Isaac del Toro revive en Bormio, ganando y demostrando que no regalará la «maglia rosa»
Richard Carapaz ha vuelto a descolgar al líder en Mortirolo, pero luego de juntarse los favoritos, el líder y el ecuatoriano se han fugado en la última subida, y el joven mexicano ha conseguido sacar de rueda en el descenso hacia la meta. Gracias a ello, Del Toro aventaja en 41 segundos a Carapaz.
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Isaac Del Toro tiene la sangre caliente y a la inconsciencia de sus 21 años le suma una valentía a prueba de toda duda. Y su victoria en Bormio demuestra que si alguien quiere quitarle la «maglia rosa» no va a regalar su nada a nadie. Ha tenido que sufrir en las rampas finales de Mortirolo –por más que se haya subido por su vertiente menos dura– ante el ataque de Richard Carapaz. Pero sus escuderos del UAE y otros gregarios han conseguido echarle el guante al ecuatoriano y en la ascensión final de Le Motte ha sido el propio líder del Giro quien ha arrastrado a Carapaz con un demarraje sin mirar atrás.
Carapaz y la «maglia rosa», junto con un veterano de mil batallas como Romain Bardet se han sabido arreglar en el camino a la meta de Bormio, pero el mexicano ha apretado las clavijas en el descenso final, logrando sacar de rueda a la «Locomotora del Carchi», que ha cedido cuatro segundos respecto a Isaac Del Toro en la línea de meta, una desventaja que, sumada a las bonificaciones, aleja al líder de Education First a 41 segundos respecto del mexicano de UAE, que a su triunfo de etapa le ha añadido un refuerzo en su moral al verse al mismo nivel que el de su principal rival en pos de la general.
«No tengo nada que perder y he decidido jugármela. En Mortirolo he decidido tomármelo con algo de calma y el equipo me ha protegido perfectamente. Veía que el puerto final me venía bien y he querido intentarlo. Todo esto está siendo maravilloso y la victoria de etapa, todavía más», ha admitido un Isaac Del Toro que ha entrado en meta haciendo una reverencia después de hacer una faena digna de aplauso y después ha celebrado su victoria con un grito liberador, que seguramente haya encontrado eco en todo el UAE, 24 horas después de que el Giro se les complicara de cabo a rabo.
Obvio que el Giro, pese a esta brillante victoria de su joven líder, tiene mucha tela que cortar todavía. Por lo pronto el Giro se toma un leve descanso este jueves, con una etapa de 144 kilómetros entre Morbegno y Cesano Maderno, con tres puertos de tercera categoría lejos de la línea de llegada. Será el último momento de reposo antes de las etapas con final en Champoluc y Sestrieres.
Carencias a la vista
Después de la durísima etapa del miércoles, los puertos de Tonale y Mortirolo metían mucho respeto en el pelotón. En este Giro donde los favoritos claros van fallando por orden de aparición escénica nadie las tiene todas consigo. Empezando por el propio Isaac Del Toro, después de haber pasado por un calvario en los kilómetros finales a la llegada a San Valentino.
El momento más álgido de la etapa ha llegado cuando Richard Carapaz ha descolgado al resto de favoritos a dos kilómetros de coronar el Mortirolo. La «Locomotora del Carchi» ha vuelto a poner en jaque al líder Isaac Del Toro, pero también a Simon Yates, Derek Gee o Egan Bernal –Antonio Tiberi ha cedido como fruta madura varios kilómetros antes–, y ha planteado un asalto directo a la «maglia rosa» en el pestoso recorrido entre la cima del Mortirolo y la meta de Bormio, previo paso con la corta pero dura cota de tercera categoría que han encontrado en Le Motte.
Han podido neutralizar al ecuatoriano del Education First a poco menos de 20 kilómetros para la meta, gracias a la reunificación de gregarios de los distintos gallos, luego de un pulso que ha conseguido atraer a los favoritos a la altura de los escapados de la jornada, un grupo de 40 hombres en el que en un principio ha llegado a meterse Pello Bilbao, pero que los puertos de Tonale y Mortirolo han limitado a ocho unidades, y con los favoritos dándoles caza justo en las rampas del último puerto de la jornada: una «tachuela» al 8% de media que bastante daño ha provocado después de la paliza de las dos últimas jornadas.
Romain Bardet ha saltado del grupo cabecero mientras que los líderes se han limitado al marcaje, hasta que casi en la cima de Le Motte, el propio Isaac Del Toro ha desnudado las debilidades de los Caruso, Pelizzari, Derek Gee y Simon Yates, arrastrando, eso sí, a Richard Carapaz con su ataque. El mexicano ha vuelto a demostrar que, pese a no andar tan sobrado como en días anteriores, en las subidas breves no le tiene miedo ni envidia a nadie.
El dúo de favoritos le ha echado el guante a Bardet a falta de cinco kilómetros, pudiendo jugarse la etapa y las bonificaciones en la meta de Bormio ante un grupo perseguidor cerca, pero al mismo tiempo sufriendo ante los dos ciclistas más fuertes de este Giro.
Valiéndose de la ligera bajada de los kilómetros finales, Isaac Del Toro ha conseguido sacar de rueda a Carapaz y Bardet y en el zigzagueo de la llegad a de Bormio le ha sacado unos bonitos tres segundos y los segundos de bonificación a un Carapaz que afianza su segunda plaza en la general, pero que está a 40 segundos de un Isaac Del Toro que ha decidido que si tiene que caer, caerá peleando.