Ataques de Israel responden a Hizbulah, que reivindica el derecho a la defensa

Israel lanzó ayer intensos ataques aéreos en el sur de Líbano, tras instar a los residentes de cinco localidades a evacuarlas, alegando que sus objetivos eran posiciones de Hizbulah. Mientras atacaba Aita al-Yabal, al-Taybeh y Teir Debba, también envió numerosos drones sobre Beirut.

Al menos una persona murió y nueve resultaron heridas en uno de los primeros bombardeos, contra la localidad de Tora. Varios edificios fueron destruidos en la operación.

El Ejército israelí ha lanzado ataques contra Líbano casi a diario durante el último año en el que el alto el fuego ha estado en vigor y ha causado más de 320 muertos.

La tregua prevé que tanto Israel como Hizbulah debían retirar sus efectivos del sur de Líbano, pero el Ejército israelí mantiene cinco puestos en el territorio de su país vecino.

Los últimos bombardeos suponen una escalada que advierte a Hizbulah después de que el grupo chií publicara ayer una carta al pueblo y al Gobierno libanés en la que rechazó las negociaciones directas con Israel. Respondía así al presidente de Líbano, Joseph Aoun, que aseguró que el país «no tiene otra opción que negociar con el enemigo» si quiere evitar la guerra.

La carta contesta también a las recientes visitas a Líbano de enviados estadounidenses y egipcios, que presionaron a Beirut para a entablar negociaciones directas con Israel. A esas presiones se sumará la próxima semana la visita del ex primer ministro británico Tony Blair, al que Israel y EEUU quieren dar un papel relevante en el futuro de Gaza. «Verse enredado o arrastrado a las negociaciones trampa que se están proponiendo solo deriva en más beneficios para el enemigo israelí, que siempre toma sin dar y que nunca cumple con sus compromisos», señaló el partido-milicia.

«Reivindicamos nuestro legítimo derecho a defendernos de un enemigo que está librando una guerra contra nuestro país y no cesa su agresión», insistió Hizbulah.

AOUN LAMENTA QUE ISRAEL RESPONDA CON BOMBAS

El presidente libanés denunció ayer que Israel respondiera a su disposición a mantener negociaciones directas intensificando los ataques.

La semana pasada, el presidente libanés pareció reaccionar a los constantes bombardeos israelíes al ordenar al Ejército que haga frente a las incursiones en el sur de Líbano, si bien aún no parece ir más allá de la declaración.

Hizbulah denunció también la «decisión precipitada del Gobierno» de desarmar a la milicia, que Israel «ha aprovechado para imponerla como condición para el cese de las hostilidades. Es inaceptable».

Según el plan de desarme, el Ejército debe completarlo en el sur del país antes de fin de año, y luego proceder por etapas al resto del territorio.

Para Hizbulah, su desarme debe abordarse en el marco de una estrategia nacional consensuada, «no en respuesta a demandas extranjeras ni al chantaje israelí». Y la preocupación de Líbano no debe ser quitar las armas a la milicia, sino presionar a Israel para que cumpla el alto el fuego sin caer en «chantajes agresivos».

Pese a ello, el Ejecutivo libanés afirmó ayer que sigue adelante con el calendario de desarme.

Un palestino de 15 años y una anciana, últimas víctimas del Ejército israelí en Cisjordania

El Ejército israelí mató a tiros a Mourad Saifin, de 15 años, en Yamún, cerca de Jenin, en el norte de Cisjordania. Acusó al adolescente de «terrorista» y secuestró su cadáver. Además, una anciana palestina, Haniya Hanun, sufrió un infarto en una operación militar en su domicilio, donde los soldados la empujaron al detener a su nieto. El Club de Prisioneros palestinos señaló que durante las constantes redadas, sobre todo nocturnas, los detenidos y quienes se encuentran a su alrededor sufren «brutales agresiones, incluyendo palizas, disparos y el uso de armas diversas, incluyendo perros policía», una agresividad que ha alcanzado «niveles sin precedentes». Solo en octubre se han registrado unas 1.600 agresiones del Ejército, que desde octubre de 2023, ha detenido a más de 20.500 personas. Ayer también detuvieron a dos hermanos en Jurish, cerca de Nablus, mientras recogían aceitunas, y asaltaron Tammun, cerca de Tuba, y al-Mughayir, cerca de Ramallah, donde allanaron casas y llevaron a cabo detenciones e interrogatorios.