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Bahía Bizkaia Electricidad y el cuestionable arraigo de Repsol e Iberdrola

La central de ciclo combinado de Zierbena. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Sea cual sea el futuro de la central de ciclo combinado de Zierbena, operada por Bahía Bizkaia Electricidad (BBE), lo que puede darse por seguro es que la decisión final no se tomará en un despacho de Euskal Herria. Para entenderlo, hay que repasar la historia de la central térmica más importante de la CAV -es la segunda con mayor potencia en toda Euskal Herria, solo por detrás de Castejón, en Nafarroa-.

BBE y su hermana, la planta regasificadora Bahía Bizkaia Gas (BBG), se pusieron en marcha en 2003, tras una astronómica inversión pública e importantes incentivos fiscales por parte de la Diputación de Bizkaia, por los cuales la Comisión Europea llegó a abrir un expediente. Todo el pack gasístico estaba participado al 25% por el Ente Vasco de la Energía (EVE), Repsol, Iberdrola y British Petroleum.

Sin embargo, la dispar evolución que han seguido ambas, en cuanto a su propiedad se refiere, muestra las opciones existentes, al menos sobre la teoría, cuando las empresas privadas con supuesto arraigo local -caso de Iberdrola y Repsol- venden sus participaciones al mejor postor, sin mucho miramiento por el compromiso que puedan tener con el país.

Dos opciones

En el caso de la regasificadora, Iberdrola tardó solo seis años en vender su 25% a una filial del Deutsche Bank. Le siguió BP a los pocos meses, al traspasar su cuarto del pastel a Enagás. Y solo un año más tarde fue Repsol quien abandonó la sociedad, vendiendo el 15% a Enagás -se quedaba con el 40%-, el 5% al Deutsche Bank y otro tanto al EVE, que quedaban con un 30% cada uno. Finalmente, los alemanes salieron vendiendo su tercio a los otros dos socios, Enagás y EVE, que actualmente se reparten la propiedad de la regasificadora al 50%. Esta instalación, que ha cobrado mayor importancia desde el fin -relativo- de la importación de gas ruso mediante ductos, sigue, por lo tanto, teniendo una participación pública determinante.

Por contra, en el caso de la central térmica gemela, la evolución de la propiedad ha sido muy diferente. Repsol vendió su cuarto a BP en octubre de 2013, e Iberdrola hizo lo propio solo un año más tarde, embolsándose unas plusvalías brutas de casi 65 millones de euros. La petrolera británica se hizo así con el 75% de la empresa, que hace dos años, en diciembre de 2023, vendió a Gunvor, una empresa del sector energético registrada en Chipre, con sede principal en Ginebra y propiedad del millonario sueco Torbjörn Törnqvist. Será él, por lo tanto, quien acabe decidiendo sobre la futura reconversión, o no, de la planta de ciclo combinado situada en Zierbena.