No hay bestia negra ni verdinegra para Saski Baskonia frente a un Joventut tan desvalido

Dicen las malas lenguas que el entrenador del Joventut de Badalona, Dani Miret, puede ver su cabeza adentro de un cesto si es que su Joventut de Badalona pierde este sábado en el Buesa Arena, un duelo que arrancará a las 18.00. Y es que siempre pagan justos por pecadores, pero no sería una mala noticia para los gasteiztarras imponerse a la Penya que, por desvalida que se vea así en la Liga ACB y en la Eurocup, donde encadena cinco derrotas entre las dos competiciones y no gana un partido desde el pasado día 9 –por 73-78 al Trefl Sopot—, mientras que su único triunfo en la competición doméstica data del 28 de septiembre, cuando se impuso al UCAM Murcia por 91-76 en la primera jornada.

Y decimos que siempre pagan justos por pecadores, porque hay que remontarse a la Liga ACB la campaña 2022/23, al 15 de enero más en concreto, cuando dos tiros libres de Rokas Giedraitis daban una sufridísima victoria a los gasteiztarras por 84-83, ante un rival que acabaría siendo su bestia negra o verdinegra aquella temporada. Con Joel Parra erigido en estilete y Ante Tomic sembrando el terror en la zona, los pupilos que en aquel entonces entrenaba Carles Durán mandaban a la calle en la Copa que precisamente se jugaba en Badalona, pero más doloroso resultó el cruce de play-offs de aquella campaña.

El primero de los dos encuentros de aquellos cuartos de final fueron la consagración de un jugador sorprendentemente ya retirado como Kyle Guy, que se sacó de la chistera nada menos que 36 puntos para apabullar a los entonces dirigidos por Joan Peñarroya por 91-99. Ni siquiera los 28 puntos con seis triples de Markus Howard bastaron para igualar aquel tiroteo del escolta de Indiana. Esas mismas malas lenguas dicen que aquel 25 de mayo, tras la eliminación refrendada ante el cuadro verdinegro tres días después en el Palau Olìmpic, fue la sentencia de un Joan Peñarroya que tuvo una prórroga algo dolorosa al frente del banquillo baskonista.

Por eso estaría bien –con el debido respeto a la Penya y a su actual técnico, sea cual sea la suerte que corra en caso de caer en Zurbano este sábado– que los gasteiztarras se valieran del Joventut más desvalido en años para cobrarlas todas juntas y de una vez, y de paso seguir la escalada clasificatoria y en ese camino de consolidación como se pudo ver el jueves frente al Alba Berlín, en la primera gran actuación de Markus Howard de la campaña.

Antes de que despierte

«La identidad se construye de atrás hacia adelante», declaraba Pablo Laso después de vapulear al cuadro berlinés. Y aunque en cuanto a las bajas con las que viene la Penya –los canteranos Miguel Mallik Allen y Ruzic– nada tiene que ver con el solar que traía Israel González en su plantel, esa identidad que nace de la defensa pudiera ser una piedra angular sobre la que erigir la victoria ante el Joventut.

En especial, en la defensa sobre un Ante Tomic que siempre cuaja grandes partidos frente al Baskonia, fruto de su finura en el poste bajo y su talento para el pase. El croata, junto con Pep Busquets, Yannick Kraag, los exbaskonistas Pau Ribas y Adam Hanga y los fichajes Artem Pustovyi, Kassius Robertson, Keye Van der Vuurst, Devon Dotson y Kasier Gates forman un equipo realmente competente que volverá a carburar el día menos pensado, de forma que ahora que viene bajo mínimos, es esencial valerse de este mal momento para ir sacando victorias, participar de poder eliminar de la ecuación a un posible rival en la Copa y aumentar la propia autoestima en vísperas de adentrarnos en los temibles «idus de noviembre», donde todo puede pasar en el seno del Baskonia, y más en un calendario tan cargado.

A cuenta de esa sobrecarga de partidos y viajes, Tadas Sedekerskis y Sander Raieste tampoco podrán jugar, por lo que Pablo Laso deberá hacer encaje de bolillos para completar su convocatoria, amén de descartar a uno de sus extracomunitarios, siendo Kamar Baldwin el que más papeletas está juntando, luego de las últimas buenas actuaciones de Trent Forrest. Sí podrá contar con Nikos Rogkavopoulos, quien frente al Alba Berlín ofreció una imagen más que digna con nueve puntos, actividad en el rebote y la imagen curiosa del partido, ya que en mitad del trance anotador de Markus Howard, celebró un triple del escolta de Nueva Jersey –que entró– cuando el balón apenas había salido de las manos del jugador, sin molestarse siquiera a cargar el rebote ofensivo y siguiendo la jugada de espaldas.

La bestia negra, o verdinegra, puede despertar esta misma tarde. Pero mientras siga dormida, o sedada, o deprimida, hay que aprovecharlo.