Wout Van Aert se luce como flautista de Hamelin para imponerse en la meta de Baiona
El corredor de Visma ha sido el gran protagonista al crear la fuga, la criba de la escapada previo al puerto de Mougás y ha superado al sprint al francés Quentin Pacher, mientras que en el pelotón apenas ha habido amagos de Red Bull Bora y Education First, pero sin continuidad.
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Después de diez etapas en esta Vuelta 2024, Wout Van Aert ya suma tres primeros puestos, dos segundos y un tercero. A nadie sorprende que lleve el maillot de líder de la regularidad, pero en la jornada posterior al primer día de descanso, el ciclista flamenco de Visma ha ejercido de flautista de Hamelin, haciendo bailar al pelotón y a sus compañeros de fuga al ritmo de su música, bien fuera cuesta arriba, cuesta abajo, en llano o al sprint. No solo se ha impuesto en la meta de Baiona, sino que ha dado una lección de cómo correr en un recorrido en principio más apropiado para una clásica que para una ronda de tres semanas.
Se esperaba, por otro lado, algún movimiento más en el pelotón de los líderes, pero salvo un par de amagos, nada de nada. Obvio que los líderes han guardado fuerzas para otras jornadas con un recorrido que debe establecer las diferencias en la general. Pero es que con la fuga estabilizada, el Red Bull Bora de Primoz Roglic ha amagado azuzar el avispero en los primeros kilómetros de la ascensión al Alto de Mabia, pero pronto ha desistido de sus intenciones. Otro tanto se puede decir sobre el movimiento del Education First mediado el Alto de Mougás, pero aparte de diezmar el pelotón, ningún nombre propio de peso ha acusado de ese estirón que, a la hora de la verdad, no ha pasado a mayores.
Mientras tanto, Wout Van Aert ha cumplido con los pronósticos rematando al sprint al bueno del francés Quentin Pacher (Groupama), el único que ha conseguido mantenerle la rueda a la estrella del Visma cuando ha arrancado en la meta volante de A Barroca, menos de un kilómetro antes de comenzar a subir el último puerto.
El ciclista de Groupama se ha comportado con nobleza, entrando al relevo con Van Aert, mientras que por detrás, el trío compuesto por William Junior Lecerf (T-Rex), Juri Hollman (Alpecin) y Marc Soler (UAE), el complemento de la fuga que ha provocado el propio Van Aert, no han sido capaces de llegar a la altura del protagonista del día. En especial, cabe destacar el horror táctico de Marc Soler, sorprendido por el ataque en llano de Van Aert mientras perdía el tiempo con la excusa de agarrar un bidón en el coche de su equipo. Aunque en honor a la verdad, ni el ciclista catalán ni el resto de compañeros de escapada de Wout Van Aert han dado la impresión de tener las fuerzas como para poner en discusión el tercer triunfo parcial del líder de la regularidad y auténtico flautista de Hamelin.
Las trampas, para otro día
En la primera incursión por Galicia de la Vuelta 2024, todo el mundo aguardaba con inquietud el peligro de alguna «emboscada» en forma de escapada, pinchazo, caída, o que algún equipo decidiera poner al pelotón en el filo de la navaja, todos con la imagen en la retina del hundimiento de ‘Supermán’ López en la Vuelta de hace tres años por esas mismas carreteras.
Pero no ha habido nada por el estilo. La jornada de descanso ha templado un poco las ganas de batalla al más alto nivel que dejó la última incursión por Andalucía, a la espera de otras jornadas con carreteras pestosas y recorrido tan apropiado como el de este martes, o más, para agitar el árbol y desnudar debilidades ocultas.
«Ha sido un poco lo previsto, pelear por la fuga. Todos estábamos pensando en las próximas dos etapas, que se puede intentar hacerle perder tiempo a O'Connor», ha apuntado en meta Mikel Landa a este respecto, añadiendo que, a efectos clasificatorios, «desde mañana –salida y llegada en el Campus Tecnológico Cortizo de Padrón, un recorrido pestoso de 166,5 kilómetros, con cuatro puertos se segundas y tercera– se podrá ver algo».
Por ende, la etapa se ha convertido en una convencional jornada ideal para cazadores de etapas. Sin muchas más opciones para ganar al sprint, Van Aert se ha puesto el disfraz de clasicómano y ha empezado a mover la carrera, en un arranque típico «a palos» hasta que el quinteto formado por Wout van Aert (Visma), Marc Soler (UAE), William Junior Lecerf (T-Rex), Juri Hollman (Alpecin) y Quentin Pacher (Groupama) ha logrado hacer hueco, con el permiso de un pelotón generoso en el que el líder Ben O'Connor ha tenido más que suficiente con ir a rueda y atento para evitarse sustos y disgustos.
Y así, con el pelotón corriendo con el bozal puesto, Van Aert ha tenido suficiente con controlar a sus compañeros de fuga para anotarse la etapa de Baiona dando un auténtico recital en el que sus compañeros han bailado a su son, escapándose cuando y como ha querido, controlando a sus perseguidores con la colaboración de Pacher y rematando a su compañero de fuga en un sprint en el que Van Aert ha tenido todo el tiempo del mundo para celebrar su victoria.