Fenerbahçe se lleva la Final Four de Abu Dabi ante un Mónaco al que le ha faltado calma (70-81)

AS MÓNACO 70 - FENERBAHÇE 81

Hasta 2017, no hubo ningún equipo turco campeón de la Euroliga. Pero desde que aquel Fenerbahçe entrenado por Zeljko Obradovic rompiera aquel techo de cristal, ya son cuatro los títulos –dos de Fenerbahçe y dos de Anadolu Efes– los que ha sumado el basket otomano masculino en el máximo nivel europeo. el último, este domingo en Abu Dabi frente a un AS Mónaco al que le ha faltado un poco de calma en su primera gran final de la Euroliga.

Los entrenados por Saras Jasikevicius, que ha estrenado su palmarés de Euroliga como entrenador cuando ganó cuatro Final Four vestido de corto con Maccabi –frente a Saski Baskonia, por ejemplo–, Panathinaikos y Barcelona, han mostrado veteranía y sobre todo un sentido colectivo del juego para sobreponerse a un arranque presa de los nervios. Nigel Hayes-Davis, máximo anotador del encuentro con 23 tantos –14 de 14 en tiros libres– y 9 rebotes –elegido MVP de toda la Final Four–, y Marko Guduric, elegido Jugador de la Final con 19, incluyendo varios triples en los momentos clave, le han dado un sentido más colectivo a su juego que un Mónaco obcecado según iba pasando el tiempo.

Obcecado Mike James, que ha sumado 17 puntos pero con una carta de tiro de 6 de 19 y solo dos asistencias, que ha puesto la visión de túnel conforme ha ido avanzando la final y solo cuando ha doblado algún pase ha vuelto a tener posibilidades el conjunto de Vassilis Spanoulis.

Un Spanoulis que también ha quedado un tanto retratado en esta su primera final desde el banquillo. Ha apostado por Mike James como diera lugar y se ha «olvidado» de un Strazel que, pese a sus problemas de faltas, ha sido quien más le ha dado de entre sus bases, sobre todo en el momento de jugársela a la heroica, pero sin abusar del contacto de balón. Asimismo, el ala-pívot alemán Daniel Theis también ha estado demasiado rato en el banquillo y, a pesar del innegable buen trabajo en la pintura de Mam Jaiteh en esta Final Four, Fenerbahçe ha sido muy superior en la pintura cuando Theis ha estado en el banquillo.

Al final, el basket es un juego de buenas y malas decisiones, de aciertos y errores, y en momentos de máxima tensión todo el mundo puede equivocarse. Fenerbahçe ha tenido a dos faros como Hayes-Davis y Guduric que se han equivocado menos que nadie, con un Jasikevicius que también ha aprendido de sus anteriores finales perdidas, mientras que al Mónaco le ha faltado quizá la experiencia que su rival sí ha podido utilizar a su favor.

De menos a más

El 20-18 con el que ha terminado el primer cuarto ha sido muy engañoso, ya que la efectividad de Nigel hayes-Davis en el rebote y los tiros libres ha servido para sostener un arranque horroroso de los pupilos de Jasikevicius. El Mónaco ha querido jugar con los nervios de su rival, tal y como hizo el viernes frente a Olympiacos, y no ha estado lejos de obtener el mismo éxito.

Pero le ha pesado que su ventaja haya sido tan exigua para los méritos contraídos y que al descanso los otomanos se hayan ido por delante 33-35. El ritmo de juego era de los de Spanoulis, pero el marcador indicaba otra cosa. Con un Elie Okobo sufriendo los rigores de la presión, Alpha Diallo se ha sumado al buen arranque de Mike James –antes de perderse en la oscuridad–, pero la aportación del banquillo, brillando por su ausencia –solo cuatro (4) puntos y ni una sola canasta en juego–, el Mónaco se ha empezado a perder en sus dudas y en una rotación cada vez más corta y asfixiada.

El camino descrito por Fenerbahçe ha sido opuesto. Hasta Marko Guduric, «inspirado» por la presencia en las gradas de aquellos «niños de Bormio» –en referencia al Mundial Juvenil conquistado en 1987 por los Kukoc, Radja, Divac, Djordjevic... y presentes este domingo entre el público VIP, invitados por el CEO de la Euroliga, otra leyenda del basket balcánico como Dejan Bodiroga– ha ido despertando en un partido de menos a más.

El exbaskonista Wade Baldwin –junto con el técnico ayudante David García, con pasado también en el banquillo gasteiztarra– ha ido entrando también en el ritmo de juego, ofreciendo esos tiros tan suyos de media distancia y también ofreciendo la escapada otomana con un triple en el amanecer del último cuarto, quizá el instante más tortuoso del Mónaco, cuando ha empezado a despertar de su sueño de campeón.

Jamás se han rendido los de Spanoulis, aunque la resistencia haya venido más de los Diallo, Theis y Strazel en última instancia que de Mike James, Okobo y demás. Fenerbahçe ha tirado de secundarios con hambre de victoria, como un Devon Hall providencial en esta Final Four, aunque un triple de Guduric en la cara de Daniel Theis y la infalible seguridad de Nigel Hayes-Davis desde la línea de tiros libres ha terminado de romper la final, con un Fenerbahçe que apunta a la desbandada a cuenta de los contratos de sus jugadores y la avanzada edad de no pocos de ellos, pero que ha podido despedirse, si es el caso, de la mejor manera posible.

Mientras, Olympiacos ha derrotado por 97-93 a Panathinaikos en el partido por la tercera plaza, un consuelo que le ha valido para la afición de Olympiacos para al menos sumarse a la fiesta de la finalísima con un sabor de boca menos amargo, mientras que los hinchas del club del «trébol» han huido después de la consecución de un fin de semana de lo más aciago.

FICHA TÉCNICA

MÓNACO: Mike James (17), Diallo (19), Strazel (13), Blossomgame (5) y Theis 12) –quinteto inicial–, Loyd (3), Jaiteh (1), Okobo y Calathes.

FENERBAHÇE: Devon Hall (13), Guduric (19), Birch (2), Hayes-Davis (23) y Colson –quinteto inicial–, McCollum (3), Wade Baldwin (13), Melli (5), Biberovic (3), Sanli y Dyshawn Pierre.

Árbitros: Peruga, Lottermoser y Nedovic. Han señalado técnica al jugador monegasco Elie Okobo. Han eliminado por faltas a los jugadores monegascos Theis y Alpha Diallo y al turco Wade Baldwin.

Parciales: 20-18, 13-17, 18-19, 19-27.