play-off.

Etxeberria, optimista ante el momento clave

La recta final de la temporada se presenta, así, apasionante. Y repleta de duelos directos, que multiplican su importancia. En la 29ª jornada serán dos: el que disputarán Racing de Ferrol (6º con 43 puntos) y Racing de Santander (8º con 42) y, sobre todo, el que acogerá Butarque entre el líder Leganés y un Eibar que, tras su doloroso tropiezo frente al Espanyol, ha caído a la tercera plaza pero se colocará a un punto de los pepineros si gana.

Pese al disgusto del sábado, cuando a su equipo se le escaparon los puntos en los tres últimos minutos del descuento, Joseba Etxeberria afirma llegar a esta cita con la sensación del trabajo cumplido. «Hemos cubierto dos tercios de la temporada, queda lo más importante. Y en pretemporada teníamos dos objetivos claros para este momento: estar entre los mejores, y estamos, y tener una identidad, que el Eibar supiera claramente a lo que juega y cómo queremos hacer el camino para acercarnos siempre a la victoria, y eso también lo tenemos», afirma. A partir de ahora, y especialmente en partidos como el del domingo, los armeros necesitarán además plasmarlo en el marcador prácticamente cada jornada. «Tenemos que conseguir que lo que generamos sea productivo, hacer goles, tener eficacia», asegura, empezando por este encuentro tan «importante a todos los niveles, clasificatorio, de enfrentamiento directo, golaverage particular... Y sobre todo porque si conseguimos ganar al líder en su campo, sabiendo después que tenemos dos partidos seguidos en Ipurua, la perspectiva un poco pesimista que ha podido quedar esta semana, cambiaría a todo lo contrario».

El técnico, en cualquier caso, insiste en la importancia de que el Eibar llegue al «momento clave de la temporada» con la «seguridad de saber que el equipo tiene muy claro cómo jugar. Habría días que estemos más acertados y días crueles como el otro pero por este camino vamos bien. Es muy importante, ganar, ganar y seguir ganando pero lo que está en nuestras manos es elegir el camino para hacerlo y que la gente esté convencida. Y eso lo tenemos –insiste–. Yo lo palpo, se ve. Y no solo en el equipo. Estamos todos metidos y yo siento que cada uno desde su parcela está empujando. Y eso da mucha seguridad».