Tan inspiradora que agota

Las cada vez más numerosas ficciones sobre el woman power que pueblan el mainstream latinoamericano (‘Que sea ley’, ‘La ola’) han encontrado en Zinemaldia, certamen especialmente concienciado con el cine argentino, un escaparate privilegiado para la visibilidad. ‘Belén’ también se sabe una celebración de la valentía tras las pancartas, por mucho que camine dentro de los zapatos hipotéticos de un thriller de investigación… Una abogada (Fonzi, en un papel de total Mary Sue) decide defender una denuncia por aborto, algo de lo que nadie tiene dudas, aunque el film que Fonzi misma co-escribe y dirige apenas abre interrogantes sobre la culpabilidad de la acusada (San Martín). Es un true crime sin preguntas, ni apenas fuerza.

La investigación que sigue, en realidad, avanza alterna entre la recreación de la vivencia íntima de los malos tratos entre rejas y fluorescentes de hospital, y entre una comedia entrañable sobre la química del grupo de abogadas-amigas defensoras, con una Laura Paredes, eso sí, muy divertida. El resto del grupo esboza una selección sobre los perfiles variopintos que encontraríamos en cualquier manifestación feminista, sin muscularlas demasiado sobre el arquetipo social.

‘Belén’ prioriza la acción antes que al personaje, avivando una estructura alargada hasta el agotamiento, escrita a muchas manos y aun así superficial, que construye secuencias de acción al ritmo de ‘Gangnam Style’ pero no presta un minuto al carácter más interesante: la Barbie religiosa que defendió mal a Belén en primer lugar (Cardinali). El diálogo con ella sería demasiado para un relato urgente, maniqueo y bipartidista.