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El uzbeko Javokhir Sindarov se lleva la Copa del Mundo de ajedrez y sucede a Magnus Carlsen

A punto de cumplir 20 años, Sindarov ha batido en la final al chino Wei Yi, a quien ha superado con piezas negras, mostrándose muy preciso pese a los apuros de tiempo del desempate rápido. Sindarov, Wei Yi y el ruso Andrey Esipenko, estarán el Torneo de Candidatos de Chipre la próxima primavera.

Javokhir Sindarov, vencedor de la Copa del Mundo. (@FIDE_chess)

Apunten su nombre: Javokhir Sindarov. Uzbeko nacido en Tashkent el 8 de diciembre de 2005 va a poder celebrar su vigésimo cumpleaños por todo lo alto. En un desempate de partidas rápidas de lo más agónico contra el chino Wei Yi, el ajedrecista uzbeko se ha proclamado campeón de la Copa del Mundo que venía celebrándose en la localidad India de Goa desde el pasado 1 de noviembre, sucediendo en el palmarés nada menos que al mismísimo Magnus Carlsen y convirtiéndose en el vencedor absoluto más joven de la historia de la Copa del Mundo de ajedrez.

La finalísima se ha dirimido al desempate. Primero, porque las dos partidas a ritmo clásico, disputadas el lunes y el martes, devinieron en sendas tablas con el uzbeko así como el portento chino –eclipsado en su día por el título mundial de Ding Liren y por dar primacía a terminar su carrera universitaria antes de volcarse por completo al ajedrez al más alto nivel– decidían resolver en rápidas tablas, a medio camino entre el cansancio de un torneo que ha sido una escabechina continua y el miedo a la derrota.

En el desempate de este miércoles, las tres primeras partidas en el formato rápido se han saldado con tablas, y parecía que la cuarta –en rigor, la segunda tanda del segundo desempate, antes de saltar al segmento de «Ajedrez Relámpago» o «Blitz»–, en una Apertura Italiana en principio «tranquila» que parecía se iba a resolver por esa misma vía, Wei Yi, con piezas blancas, ha dejado pasar una posición de ligera ventaja por culpa de los apuros de tiempo –ha llegado a hacer valer su incremento de diez segundos con un solo segundo en su reloj–.

Sindarov, buscando contrajuego por el flanco de dama, ha encontrado la forma de penetrar en la defensa blanca y con una combinación de dama y torre, más la promesa de un peón pasado camino a la coronación de una segunda dama, ha volcado la partida a su favor. Wei Yi –que ya estuvo con el agua al cuello en sus semifinales contra el ruso Andrey Esipenko, al punto que los nervios y los apuros de tiempo le jugaron una mala pasada al ruso cuando tenía una posición ganadora con las piezas negras, dejándose una torre limpia para el chino–, no ha podido sino parar el reloj y estrechar la mano de su rival en señal de rendición.

El segundo de Uzbekistán

Uzbekistán, como no pocas antiguas repúblicas que pertenecieron a la Unión Soviética, es una potencia emergente en esto del ajedrez. No obstante, Sindarov no es su estrella más rutilante, ni mucho menos. Por encima de los 2.700 puntos ELO a ritmo clásico, Sindarov, Gran Maestro desde 2019, cuando tenía 14 años, ocupa el puesto número 21, bastante lejos de los 2.752 de Wei Yi, su rival esta final de la Copa del Mundo, y undécimo en el ranking  de la FIDE.

La gran estrella de Uzbekistán es otro joven prodigio, como es Nodirbek Abdusattorov, duodécimo del mundo con 2.750 de ELO, pero barrido en esta Copa del Mundo por el peruano que actúa con la bandera mexicana como es José Martínez-Alcántara, una de las grandes revelaciones de este torneo disputado en Goa.

De hecho, el duelo de cuartos de final entre Sindarov y Martínez-Alcántara fue de lo más dramático de este Copa del Mundo. Ambos llegaron a los desempates de partidas rápidas luego de sendas tablas en el segmento clásico y allí, el latinoamericano le infligió al uzbeko la única derrota que ha sufrido a lo largo de este torneo.

No obstante, bordando el juego bajo máxima presión, Sindarov pudo derrotar a «Jospem» y forzar un segundo desempate en el que, tras unas tablas con las piezas negras, el ajedrecista de Tashkent pudo derrotar a Martínez-Alcántara nuevamente con las piezas blancas.

Este duelo tan parejo ha demostrado que las apariencias engañan. Y es que Sindarov no llega a los 2.700 puntos ELO en el formato de partidas rápidas, siendo el vigésimo del mundo. Siendo un jugador tan joven, apunta tener a una solidez a prueba de bomba, a veces poco dado al riesgo, salvo cuando se ha visto forzado a ello. Después de sus resoplidos tras ganar los cuartos de final, barrió del tablero a su compatriota Nodirbek Yakubboev, número 37 del mundo con 2.689 puntos ELO por un inapelable 2-0, para aprestarse a una final contra Wei Yi en la que el chino partía como favorito. Sin embargo, el uzbeko ha sabido hacerse valer para, a la primera que ha tenido una oportunidad, llevarse esta Copa del Mundo que ha sido una verdadera escabechina y anticipa un cambio generacional profundo.

Seis de ocho

Del 28 de marzo al 16 de abril de 2026 se celebrará en Chipre el Torneo de Candidatos, donde ocho ajedrecistas se van a cruzar en un todos contra todos a doble vuelta de donde salga el retador del actual campeón mundial, el indio Dommaraju Gukesh. Ya hay seis plazas decididas, aunque, en rigor, todo apunta que el pescado está vendido.

Por un lado, los tres primeros clasificados de esta Copa del Mundo: Javokhir Sindarov, Wei Yi y Andrey Esipenko. Luego, el alemán Matthias Bluebaum y el neerlandés Anish Giri, por ser los dos primeros clasificados del Grand Swiss Tournament. En sexto lugar, el italo-americano Fabiano Caruana, subcampeón mundial contra Magnus Carlsen en 2018, por ser el líder del ranking de 2024 –el Torneo de Candidatos es bianual–. Solo resta por decidir la plaza por el ranking de 2025, con muchas papeletas para el prodigio indio Praggnandhaa Rameshbabu y una más al ajedrecista con mayor ELO y que haya disputado un número mínimo de torneos a ritmo clásico, algo que beneficia al estadounidense de origen japonés Hikaru Nakamura, cuyos 2.813 puntos de ELO solo supera Magnus Carlsen con 2.839, aunque el noruego ya renunció al título tras el Candidatos de Madrid en 2022.

Aunque se mantienen vacas sagradas como Nakamura, nacido en 1987 y Caruana, nacido en 1990, hay ausencias muy notables como el franco-iraní Alireza Firouzja, que en 2022 llegaba al Candidatos «ungido» como Magnus Carlsen como su sucesor para el cetro mundial, pero que fracasó así en 2022 como en el Candidatos de 2024, donde fue noticia por una polémica con los árbitros porque, al parecer, el ruido de pisadas mientras paseaba para meditar alguna posición, molestó a algún contrincante.

Otras ausencias muy sonadas son la del ruso Ian Nepomniachtchi, doble subcampeón del mundo en 2021 y 2023 y que en esta Copa del Mundo ha caído con todo el equipo a las primeras de cambio, igual que el estadounidense de origen filipino Wesley So, en lo que ha sido una escabechina tremenda a todos los niveles.

La India, que en el Candidatos de 2024 metió a tres jugadores, tal vez solo salve la honrilla si mete a Praggnandhaa por su ranking de 2025, pero tanto el bueno de «Prag» como otras estrellas como Arjun Erigaisi –eliminado por Wei Yi en cuartos–, Santosh Vidit –que bastante tuvo con eliminar en un durísimo desempate al argentino de 12 años Faustino Oro; ojo con este chico para el futuro– o Pentala Harikrishna –otra de las víctimas de José Martínez-Alcántara en la Copa del Mundo– han ido cayendo por orden de aparición escénica, y preocupa el bajo momento de forma de Dommaraju Gukesh, que después de rozar el título del Tata Steel el pasado mes de enero en la localidad neerlandesa de Wijk aan Zee –perdió en el desempate relámpago contra su compatriota Praggnandhaa–, no termina de encontrar una regularidad en su juego; brillante ratos, pero jalonado con errores de bulto, sobre todo en ritmos rápidos.

Tampoco estará el alemán Vincent Keymer, número cuatro del mundo y miembro del equipo de analistas de Gukesh en su mundial contra Ding Liren. Keymer, otro jovencito al que comparan nada menos que con Karpov por su profundísima comprensión estratégica, ha sucumbido a la presión en esta Copa del Mundo, y tendrá que jugársela a la suicida en el Mundial de Partidas Rápidas y Relámpago que se celebra en Doha, Qatar, del 25 al 31 de diciembre, en la última gran cita del ajedrez de élite de este año.